Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1

65. Engaño.

– ¡Preparados, vamos a comenzar!

Mamá termina de darles indicaciones a los chicos de las luces, mientras que frente a nosotros, Landon ajusta la lente de su cámara.

Landon ya nos ha colocado a Niall y a mí en una pose que no me convence para nada. Siento el calor del pecho de Niall sobre mi espalda, y su ligero toque sobre mi cintura, aunque hace eso para ocultar su escayola.

Un momento después, los flashes comienzan.

Mamá nos hace colocarnos de diferentes maneras por casi toda la escenografía. Me indica que me siente sobre la banca de mármol falso con Niall de pie, luego le pide a Niall que se siente a mi lado. Después me indica que me ponga de pie al lado del pequeño kiosco, para que, luego de un par de tomas, Niall esté de nuevo a mi lado. Me marea todo este movimiento mezclado con los flashes, pero me las arreglo para que mi sonrisa no desaparezca en ningún momento.

– ¡Fantástico! –aplaude mamá. –Vayan a vestirse, sigamos con el juego. –ciertamente, no sé por qué siento que se divierte como una niña con muñecas Barbie.

Tomo un gran respiro aliviado y me alejo de la escenografía sin siquiera ver si Niall se queda ahí o también se marcha.

He decidido ignorar el asunto de Niall al menos hasta que la sesión termine. Admito que no deja de dar vueltas en mi cabeza, pero puedo mantenerlo a raya mientras no esté tan cerca de mí, cosa casi imposible en este momento en el que tenemos que estar muy cerca, y todo para ocultar su brazo.

– Te viste fabulosa, Abby. Te dije que podías hacerlo. –me dice Pam cundo entramos en el vestidor.

– Lo sé. La verdad creí que no...

La puerta se abre con un movimiento brusco, haciendo que Pam y yo nos sobresaltemos del susto.

Niall aparece en el marco de la puerta y entra en mi vestidor sin pedir permiso. ¿Qué quiere ahora? Se supone que no está de humor para nadie.

– ¿Podemos hablar? –pregunta en un murmuro apenas audible. Pareciera que quiere controlar su mal humor. ¿Está molesto conmigo?

– Lo siento, Niall. Tenemos algo pendiente ahí afuera, y no me interesa si quieres o no soportarlo también. –no detengo el veneno con el que salen mis palabras, no ésta vez.

– Abbigail... –me advierte. ¿Ahora me llama por mi nombre? Este chico sin duda es un maldito enigma con el que no tengo ganas de lidiar hoy.

– Los dejo, Abby. Regreso en cinco minutos. –habla Pam.

– Que sean diez. –responde Niall, sin romper nuestro contacto visual. ¿Quiere jugar conmigo? Siento la mirada de Pam sobre mí.

– Te espero en tres minutos, Pam. Niall no se quedará mucho tiempo aquí. –digo, sin dejar de retar a Niall con la mirada.

Él no responde algo más, y Pam sale inmediatamente del vestidor. El silencio lo reina todo aquí dentro. La tensión y la molestia son palpables entre nosotros.

– ¿Qué hacía aquí el maldito imbécil de Zayn? –suelta con voz dura, sin ocultar su gran enfado hacia el moreno.

– Es un amigo, Niall. Solo vino a verme. –respondo sin mucha importancia.

– ¿Vino a verte? Me dijiste que él y tú no son amigos. –su rostro se enrojece, pareciera que podría explotar en cualquier momento. Rayos, recuerdo que eso se lo dije ayer.

– Y no lo somos. Al menos no exactamente. Comprenderás que él...

– No quiero comprender nada. No te quiero cerca de ese imbécil. –ruge con todo el odio que puede impregnar en su voz. No quiero perder la paciencia que estoy tratando de mantener en pie, pero se me está haciendo imposible.