Parte/11

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Juan Manuel, apuró su copa de licor que previamente se había servido,  caminaba nerviosamente por la habitación, su madre le dijo.

—Por favor, deja de caminar y prosigue.

Juan Manuel obedeció a su madre y tomó asiento en un cómodo sillón a un lado de su madre .

—Bien madre, como te decía, hace diez años empece una relación con la que ahora es mi mujer, su nombre es Judith, es divorciada, tiene dos hijas, a las cuales quiero como a mis propias hijas, quiero que la acepte como  mi esposa,  próximamente vendremos a vivir aquí en Guadalajara, ya que muy pronto voy hacerme cargo de la sucursal del banco, la fecha exacta no la tengo,  voy a permanecer una semana en la ciudad, tengo que ver asuntos del trabajo, pero le reitero, no voy a regresar solo, Judith y las niñas vienen conmigo.

Camilla no dijo nada, era muy inteligente para mostrar el disgusto que le estaba ocasionando su hijo, pero si él creía que ella iba a aceptar a esa arribista estaba muy equivocado.

—Hijo te felicito por tu ascenso, me das una alegría tremenda, Dios escuchó mis ruegos, para que vinieras a vivir al lado de tu familia y, si ya decidiste traer a esa mujer y sus hijas, no me queda nada más, que aceptar tu voluntad.

—Gracias madre, sabía que iba a comprender, pero recuerde esa mujer, es la madre de mis   hijas y Judith es mi mujer y muy pronto será mi esposa ante la ley, no se le olvide— me tengo que ir me esperan en el banco—le dio un beso en la frente y salió rápidamente, Camilla inmediatamente fue en busca de Eva.

—¡Nana, perdón madre, que te pasa, mírate como vienes toda descompuesta!

—¡Cómo es posible que aún no me puedas llamar como lo que soy tu madre!, estamos solas, no hay ninguna de tus amistades a la vista.

—Por favor, Mamá, son muchos años de decirte nana, no es falta de respeto es por costumbre, pero ¿cuál es la urgencia?

—Hija, tu hermano está en la ciudad.

—Pero eso no es para que estés en ese estado, al contrario, todos los días estás pidiendo tu limosna por verlo. 

 —Así es hija, pero esta vez es diferente. 

 —¡Explícate bien, que no te estoy entendiendo nada ¿te dio gusto ver a tu hijito o no?  y a todo esto a que vino Juan Manuel aún no es fin de mes. 

—El viene por una semana, por ahora. 

—Pero mamá esa es una magnifica noticia. —¡Cálmate  madre,  te va a hacer daño mira como tiemblas!

—Ay hija, cuando te enteres de lo que hizo tú hermano también te vas a descomponer.

—¿Pero que pasa con mi hermano? ya no le des más rodeos al asunto, ve al grano. 

—Tu hermano me acaba de decir que va a venir a trabajar a la sucursal del banco.

 —Pero mamá por eso te preocupas, si todos los días le estás pidiendo a todos los santos que tu hijito regrese a las faldas de su madre, ja,ja,ja.

—Hija esto no es causa de risa.

—Ya, ya tranquilízate, ¿Cuál es el problema con mi hermano.

—Qué no viene solo.

—Ah no, ¿y con quién viene?

—Viene con una mujer divorciada, con dos hijas, que según él, quiere cómo a sus propias hijas, hazme el divino favor.

Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora