Capítulo 30

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10 minutos antes...

Mi padre me ha traído a la playa, a caminar un rato. Sé que no debería de estar en público, pero eso ya no me importa De , solo quería pasar tiempo con él.
La ropa con la que llegué, él la limpió y arregló mi blusa en la parte donde tenía la lastimada, en pocas palabras, había quedado casi como nueva.

—Te compré esto —mi padre tenía en ambas manos unos algodones de azúcar—¿Aún te gustan?

—Sí y gracias —me reí—Pensé que aquí ya no hacían esto.

—Créeme, esto jamás pasará de moda —sonrió y se metió a la boca un poco del algodón.

Estábamos en un sitio en dónde casi no había gente, estaba silencioso, y se podía escuchar solo el viento y las olas, era algo hermoso.

—Qué lindo anillo tienes —lo miré y luego miré el anillo que traía en la mano.

—Lo siento, yo te iba a decir... —intenté disculparme.

—Tranquila, he hablando con Barry y él me ha contado todo —me dio un pequeño beso en la frente—¿Ya has apretado el botón?

—No, no quiero molestar a Barry —hice una mueca—Debe de estar con su nueva prometida.

—Quizá, pero, también puede suceder algo que convierta lo imposible, posible —me guiñó el ojo.

Ante la insistencia de mi padre, oprimí el símbolo esperando una respuesta inmediata, pero no fue así.
Me decepcioné pero no podía culpar a Barry, él estaba haciendo una nueva vida, y yo no era nadie para detenerlo.

—¿Has terminado tu algodón de azúcar? —me dijo mi padre sacándome de mis pensamientos.

—Sí —le mostré él palillo en donde estaba éste.

—Dámelo para que lo tire a la basura.

—Yo lo haré —él me entregó el palillo y me levanté para ir al contenedor de basura.

Estaba algo lejos de donde estábamos, así que tuve que caminar mucho. Delante de éste, un brillo de azul intenso, comenzó a aparecer de la nada, haciendo que las pocas personas que estaban a nuestro al rededor, salieran huyendo.
Me quedé paralizada, podía escuchar la voz de mi padre gritando mi nombre y a la vez un grito saliendo por aquella luz, y su voz era igual a la de...

—¡Ahh! —sentí como el peso de una persona cayó totalmente sobre mi, haciendo que cayéramos en la arena.

—Perdóname —me levantó del suelo, y tras el golpe que recibí, sacudí un poco mi cabeza y pude notar que era Barry.

—¿Barry? —dije emocionada—Pero, ¿cómo?

—¡Viajé en el tiempo! —dijo con una gran sonrisa en su cara.

Mi padre vino corriendo para verificar que estuviéramos bien, y detrás de él, vino una ráfaga de viento, lo que significaba que el Barry del futuro había llegado.

—¿Estás bien?, hice todo lo posible para llegar antes pero estaba... —y él notó la presencia del Barry del pasado—Wow, esto es... ¡Increíble! —ambos se miraron con asombro.

—Lo es totalmente —sacudió la cabeza—Me gustaría quedarme a charlar, pero, tenemos que irnos Nina —asentí—Vamos entonces.

—Espera, no tardaré.

Corrí hasta mi padre y lo abracé con fuerza y él hizo lo mismo, no quería soltarlo porque sé que se sentirá solo después de que me vaya, pero a la vez me hace sentir bien que al llegar a casa, podré verlo todos los días.

Fast Enough | The FlashWhere stories live. Discover now