Capitulo 10

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Mariano no logro pegar un ojo en toda la noche debido en pensar en la petiza que lo traia loco hacia varias semanas.

Se levanta por un vaso de agua y el reloj marcaban las 4:58 hs, en dos minutos sonaria su alarma para ir rumbo al gimnasio como casi todos los dias.

En el viaje rumbo al gim decide poner musica en la radio para empezar el dia con todas las energias, pero todos los caminos conducian a ELLA, ya que en la radio sonaba ''Histeria'' una de las canciones de su disco. Y sinceramente le era imposible no pensar en ella, su cara, sus ojos, su sonrisa tan linda, su pelo, sus curvas, su caracter ¡y que caracter! Muy sencilla pero perfecta para el.

Recuerda ESA mañana, en donde despierta desnudo a su lado, siendo consciente de que la noche anterior habia pasado lo que nunca debia pasar y se quiere matar porque ese momento esta dia y noche torturandolo y lo peor es que a Lali ni parece interesarle.

Apaga el motor de su auto y apoya su cabeza en el asiento. Sabe que atras de esa chica que es super diva, tiene todos los lujos y se muestra fuerte y segura ante todos, hay una chica sensible, o peor, una chica lastimada. La semana pasada cuando la encontro tirada en el suelo de su oficina, con lagrimas en los ojos y destruida, entendio que ella no es la chica que se muestra ante todos y eso hace que sienta algo mas por ella.

Deja sus pensamientos de lado, porque sabe que en cualquier momento explotaria y baja del auto para entrar al gimnasio (su lugar de descargo).

Se dirige al sector de baños, pero alguien capta su atencion, y ese alguien era Mariana obvio.

La observa como le pega a la bolsa de boxeo y se sorprende al ver lo fuerte que le da (tan fuerte que siente que lo esta superando). Un golpe final y hace que la bolsa caiga y se rompa. Aplausos para Lali Esposito, supero a Mariano Martinez.

-Wuaw!- suelta el, al estar impactado. Cuando la morocha voltea, a el, lo unico que le sale es sonreir (porque no sabe y nunca va a saber como actuar ante ella)

-Hey Marian!- dice ella, tratando de sonar normal, aunque no lo estaba, porque al estar pensando en el y que se aparezca de repente era una picara coincidencia del destino y eso la asustaba.- Hace mucho estas aca?- le pregunta, despues de dejar un beso en su mejilla.

-Hola Lali..- la saluda el, bastante tranquilo.- No, recien llegue y te vi..- le comenta el morocho, señalando la bolsa de boxeo (rota) tirada en el piso.- Estabas con bastante energia, no? Digo, porque rompiste la bolsa de boxeo..

-Mucha, quizas demasiada.

-Veo que aceptaste mi propuesta de venir..- le dice el.- Pero viniste sola.- ella sonrie.

-Estoy desde la madrugada aca y no daba molestarte, seguro estabas descansando.- dice ella.

-Me crees si te digo que no descanse nada, porque no pude dormir?

-Posta?- le pregunta ella divertida, el asiente con la cabeza.- Y porque?

-Nose. Es que no dejaba de pensar en..- y se detiene al instante.

-En..- insiste Mariana para que termine la frase, con su carita tan tierna, sin maquillaje y cansada.

-Vos..- se le escapa de sus labios y al instante se quiere matar por lo que dijo. Y ahora como la dibujaba!? Que mierda le decia?

-En mi?- pregunta ella, con una picara sonrisa.

-Si, en vos, en lo que te paso el otro dia en tu oficina, tus ataques de panico.. Estas bien, no? No tuviste otra crisis?- dice al instante, tratando de dibujarla. Pero ella no le cree nada, por eso es que sigue la sonrisa de picarona en su rostro.

-Aah..- solo le sale decir.- Pero si, estoy mejor, no tuve ninguna crisis por suerte.- Mariano solo asiente con la cabeza, aliviado, safo de esta.- Eemm bueno..- sigue ella, para romper con el pequeño silencio que se habia formado, pero en realidad no sabia que carajos iba a decir.

-Seguis conmigo?- pregunta Mariano, refiriendose a la bolsa de boxeo.

-Si, dale..- contesta al instante.- Pero rompi la unica bolsa que vi en este gimnasio.

-No te preocupes..- dice Mariano riendose.- Hay mas..- agrega.- Esperame aca que voy a traer una.

Ella solo asiente con la cabeza y se sienta en uno de los bancos que habia ahi. Y por un lado sentia miedo, por estar tan cerca del hombre que la estaba logrando confundir y cambiar su pensamiento de que el amor es una mierda. 

Pero no habia vuelta atras, el ya estaba llegando con una nueva bolsa de boxeo y una sonrisa encandilante, para continuar con lo que habia empezado ella sola en la madrugada y no podia irse, no queria irse.

''Volver a intentarlo, pero de otra manera mas pasional''

Aprender a amarWhere stories live. Discover now