47. Solo un par de días.

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Ya de regreso en la empresa, seguimos trabajando por un rato más, hasta que Rob, el esposo de Pam, llega por ella y la rubia se retira quedando en llegar mañana a primera hora. Un rato más tarde nos da hambre y pedimos comida china. Comemos en el suelo sobre la alfombra, mientras Emily nos muestra las fotografías del apartamento que tiene pensado para mí. Es espacioso, pero no enorme, decorado con colores claros y cálidos, con una habitación, dos baños, sala, comedor, cocina y un pequeño balcón. Es medio piso de un gran edificio en alguna zona reservada de la ciudad. Me gusta, es el mismo que yo escogería si tuviera entre muchos que escoger. Em me entrega la copia del contrato, me dice que ella ya lo ha revisado y todo está en orden, listo para ser firmado y entregado, lo que me parece fantástico. El apartamento está perfectamente amueblado, cosa fabulosa y eso me convence un poco más. Creo que vale el precio que piden.

Luego de cenar, y de que se me entumeciera el trasero, llegan por Emily, quedando solo Andy, Becca y yo. Becca ha estado muy callada desde que regresé del ensayo, cosa absolutamente rara en ella. Me pregunto si le habrá pasado algo. O si alguien ya le dijo algo. Ya hablaré con ella en un rato.

Poco después de las nueve, Andy se retira también, y Beca y yo subimos a mi oficina. Ella se entretiene viendo los bocetos que nos faltan por terminar, y yo me encargo de ver los modelos de BMW que me ha dejado Hannah. Como no son muchos los modelos, escojo más rápido uno de ellos. Me decido por el bonito M4 Coupé, en un bonito y llamativo amarillo metálico. Será increíble pasear por la ciudad en él.

Levanto la vista para pedir la opinión de Becca respecto al auto, pero la veo que está perdida en sus pensamientos. Algo le pasa, sin duda. Justo cuando estoy por hablar, llaman a la puerta.

– Pasa, Hannah. –ella entra con una cara que no refleja muy buenas noticias. No...

– Señorita White, las habitaciones en el Hampton Hilton están agotadas, dado a que hay una convención de golfistas y el hotel está a reventar. –esas son para nada buenas noticias.

– ¿Podrías reservar en algún otro hotel, por favor? No creo que todos estén ocupados.

– Por supuesto, señorita.

– Mi prima y yo nos retiramos ya, tenemos algunas cosas pendientes. Así que te pido que te pongas en busca de ello, por favor. En el camino me llamas para decirme donde será mi reservación.

– Muy bien, señorita White. ¿Algo más?

– Es todo. En cuanto consigas la reservación, te puedes retirar.

– De acuerdo. Que tengan buenas noches.

– Igualmente, Hannah.

Mi secretaria sale de la oficina y creo ver un gesto de alivio en su rostro cuando se retira. Tampoco es como si la tuviera matándose con el trabajo, que no exagere. Le pago bastante bien como para que se quede el día entero trabajando.

Vuelvo mi vista hacia Becca, y la veo aun sumida en sus pensamientos.

– Hey, ¿qué tienes, Becca? –ella parece reaccionar solo un poco.

– No es nada. ¿Ya nos vamos? –sí, claro, no tienes nada. No me voy a quedar conforme.

– Claro.

Tomamos nuestras cosas y salimos del edificio en el pequeño auto blanco, que es posesión de la empresa. No me gusta, es reducido y muy simple, además de que en blanco casi no me gusta. Será mi apellido, pero no me gusta en muchas cosas ese color.

Las calles están más vacías que hace rato, lo cual me hace sentir un poco más tranquila. Pero la tranquilidad se esfuma cuando tomo el camino hacia nuestro destino. La ansiedad crece y no se quiere ir. ¿Estará Niall en casa? Espero que no. Espero que no esté ahí, y, que si está, que no me vea ni me hable.

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Where stories live. Discover now