What About Angels? (Camren)

Capítulo 10

-Sí, así es, iremos al karaoke este viernes por la tarde.

-¿A cuál irán?

-¿Para qué quieres saberlo?

-Es sólo curiosidad. Además, Dinah, no conozco la ciudad.

-Puedo darte la dirección de algunos, así tendrás de donde escoger. No necesariamente debe ser al que nosotras asistiremos.

-Dinah Jane...- Lauren se rindió, sabiendo que la polinesia no le daría la respuesta que quería si ella no le daba una buena razón para hacerlo. –Quisiera ir a ver a Camila...

-¿La molestarás?

-No.

-¿Irás sola?

-No.

-¿Llevarás a Keana?

-No lo creo.

-¿Por qué?

"Esto es peor que el FBI" pensaba Lauren.

-No le gustan ese tipo de lugares.

-¿Segura que es por eso?- preguntó Dinah entrecerrando los ojos. –¿No es porque quieras intentar algún movimiento típico de ti, cierto?

-Necesito que ella me escuche. No la dejaré en paz hasta que lo haga.

-Sabes que le molesta tu insistencia, ¿verdad?- preguntó Dinah, preocupándose un poco por sus dos amigas.

-No quiero incomodarla, pero si no lo hago ahora, jamás arreglaremos las cosas.

-Lauren.- dijo la polinesia. –Camila es mi mejor amiga y quiero lo mejor para ella, pero me mataría si se entera que te dije a dónde iremos.

-Joder, Dinah Jane. ¿Qué debo hacer entonces?- cuestionó Lauren bastante desesperada.

-La semana acaba de comenzar. Puedes hacer planes con Keana o puedes investigar en otra parte, ¿yo qué sé?

-Eres la reina de los consejos.- Lauren comentó en tono sarcástico.

-¿Sabes qué puedes hacer? Decirle la verdad a Camila. Decirle el porqué de todo y tal vez así te perdone. Lo sabes.

-No me siento lista para hacer eso...

-Entonces es una pena, porque tu estancia aquí se agota.

Y eso era cierto, porque sabía que no se quedaría por siempre. Sin embargo, aún no estaba segura de qué hacer.

***

-Vero, tienes que decirme, por favor.

-No puedo, Lauren. De todas formas yo no iré.

-Anda.- insistió Lauren. –Necesito saber dónde es, y tienes que venir. Si voy yo sola será muy obvio lo que planeo.

-Invita a tu novia.

-No puedo hacerle eso...

-Se lo hiciste a Camila.- restregó Verónica. –Y a ella la amas.

-Verónica, por favor.- reprimió Lauren.

En ese momento, la puerta de su apartamento se abrió, y un fétido olor atravesó el lugar en cuestión de segundos.

-¿Pero qué mierda...?- maldijo Vero cubriendo sus fosas nasales. Lauren imitó aquella acción.

-¿Keana?

-Ugh, estaba paseando por la ciudad cuando de pronto un globo lleno de Dios sabrá qué, cayó sobre mí. No logré ver quién lo hizo, pero apuesto que fueron algunos estúpidos niños. Lauren, no quiero tener hijos.

-¿Qué?- la ojiverde palideció, pues nunca había pasado por su cabeza la idea de compartir el resto de su vida con Keana, y mucho menos el tener hijos.

-Como sea, ¿dónde está tu novia, Vero?

-Salió con el resto de las chicas. Supongo que iré a encontrarme con ella más tarde. Las dejo chicas.

-Deberías ir a darte una ducha.- sugirió Lauren una vez que estuvieron solas.

-Eso haré, pero antes, quería sugerirte algo.

-Claro. Dime, amor.

-Me gustaría salir a cenar este viernes.

-¿Este viernes?- preguntó Lauren. Su novia no podía arruinar sus planes.

-Así es. ¿Tienes algún plan?

-No... Es sólo que... Yo...

-¿Saldrás con alguien más?- cuestionó Keana. Había un toque de molestia en su voz.

-Por supuesto que no... Salgamos al karaoke. ¿Te parece?

-Es buena idea, ¿a cuál?

-Uhm... Es una sorpresa...- mintió la ojiverde.

-Suena bien. Hagámoslo.

Keana iba a dejar un beso en los labios de Lauren, pero ésta la alejó indicándole que debía ir a ducharse.

La chica de increíble parecido a cierta morena sonrío pícaramente y fue al baño, totalmente dispuesta a quitarse toda la porquería que le había sido arrojada.

Y finalmente, Lauren soltó un suspiro. Una pregunta rondaba por su cerebro y no podía alejarla de su mente.

¿Aún amaba a Camila?