Capítulo 12

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Justo entonces mi hermana llamó a la puerta. Supe que era ella por sus característicos tres golpes. Guardé el móvil bajo la almohada, limpié mis lágrimas y le di permiso para que pasara. Ella abrió lentamente, ingresando a mi cuarto. Se sentó en la orilla de la cama junto a mí.

     —¿Estás bien? —preguntó con delicadeza.

     —No —me sinceré tras un cansado suspiro.

Ella borró la leve sonrisa que tenía en su rostro al principio.

     —¿Tan importante es para ti...?

     —Sí.

     —Intentaré hablar con ellos, ¿vale?

La pelirrosa me dio un abrazo y salió del cuarto cerrando la puerta a su paso. Escuché sus pasos alejarse y bajar por las escaleras. Mi hermana puede parecer algo infantil a veces, pero es muy considerada. Siempre me ha intentado calmar en momentos así.

Cogí el móvil que estaba bajo mi almohada y abrí una conversación con Miku. Necesitaba contárselo. Después de todo, ella me ayuda siempre y no tenemos secretos entre nosotras. Excepto lo de la verdadera identidad de Len, claro.

Chat con Miku

Miku, tengo que contarte algo horrible

Creo que puedo adivinarlo. Ayer escuché la conversación que tuvo tu madre con la mía por teléfono.

¿¡De verdad?! Cuéntame todo lo que sepas, por favor

En ese momento, la pantalla del chat desapareció y apareció una foto de la oji-azul, era ella que me estaba llamando. Contesté.

     —Dime —solté algo seria, pues estaba impaciente por saber de qué hablaron.

     —Ayer escuché a mi madre decir por teléfono: "No, aquí no ha venido Rin". —Esa frase la dijo con voz aguda, imitándola, a lo que yo solté una leve risa.

     —¿Y qué más?

     —Luego me preguntó a mí... Le dije que yo no sabía nada. ¿Qué pasó exactamente? Sabes que no se me da bien improvisar; si no me informas de tus patrañas no puedo ayudarte, Rincita.

     —Vale, te explico... Ayer me quedé a dormir en casa de Len.

     —¿QUÉEE? —gritó tan fuerte desde la otra línea que tuve que separar el móvil de mi oído.

     —Pues eso. Llamé a mi madre para preguntar si me podía quedar a dormir en tu casa, pero fue una trola, ¿entiendes?

     —¡Claro que lo entiendo!

     —Al llegar a mi casa esta mañana mis padres sabían que les había mentido y me han castigado sin quedar con Len...

     —¿¡CÓMO!? —otra vez tuve que separarme el artefacto.

     —Pero eso no es todo...

     —¿¡Cómo que no es todo!? ¿En qué clase de telenovela vives?

     —Al salir de casa de Len esta mañana me encontré con sus padres, y ellos también le han prohibido volver a verme.

     —¿Y eso por qué?

Ups... No podía decirle a Miku "porque no quieren que su hijo esté con una humana. Ah, por cierto, ellos son vampiros".

Me inventé una excusa rápida.

     —No lo sé.

Sí, esa fue mi excusa rápida.

     —Vaya, qué mal todo lo que te ha pasado en un momento...

Solo me limité a suspirar.

     —Y dime... ¿qué hicisteis anoche Len y tú? —preguntó con un tono de voz algo pillín.

     —No hicimos nada. Solo cenamos y dormimos.

     —¿Seguraa? —con el mismo tono de voz.

     —...Nos dimos algún que otro beso, pero nada más. —La peli-turquesa no contestaba—. ...¿Miku?

     —Sí, perdona. Es que estaba embobada imaginándomelo...

      —¿¡I-imaginando qué!?...

     —¡Oye, te cuelgo, mi madre me está llamando! ¡Adiós!

Me quedé mirando el teléfono para comprobar que la llamada había terminado. En ese momento, un gran suspiro lleno de la esencia de Len abandonó mis labios.

Quería estar con él en ese momento, quería abrazarlo, besarlo... ¿¡Pero qué digo!? Esto no va conmigo, definitivamente el amor me hace sentirme rara.

【Paraguas】☂ RiLenWhere stories live. Discover now