14

3.6K 304 45
                                    

Jeff, Nicolás, Haley, Tyde y Clove.

Son los tributos que he asesinado.

Debo tomarme un segundo para ver a todos esos cuerpos sobre el piso llenando las baldosas de sangre. Debo tomarme un minuto más para intentar soltar la pistola y poder dársela a Gale que esta frente a mí mirándome con la cara algo dura. Intento darle el arma, como el me lo pide, pero eso jamás sucede ya que él mismo me hace aferrarme a ella con sus propias manos contra el arma y mi cuerpo. Me hace ojitos y le da una mirada al resto de nuestros compañeros que están mirándome con desdén. Todos han hecho una pequeña reunión a la entrada de los ascensores, algo lejos de mí.

Aunque debería ser una escena llena de violencia, donde cada uno de los tributos debería estar matándose entre sí. Nosotros nos mirando los unos a los otros sin poder decir alguna cosa. Aunque es Cato, él que se acerca a Gale y a mi lentamente con su arma a un lado, guindando de su hombro izquierdo. Hago una cara de expectativa ya que él es derecho, así que si tiene el arma allí puede estar dispuesto a atacarme por lo que he hecho.

—¿Que ha pasado? —demanda saber, levantando una ceja. Mirándome fijamente.

Arqueo los hombros para evitar dejarme llevar por mis fuertes emociones que me han cubierto el pecho y mi cuello. Quisiera intentar correr y ocultarme de todos ellos, pero me encontrarían fácilmente y ¿Cómo podría yo escapar de Gale si ha venido hasta aquí para salvarme?

—¿Y bien? -pregunta, en modo de grito.

Todos voltean a mirarnos. Yo solo puedo mirar a Cato mientras Gale retrocede un poco hacia mí, pegando la espalda de mi pecho y tomando sutilmente mi mano izquierda con su mano derecha. Aún después de todas las muertes que he causado. Mi compañero de distrito aún sigue con su plan de cuidarme, pase lo que pase.

Eso, sin duda me hace sentir como una peor persona: una persona que no merece a Gale.

—Calma Cato... —responde Tresh.

Tresh se acerca a nosotros, rodeando los cuerpos del muto con cautela como si lo fuese a atacar en cualquier momento. Aunque el líquido color negro con blanco (que se supondría es la sangre del animal) cae a borbotones de los dos orificios de la cabeza que le he abierto con mis disparos.

—Seguro que Peeta tiene una explicación lógica para lo que ha pasado. ¿No es así? —me pregunta cuando este junto a Cato. —Sino es así, las cosas se pondrán feas. Y eso no es lo que todos queremos. ¿Verdad? —su voz está llena de desafío.

Puedo sentir como Gale se tensa bajo mi mano, por su mandíbula puedo entender que ha apretado los dientes al nivel que puede rompérselos si sigue así. Él me aprieta un poco la mano, pero ni siquiera lo ha notado.

—¿Eso ha sido una amenaza? —pregunta Gale. Con fuerza.

Tresh lo mira con algo de rabia y puedo ver que no se han quitado los ojos de encima durante todo este rato. Podría formarse una pelea que Panem nunca olvidará entre estos dos. Así que intento hacer todo lo posible por hacer que nada pase.

—Ha sido el humo que me he tragado cuando he entrado al edificio. Me ha hecho ver visiones. Escuchar voces que me perturban y me ha hecho defenderme. —les digo, en voz lo suficientemente alta para que puedan todos escucharme.

Todos analizan lo que acabo de decir, inclusive Gale me mira con algo de duda reflejada en sus ojos y en la manera en la cual sus labios se mueven con algo de rapidez. No sé qué otra cosa pudiese decir, no tengo ni la más mínima idea que es lo que ha pasado. Pero es lo que puedo entender, eso es lo que ha pasado. Y para ellos, que no han visto lo que yo sí, no les queda otra cosa que entender.

Los 74ºJuegos del Hambre (Peeta & Gale)Where stories live. Discover now