Sentí la cabeza de su miembro comenzando a entrar en mi. Despacio, suavemente dentro de mi, estirándome hasta que estuve gritando por el dolor espantoso de la entrada. Placer y dolor, me quemaba, me mantenían inmóvil mientras él hundía su miembro dentro de mi, centímetro a centímetro.
—¿__________, estas bien, nena?—. Yo podía oír la tensión de la voz de NamJoon, la vena caliente que vibraba de lujuria y posesión, preocupada y tierna.
—Por favor... —jadeé cuando él se paró lentamente, deslizándose por la entrada. La cabeza de su miembro acababa de pasar el anillo apretado de mis músculos, la punta acampanada me estiraba mientras luchaba para acostumbrarme a su miembro grande que me llenaba allí.
—¿Más, nena?—me preguntó, su mano acariciando mi trasero.
—Más. —grité, mis caderas empujando hacía la lanza que me quemaba. —Más, por favor, NamJoon. Más.
Él comenzó a empujar dentro de mi. Con un golpe lento, estable, NamJoon llenó mi trasero completamente, mi duro gemido cuando se hundió en mi hasta las pelotas, resonando en el cuarto.
Yo gritaba repetidamente ahora, mis músculos apretados sobre él, mi cuerpo aceptando el dolor como un tortuoso placer que no podía negar más. Mis caderas moviéndose contra él, conduciéndolo más profundo, mientras NamJoon se retiraba, para luego empujar hacia delante otra vez.
—¡Sí! —grité cuando NamJoon comenzó un movimiento de empuje fácil dentro de mi trasero. —Ah Dios, NamJoon cójeme. ¡Por favor cójeme!
Él empujó más duro dentro de mi. Una vez, dos veces, sin parar. yo habría protestado, pero me faltaba aliento. El miembro de NamJoon llenaba mi trasero hasta el tope, dejando poco espacio en mi ajustada feminidad.
La realidad dejó de existir. No sabía cuando NamJoon me había liberado de las esposas de cuero o cuando había liberado mis tobillos. Pero ahora estaba sobre mis manos y rodillas, emparedada entre él, pidiendo más. Suplicando por los duros empujes de su miembro dentro de mi cuando NamJoon establecio un movimiento de empuje lento, rítmico que amenazó con ahogarme en placer. Yo estaba loca con el quemante éxtasis que llenaba mi cuerpo. Me movia contra él, tomándolo, animándole hasta que empezó a empujar con golpes poderosos dentro de mi.
—NamJoon —grité su nombre cuando sentí el comienzo del orgasmo. —Oh Dios, NamJoon, no puedo soportarlo.
—Tu puedes, __________ —gimió él, levantándose sobre su cuerpo mientras impulsaba mis caderas. —Tú puedes, nena. Tómalo. Tómalo, __________. Córrete para mí, preciosa. Córrete para mí ahora —él avanzó dentro de mi mientras me apretaba alrededor de él.
Yo no podía parar mis gritos, no podía parar las sensaciones que tensaban mi cuerpo, la presión hirviente, dura, el placer/dolor perforándome era demasiado para mi no instruido cuerpo tomado durante largo tiempo. Cuando culminé, gimiendo por la explosión, que se intensificaba, mi trasero chupando el miembro de NamJoon que me poseía hasta que oí trastornados gemidos y sentí el duro chorro de esperma llenar mi trasero.
El orgasmo de NamJoon estremeció mi cuerpo, una y otra vez. mis músculos apretando su miembro cuando él exploto dentro de mi, haciéndome gritar.
—Eres mía, ________—susurró, parando mi corazón por la emoción—Tomada por mí. Sostenida por mí. No te dejaré evitarme otra vez.
Yo le habría contestado, pero el susto me inmovilizó cuando oí el grito enfurecido de mi madre en la entrada.
—¡Eres una sucia puta! Justo como tu padre. ¡Igual que tu padre!
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APOCO NADIE SE ESPERABA ESTO Y TODAS RE :D
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