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Sin embargo, la loca sí se enteró qué él era casado y que tenía una buena vida.

Él no se esperaba lo que Ocurriría después, cuando encontró a su esposa e hija degolladas en su apartamento con una nota diabólica de ella, la obsesiva.

Se reunió con ella justo como la nota decía, en el mismo lugar donde la conoció y la luna estaba igual de esplendorosa que aquel día. La vió ahí, con una expresión sombría que sólo ella sabía expresar y sintió muchas cosas en aquel preciso momento, él estaba preparado y llevaba una pistola en la mano.

Hablaron de muchas cosas, de asesino a asesina y en el último momento, él la besó mientras sentía el frío metal entrar en su abdomen, tomó su pistola y le metió un tiro, haciendo un fuerte ruido.

La policía estaba en el lugar, ya que Néstor quería hacerse la víctimas para lograr la victoria. La colocó en un árbol y se marchó de ahí, pero el sabía perfectamente que ella estaba viva y que ahora, una guerra obsesiva por asesinar cada vez más a sangre fría, comenzaría, y no acabaría hasta que el otro muriera.

O éso pensaba Néstor, que se pasó varios días en una estación policial dándo declaraciones sobre los hechos anteriormente ocurridos. Él se sentía en desventaja porque perdía el tiempo mientras que ella, ganaba cada vez más y más.

O eso volvió a pensar Néstor, que se sorprendió al quinto día que pudo rehacer sus asuntos porque ningún asesinato tipo loca había sucedido. Era extraño. Ahora sentía unas inmensas ganas de verla nuevamente.

Asesinó a quien se le interpuso en su camino, con sus recursos intentó buscarla por todas partes, no tuvo cuidado en dejar pistas o no, él sólo quería verla nuevamente.

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora