VII

7.9K 1.1K 136
                                    

Era medio día y apenas JongIn mostraba signos de vida, ya que desde hace algún tiempo había comenzado a roncar, por alguna extraña razón Do no protestó.

Desde hace tanto no tenía alguien durmiendo a su lado, era extraño pero de una manera agradable, simplemente se sentía bien, aunque esa persona con la que compartía la cama no era nada menos que su enemigo.

—¿Qué tanto me miras?

Por estar sumergido en sus pensamientos no había notado que el ex moreno había despertado.

—Simplemente veía lo hermoso que soy —dijo firme y orgulloso, dándole la espalda como toda una diva —no todos los días puedes ver tu rostro mientras duermes.

JongIn río y entró a la ducha.

Él por otro lado, tendió la cama y llevó al bote de basura los envoltorios de golosinas que JongIn no se había molestado en tirar.

En fin, era su cuarto y lo quería impecable.

—Bien, ahora te me largas —le ordenó al salir del baño, barriendo la mano despectivamente a la puerta.

—¿Qué? No, este es mi cuarto.

—De hecho, yo soy Do KyungSoo como puedes ver —se auto señaló de arriba a bajo —así que largo. Me tengo que vestir.

—eso no es un problema, digo, es mi cuerpo —se cruzó de brazos.

—¿Y qué? Aún así es vergonzoso que te vean mientras te vistes —empezó a colocarse el desodorante sin prestarle mucha atención.

—además tienes que irte, si no, mi madre se preocupará.

—¡Ah si claro! Se me olvidaba que tengo una cita con la anciana Lee de mi club de lectura —sonrió burlón.

Abrió los ojos sorprendido, maldita sea lo habían olvidado.

—No le puedes decir a nadie ¿entiendes? —dijo con claro fastidio.

Antes de que pudiera tomarlo del brazo, Kyung saltó por la ventana.

Río, se había salvado de las garras del lobo, pero aún tenía un problema, el cuarto repleto de insectos.

Como pudo salto hasta la puerta y salió de aquel cuarto con unas prendas que tomó en un instante.
Al llegar a las escaleras le invadió un olor dulce y agradable.

—Cariño , ya es tarde —hablo la señora Kim al verlo en la escalera —pero no te quería levantar porque se lo mucho que te molesta. En fin te hice el desayuno —le señaló que se sentara y empezó a comer.

—el café está un poco dulce—comentó vagamente.

—¿Qué? ¿Enserio? ¡Te lo cambiaré! —tomó rápido la taza alejándola como si fuera alguna sustancia tóxica.

—¿Mmh? —no se esperaba esa reacción, sólo había comentado que estaba algo dulce, no que tenía ácido.

—Hijo, se que te molesta que tu café no este perfecto, pero trató de hacerlo ¡lo siento tanto! Lo cambiaré enseguida pero no te molestes— se apresuraba a decir la mujer.

—¡Basta! —lo miró boquiabierta —mamá tranquila, esta perfecto, todo lo que hiciste esta delicioso.

Era la verdad, y estaba agradecido por ello, hacía ya tanto tiempo desde que alguien le preparará el desayuno.

—JongIn... —el joven la dirigió hacia él dándole un abrazo que fue correspondido enseguida.

Después de esa pequeña escena, se la pasaron hablando de cosas triviales. La verdad era que la señora Kim era muy ocurrente y divertida, todo lo contrario a su madre.

¡Éste No Es Mi Cuerpo! [KaiSoo]Where stories live. Discover now