Fiesta Sorpresa

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05 de Agosto 2015

Mi madre no comprendía que el dormir en el suelo no te brindaba las mejores siestas de tu vida y aún así decidía hacernos madrugar para comenzar a preparar la fiesta de mi padre, por si fuera poco, pasamos de tener un baño en cada cuarto a compartir un baño los cuatro y como según, yo soy la que se tarda más bañándose fue a la que despertaron primero para no retrasar a los demás.

- Layla más vale que ya te vallas cambiando, la fiesta comienza en menos de una hora.- como sí el cambiarme fuése mi prioridad, después de todo lo que mi madre me había puesto a hacer, necesitaba un buen baño si no quería alejar a todos con mi significante olor.

- No te preocupes 'amá no me tardo mucho si la hago.- debia admitirlo, de repente se salía lo niña de rancho y cortaba o juntaba las palabras como las de papá y mamá por 'amá y 'apá.

A la hora de la hora no sabía ni que ponerme, según yo me iba a poner un pantalón de mezclilla una camisa casual y tacones para no verme ni muy muy ni tan tan, pero en cuanto vi a mi hermana en vestido y a Amelia y Amanda igual de arregladas, opté por irle a quitar una falda a mi hermana y cambiarla en lugar de los jeans.

En cuanto llegaron mis primos, me dí cuenta de que bien me pude haber puesto los jeans sin desencajar, todas venían lo más comódos posibles, mientras yo me la pasaba preocupada por si se me veían la ropa interior o si se notaba mucho que la falda no era mía.

De un momento a otro el lugar se veía lleno, parecía que mis tías habían decidido llegar en manada y que habían invitado a las amigas de mi madre con ellas. Por su parte, la familia de mi padre llegó tarde como de costumbre y uno que otro de sus compañeros de trabajo se había dignado a venir, no es que mi padre fuera antisocial, pero en comparación de mi madre, si que se veía como uno.

- No se si me puedas ayudar, pero ando en la búsqueda de una chica que tiende a sentarse en los libros de los demás- sentí que alguien interrumpia la plática que tenía con mis primas con las que, según nosotras, disimuladamente le dabámos fin a la mesa de botanas  y dulces.

- Lo siento pero en esté momento, como verás, estoy indispuesta- dije lo más calmadamente intentando poder hablar, masticar y tragar al mismo tiempo el durito que tenía sin verme tan asquerosa.

- Entonces creo que seguiré buscándola y volveré cuando estes más dispuesta- sonrió de una forma tan animada que si no fuera porque ya me había pasado el durito, de tan emocionada que estaba me hubiera atragantado.

- ¿Quién era?- preguntó Mar en cuanto Diego se perdió entre la gente.

- Un conocido- al ver que su sonrisa se ensanchó me dieron ganas de corregirme, pero lo cierto era que ni amigos éramos.

- Preséntalo- intervinieron Ilse y Mirna al mismo tiempo.

- Es mayor, no creo que quiera convivir con niñas.- según yo tenía tres años más que yo y tomando en cuenta que soy la mayor de todas no era como si estuviese mintiendo.

Antes de que siguieran tratando de convencerme decidí cortar por lo sano y me dirigí a cualquier punto de la casa menos ese, en el camino saludé a cualquiera que se me atravesara, entre ellos la mamá de Diego.

- Cariño que bueno que te encuentro- interrumpio una agitada Maria la conversación que tenía con Isabel- ¿Has visto a Nichólas? Es que no lo he visto desde antes de que comenzara la fiesta y ya estoy  comenzando a preocuparme.- al ver su preocupación me disulpé con la Maestra Sepúlveda y me enfoqué de lleno en Maria.

- ¿Tiene alguna idea de donde pueda estar?- traté de idear un lugar por el cual comenzar a buscar.

- No sabría decirte, lo que sé es que en la mañana dijó que iba a ir a Rectoria para ordenar unas cosas de su beca, y cuando regresó me comentó que unos chavos lo habían invitado a salir en la noche, pero no me dijo donde podría estar.- uniendo todos los cables que María me había dado, ya tenía una idea de donde se encontraba mi querido amigo.

Serás míoWhere stories live. Discover now