Just for fun(VMin)

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El autor... o autora, de Just for fun, había actualizado, así que Tae Hyung aprovechó el trayecto en la furgoneta para coger su teléfono móvil y leer. Por supuesto, se había instalado la aplicación para poder hacerlo en cualquier lugar y momento, aunque a veces, después de según qué escenas, se había arrepentido.

A su lado estaba sentado Ji Min. No sabía cómo había sido así, pero intentó bloquearle la vista de su móvil lo mejor que le fue posible, sin parecer sospechoso. Sin embargo, su amigo era curioso por nacimiento, así que pronto alzó los ojos, intentando clavar la mirada en las letras que Tae Hyung reseguía con la suya.

-¿Qué lees?-preguntó al fin, ya que no podía divisarlas. Tae Hyung suspiró, intentando mostrarse contrariado al verse interrumpido. No era así. No recordaba que la voz de Ji Min le hubiera molestado nunca.

-No quieres saberlo.

-¿Por qué no quiero saberlo?

-Ji Min...-comenzó a decir, intentando buscar una explicación. Pero no tenía ninguna- No es nada importante, ¿vale?

-¡Pero...!-su amigo se pegó más a él, a pesar de que el cinturón de seguridad quisiera mantenerlo en su sitio. En el otro asiento, Jung Kook dormía en profundidad. Los demás miembros estaban demasiado ocupados con sus propios quehaceres, como para prestar atención a los ruidosos que viajaban en la parte de atrás. Notó la mano de Ji Min sobre su pierna, y parecieron darse cuenta a la vez porque el chico quiso apartarla al instante. Tae Hyung se lo impidió, colocando la suya libre encima.

-No me molesta que me toques, no la apartes.-le gustaba sentirlo. Para qué mentirse. Desde antes de empezar a leer... desde después... no lo sabía, y le daba igual, el caso era que el placer con solo notar a Ji Min cerca le revolvía el estómago.

Se quedaron en silencio. El interés de Ji Min por saber lo que leía murió igual que el suyo propio por seguir leyendo. El sonido de la suave música escapando a través de los auriculares de Yoon Gi, el parloteo incesante de Seok Jin con Ho Seok o Nam Joon riéndose de los comentarios de algunos fans quedaron relegados a algún lugar lejano. La mano sobre su pierna era lo único que Tae Hyung podía percibir. Eso, y la mirada interrogante, desesperada y confusa de su amigo. Sus ojos descendieron despacio hasta toparse con la boca entre abierta de Ji Min, y se relamió los suyos, preguntándose qué pasaría si terminaba de golpe con el juego y lo convertía todo en una realidad de una vez. Se inclinó hacia delante. 

Era arriesgado. No sería difícil que el mánager, a través del espejo retrovisor, los viera. Incluso cualquiera de los otros podría volverse a preguntar algo justo en ese momento.

Y sin embargo, Tae Hyung lo besó. Sus labios se juntaron unos segundos, y cuando quiso apartarse, parecían estar pegados por lo que solo se alejó lo suficiente como para que sus narices siguieran rozándose. 

Notaba su corazón latiendo a mil por hora, y el rojo en las mejillas del otro chico se le antojó adorable. 

Quería volver a besarlo, y lo hizo, porque Ji Min no parecía mostrar interés en querer apartarlo.