Capítulo 5

9.2K 549 111
                                    

Basil Lithium

Sostengo con desmedida fuerza la almohada bajo mi cabeza, intentando que el molesto golpeteo disminuya. Apenas he podido dormir, ni siquiera tengo un reloj o celular para saber la hora, pero parece haberse hecho de día: rayos luminosos se filtran por aquellas grises cortinas. Más golpeteo insistente, tortuoso. Me duelen los oídos, siento cómo mi sangre palpita entre ellos. Es domingo, merezco seguir hundido y oculto, acostado sobre esta simple cama, olvidando todo. La violenta caída (o más bien empujón) por nuestras escaleras de hace pocas horas ha dejado secuelas evidentes. Brazos, espalda, piernas, dedos, cuello. Cada pútrida extremidad me duele con intensidad, percibo los hematomas formándose alrededor. Entonces trato de retorcerme por gusto, buscando que la constante fricción aumente el tan anhelado sufrimiento.

Necesito fumar ahora mismo, pero dejé mis malditas cajetillas en el automóvil de Nathan.

—¿Cariño? ¿Puedo pasar? —aquella voz familiar e irritante, persistente como siempre, se oye a través de la puerta—. Tu pareja llegó recién, luce muy preocupado. Le dije que esperara porque quiero hablar contigo primero. —No espera ninguna respuesta, entra sin permiso.

Maldición, olvidé utilizar el pasador otra vez.

Escucho sus pasos recorriendo mi habitación, yendo directo hacia las cortinas cerradas, abriéndolas velozmente. Entrecierro ambos ojos, intentando acostumbrarme al molesto y cegador sol. Eleanor observa con cierto recelo cada rincón del lugar, notando la impecable condición en que lo mantengo. Estantes ordenados, libros perfectamente acomodados; ropa puesta donde debe ir (el armario), no sobre el suelo, como termina cuando la criatura desordenada que tengo por novio viene. Ordenamos ayer, luego de tomar un baño, Nathan se negaba a dejarme solo con ese gran caos que él mismo provocó.

Eleonor detiene el meticuloso escrutinio justo al observar, arrugando su oscura nariz en desconcertada sorpresa, la mesita de luz. Me incorporo para ver qué le causa tanta emoción y descubro, ligeramente entretenido, un paquete sin usar cuyo contenido deja poco a la imaginación.

—Basil... —ella empieza, pero le impido continuar.

—Sí, son condones. —Levanto mi cabeza palpitante con desafío—. ¿Te molesta que tenga sexo?

—No, lo acepto: te falta menos de un año para cumplir los veinte, ya no eres mi niño inocente. —Avanza con calma en dirección a la cama, inclinándose hacia delante mientras algunos risos negros cubren sus mejillas—. Prefiero mil veces más que lo hagas aquí, seguro y cómodo, que en cualquier otro sitio corriendo peligro.

No puedo negar cuán ciertas son aquellas palabras, Eleanor siempre mostró aceptación con respecto a mis preferencias sexuales, también Dante. Algunas personas creerían que debería estar agradecido, pocos poseen la suerte de nacer en un hogar comprensivo, pero no siento nada. Absolutamente nada. Si ellos fuesen homofóbicos y fanáticos religiosos, tampoco me importaría. Mi primera psicóloga, Sally Harrison, apenas comprendía cómo siendo tan pequeño (siete años) era insensible, rozando su concepto de crueldad. Ella nunca fue profesional o siquiera ética, permitía que los prejuicios y la ignorancia nublaran el conocimiento obtenido. Me veía como el típico psicópata que mataba animales indefensos por diversión, sadismo.

Sí, tal vez podría hacerlo sin percibir ni un ápice de remordimiento, pero jamás lastimé a nadie.

No le encuentro diversión.

—¿Entonces cuál es el problema, Eleanor? —pregunto.

—Tu prima —suspira cansada—. Está perfecto que sepa sobre Nathan, ninguno quiso ocultárselo y ella lo ha normalizado sin dificultad, pero debemos protegerla. —Estira varios dedos peligrosamente cerca de mi cabello, intentando tocarlo. Me alejo al instante, ella se queda inmóvil por eternos segundos. Luego retira su mano como si el gesto la hubiera herido—. Emma escucha, Basil. Todos escuchamos —confiesa—. Dios, es vergonzoso para mí discutir esto.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 10, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Mentes Frías |BL| ©Where stories live. Discover now