15.

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—¡¿Y qué si me quiero rendir?! ¡¿Y qué si me quiero morir?! ¡Sabes que a nadie le importaría!

—¡A mi me importaría!

—¡Eres un maldito mentiroso! ¡Solo estas conmigo por lastima!

—¡Eso no es cierto! ¡Sabes que te quiero más que a nadie! ¡Eres mi mejor amigo!

—¡Cállate!

— ¡Bill, entiendelo! ¡Siempre he estado ahí para ti! ¡Para que nunca tuvieras la necesidad de lastimarte! ¡Para que pudieras ser feliz! ¡¿Qué es lo que hice mal?! ¡¿Qué es lo que hace falta que haga?! ¡Dime que cambiar y lo haré, pero por favor jamás digas que estoy contigo por lastima, porque sabes que no es verdad!

—¡Dije que cierres la boca!

Y pensar que todo esto había pasado solo porque Bill había escuchado la discusión entre Wirt y Dipper.

—¡Deberías hacerle caso a tu estúpido amigo y dejarme en paz!

—¡¿Eso es lo que quieres?!

Y el conteo hacia la destrucción  comenzó.

Bill guardó silencio, sin saber que responder. Él no quería que Dipper se fuera, pero estaba enojado. MUY enojado.

—¡¿Eso es lo que quieres, Bill?! ¡Contesta! ¡¿Quieres que me vaya?! ¡Dilo y lo haré!

Dipper no estaba pensando claramente, y, muy en el fondo,  sabía que esto acabaría mal. Lo presentía.

—¡Quiero que te largues de mi casa! ¡AHORA!

Los dos se miraron fijamente, esperando que alguno de ellos cambiara de opinión y se disculpara con el otro.

Pero el orgullo no lo permitió.

—¡Bien! ¡Quedate solo como tanto quieres! ¡Ya no me importa!

Y sin más Dipper se fue. Destrozando el corazón de ambos.

«Esto acabará mal, ¿verdad?»

Bill miró la puerta y sin más comenzó a llorar.

—Dios... ¿Qué hice?

*

Dipper azotó la puerta de su habitación y empezó a lanzar, romper y golpear todo a su paso. La ira, el dolor y la tristeza nublaban todos sus sentidos.

—¡Maldita sea!— maldijo antes de que un extraño ruido lo regresara a la realidad. Volteó  y se encontró con una de sus pertenecías más preciadas, completamente destruida; Era su primera foto con Bill, la cual había sido tomada 8 años atrás. Los dos se veían muy felices comiendo helado. Bill tenía helado de fresa en el rostro mientras que Dipper se lo quitaba con una servilleta. Los dos tenían grandes sonrisas sinceras plasmadas en el rostro.

Cuanto extrañaba ver a Bill de esa manera y su forma de ser anterior. Todo caprichoso. Divertido, animado, vivo... Y no como ahora, que siempre sonreía solo para que él no se preocupara.

Con delicadeza sacó la foto toda rota y maltrecha por los vidrios del porta retratos y la abrazó a su pecho, dejando fluir unas cuantas lágrimas.

—Lo arruiné.

(Uno más y se acaba D':
Hoy publicaré el final, así que no se duerman :D)

No olvides el sol. [BillDip]Where stories live. Discover now