Capítulo #39: "Adiós"

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  El despertador comenzó a sonar a la seis de la madrugada, tal como lo había programado la noche anterior. 

Inmediatamente lo apague, temiendo que Juan llegara a despertarse. Pero para fortuna, el bello muchacho solo se removió un poco. 

Lo mire por última vez; su boca semi abierta, su desnudo pecho subía y bajaba a la melodía de su respiración tranquila. Se veía tan tranquilo mientras dormía, su cara relajada. Una lágrima cayo por mi mejilla derecha, lo extrañaría más que a nada en este mundo.

-Adiós mi príncipe...- Susurre en un sollozo.

Bese su frente delicadamente, luego su mejilla hasta llegar a sus labios. Juan se removió solo un poco, luego siguió durmiendo tranquilamente.

Sin dejar de llorar, me puse de pie y salí de la habitación de Juan.

El aire puro me invadió, erizándome la piel. 

Aun seguía en ropa interior. Suspire hondo y me acerque a la mesa donde el papel y el lápiz yacían, me senté y mire la hoja en blanco.

-Juan...- Garabatee.

Me temblaba la mano, las letras apenas eran legibles.

"Cuando leas esto, estaré volando rumbo a otro país. 

Lo siento tanto, Juan, jamás quise abandonarte así sin más. Pero no podía decirte que me mudaría a otro país en la cara, el solo hecho de ver tus ojos me partiría el alma. 

Entonces, sin más alternativas, tuve que partir sin previo aviso. Sé que me odiarías pero quiero sepas la verdadera historia... 

Seis meses antes de conocerte, mande mi carta de admisión a la universidad más grande de diseño de modas. Jamás pensé que me aceptarían.

Pero dos semanas atrás, la carta llego a casa, diciendo que fui aceptada. Yo no lo podía creer, era el sueño de mi vida. Pero alli estabas tú, el amor de mi vida. ¿Y cómo podía decirte que mi iría a otro país? ¿Qué no volvería a Londres nunca jamás? No, no podía decirte, yo no era tan valiente.
Y sin otra alternativa, me vi obligada a abandonarte. 

Te amo Juan Luis Londoño y estoy loca y perdidamente enamorada de ti. 

Jamás te olvidare, jamás olvidare cada perfección tuya, tus besos y tus cabello. Fuiste y serás por siempre mi único amor, a la única persona que fui capaz de decirle "te amo" Y con todo mi corazón, te pido que sigas con tu vida e intentes olvidarme, olvidar a esta estúpida e egoísta muchacha que te abandono, Espero que encuentres otra muchacha que pueda quedarse a tu lado para siempre... y me duele tanto no poder ser yo esa muchacha... 

No me busques Juan, por favor. Perdóname. Te amo y siempre lo hare.
Tu ex novia, ________ Vivas."

Doble la carta con dolor, la metí en el sobre y lo selle. Lo apoye sobre la mesa y con mucho cuidado me aleje, cerré la puerta con delicadeza, diciéndole adiós a la única persona que amo, diciéndole adiós a mi felicidad. Me marche del apartamento, llorando y corriendo. Ya estaba hecho, lo había abandonado. Me subí al taxi que me condujo hasta casa sin dejar de llorar.

-Llegamos- Dijo el taxista sacándome de mis pensamientos.

Mire por la ventana, efectivamente habíamos llegado a la mansión.

-¿Podría esperarme diez minutos? Tengo que ir al aeropuerto- Dije, respirando entrecortadamente.

-Sí, no se preocupe- Dijo amablemente.

Baje del taxi rápidamente, debía huir de Londres lo antes posible. 

Entre a la mansión corriendo, cambie mi elegante vestido por un jean negro ajustado y una camisa rosada. Recogí mi cabello pero entonces el broche de diamantes cayó al suelo. Lo tome con delicadeza, intentando no llorar. Era el último regalo de Juan, una parte de él que llevaría conmigo.
Lo metí en mi bolso, al igual que nuestras fotos juntos. Mire a mi habitación por última vez, las lagrimas volvieron a caer al recordar mi primera vez. Tome las maletas decidida a marcharme, cerré la puerta con fuerza. Mientras el taxista cargaba las maletas di una última mirada hacia atrás, mire como Juan, Steve, Tania y los chicos se quedaban atrás.

-Jamás los olvidare...- Susurre con tristeza.

Y con dificultad me subí al taxi que se dirigió directo al aeropuerto. Por mi ventanilla podía ver pasar toda mi vida; mi primer día de clases, mis actos escolares, mis fiestas, las fiestas de Amanda, mis diez veces en el hospital y las inolvidables salidas junto a Juan. 

Todos eran recuerdos que me llevaba conmigo, que jamás olvidaría.

El avión despego de Londres a las 09.00 AM. En siete horas y cuarentas minutos arribaría en New York. Tenía solo un día para desempacar las cosas y adaptarme a mi nuevo apartamento.

El lunes a las ocho de la mañana comenzaba mi primera clase en la Universidad de Diseño de Moda de New York, la más prestigiosa del mundo. 

Pero a mí no me importaba, yo estaba destruida, había abandonado al amor de mi vida. Se sentía peor de lo que pensaba, era algo desbastador. Una parte de mi se había quedado en Londres, durmiendo junto a Juan. 

Cerré los ojos, haciendo que mas lagrimas caigan por mis ojos. Debía acostumbrarme a mi nueva realidad, a mi nueva vida, a mi nuevo dolor. Sin Juan, ni Tania, tampoco Antoni, Romeo, Jose y Romeo. Sin nadie. Mis padres, en suiza. Mi hermano, en california. Mi verdadera vida, en Inglaterra.
Mire por la ventanilla del avión la cuidad bajo nosotros, tan luminosa y brillante. 

New York City, el sueño de cualquier chica. Era lo que siempre había soñado, ser diseñadora de moda y poder demostrar mi talento y gustos a las personas. Pero lo que yo no sabía era que un día, conocería a la persona perfecta, que al instante lo odiaría y luego, extrañamente, me enamoraría. Sufriría largas semanas. Pasa tiempo después, vivir los mejores meses de mi vida junto a él, junto a Juan.

Una lagrima mas rodo por mi mejilla, quemando.

-Señores pasajeros, les informamos que el aterrizaje a New York City está por comenzar. Se les ruega que permanezcan en sus asientos y se abrochen los cinturones de seguridad. Y gracias por volar con British Airways.

Oficialmente, mi nueva vida acababa de comenzar.  

Cambios (Maluma & Tu) *Terminada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora