【Paraguas】☂ RiLen

Capítulo 16

Rin no me recuerda... ¡No puede ser! ¿¡Por qué!? No tiene sentido, yo soy el único al que no recuerda. Ella parece acordarse perfectamente de Miku, IA y ONE.

Cuando formuló esa pregunta me quedé helado... No esperé que esas palabras salieran jamás de su boca.

     —¿¡Cómo!? Rin, ¿de verdad no te acuerdas de Len? —preguntó la peli-cian.

     —No.

     —¿Cómo no vas a acordarte? ¡Es tu novio! —habló ahora IA.

     —¿Mi novio? —cuestionó totalmente extrañada, haciendo una mueca de desagrado—. Pero si yo ni siquiera estoy interesada en esas cosas. Además, no recuerdo haberlo visto en mi vida.

Todo lo que estaba ocurriendo parecía una pesadilla. Sentí como si las chicas y Rin se alejaran de mí a gran velocidad, como si me transportara a otro plano de la realidad. De nuevo me sentía muy nervioso y confundido. Ahora que las cosas habían empezado a ir mejor para nosotros... Incluso había conocido a los padres de Rin y me habían aceptado. ¿Por qué tuvo que ocurrir esto?

[ . . . ]

Estaba en la cama de mi habitación sin poder sacar de mi cabeza lo de la pérdida de memoria de Rin. Era demasiado extraño que al único al que no recordara fuera a mí.

Estoy casi seguro de que todo esto tiene que ver con mi padre. Se dice que los vampiros tenemos tantos poderes que ni siquiera somos conscientes de cuántos de ellos realmente tenemos, y uno de esos poderes es el control mental. Telepatía, telequinesis, alterar recuerdos... Pero son cosas muy difíciles de conseguir, además de que requieren mucha energía.

Lo que no llegué a imaginar era que mi propio padre fuera capaz de hacerlo. Solo si supiera usar ese poder para devolverle los recuerdos a Rin... Pero ni siquiera puedo mantener mi forma humana si veo sangre. Soy un vampiro despreciable...

Rin... si tus recuerdos no vuelven, me aseguraré de crear nuevos.

Narra Rin

Llegué a mi casa tras irme del hospital acompañada de mis amigas y ese chico rubio, Len, el cual parecía muy triste todo el tiempo.

Al ingresar en el salón, mis padres y mi hermana me abrazaron y me acribillaron a preguntas: "¿Te duele algo?", "¿Qué te pasó?" y "¿Ya estás bien?". Yo les dije que no me había pasado nada grave, solo caí rodando por una colina y casi me abro la cabeza con una roca.

     —Ah, por cierto, ¿vosotros sabéis algo de ese tal Len? —Por alguna razón no me podía sacar sus ojos tristes de la cabeza.

     —Claro, es tu novio, cielo. Nos lo presentaste la semana pasada —respondió de inmediato mi madre.

Vaya... Hace una semana, así que en realidad no nos conocíamos tanto, ¿no? Aunque tal vez hayamos sido amigos durante años antes de eso.

     —Mm... Todo el mundo dice lo mismo, pero yo no lo recuerdo.

     —¿¡Cómo que no lo recuerdas!? —gritó mi hermana, aterrorizada—. ¿¡Tienes amnesia!?

     —En realidad no lo sé —confesé—. Lo recuerdo todo: a vosotros, a mis amigas... Menos a él.

     —¡No puede ser! —dramatizó la pelirrosa—. ¡Tienes que recordarle, eráis la mejor pareja del mundo! —chillaba mientras me balanceaba los hombros.

Aún me dolía la cabeza por el golpe tan fuerte que recibí, y más si mi hermana no paraba de gritarme, así que hice saber que estaría descansando en mi habitación.

No sé qué pasa con ese tal Len, pero si todo el mundo dice que éramos pareja será porque es verdad, ¿no? Aunque es raro, porque yo nunca estuve interesada en tener pareja. Ni siquiera me gusta esa etiqueta. Yo solo tengo conocidos. ¿De verdad ese chico me gustaba tanto?