1.-Nueva vida

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Era el momento de abordar el tren, sentí mis piernas temblorosas y mi corazón latiendo a mil por hora.
Me observé a mí mismo frente al vidrio de una tienda de la estación de trenes; Jeon Jungkook, dieciocho años, a punto de ir a una ciudad nueva a convertirme en universitario y básicamente empezar una vida nueva desde cero. Hace un año no me habría imaginado estando aquí, totalmente decidido a independizarme de esta manera, tampoco mis padres, por eso les tuve que rogar que me dejaran venir y prácticamente ganar dinero para poder vivir tres meses sin tanto problema. Pero ellos sabían lo mucho que quería venir a esta universidad y lo mucho que me hacía felíz cantar, así que terminaron por acceder.
Aunque había dejado todo atrás, familia, amigos y muchas cosas más, estaba completamente decidido a seguir mis sueños.

Y en este preciso momento no podía creer lo que estaba pasando. El tren estaría aquí en menos de 5 minutos y mi corazón no paraba de latir, sentí algo en mi estómago, no estaba seguro si eran mariposas o miedo, o las dos.

Fueron tres horas de viaje bastante tranquilas, aunque en un momento del trayecto no pude evitar imaginarme un escenario en el que una pasajera se convertía en zombie y nos atacaba a todos, como en Train to Busan, pero afortunadamente no pasó.

Agradecí poder levantarme de mi asiento finalmente, comenzaba a no sentir mi trasero.
Lo primero que hice apenas pisé la calle fue llamar a mi madre, por órdenes completamente estrictas de ella y papá, para asegurarse de que había llegado sano y salvo. Otro de los factores que lograron hacer que mi madre accediera a dejarme venir a Seoul fueron que el instituto contaba con casas para estudiantes incluidas en el pago de la colegiatura para aquellos estudiantes que vinieran desde lejos, ya que era un instituto muy reconocido en todo el país.

Luego de un largo sermón de mi madre diciéndome que no me juntara con gente mala y no tuviera relaciones sexuales descontroladas sin protección, pude encontrarme con lo que iba a ser mi vida de ahora en adelante. Era como una pequeña abejita en un panal lleno de moscos más grandes.

A pesar de la sensación de ser más pequeño que el resto, me dispuse a encontrar mi nueva universidad, así que busqué en Google Maps la dirección y me puse en marcha.

Después de aproximadamente diez minutos llegué a donde el mapa indicaba, y era mucho más impresionante de lo que imaginaba. En el centro había un edificio de tres pisos con muchas ventanas en cada uno de ellos y una gran entrada principal; frente a ella, había muchos árboles que adornaban todo el camino hacia la entrada y al rededor del edificio principal se encontraban más edificios, el gimnasio, la biblioteca, las canchas de deportes y una alberca semiolímpica.
Había poca gente alrededor ya que era fin de semana y las clases iniciaban la semana entrante, por lo que me sentí un poco más confiado y me dirigí hacia la entrada.

Dentro todo era bastante diferente a lo que veías afuera, era mucho más moderno, había una escalera muy ancha al centro del edificio, debajo de ella, se encontraba una gran cafetería, con una barra de alimentos en una esquina y mesas y sillas a los costados, al fondo había un pasillo con puertas a los lados, que parecían ser oficinas administrativas, tal como había a mis lados en un pasillo un poco antes de la cafetería. Y arriba de las escaleras se encontraban los pasillos con casilleros y los salones.

-¡Ouch!-escuché un quejido detrás de mí.

En todo este tiempo me había olvidado de que tenía mi maleta conmigo, pero este chico me lo había recordado. Volteé y me encontré con una escena muy vergonzosa, un chico moreno con cabello castaño oscuro, naríz de un tamaño considerable pero perfecta para su cara, ojos y pestañas grandes tirado en el piso, encima de mi maleta y con mis calzoncillos de Iron Man en la cabeza.

No pude hacer nada más que quedarme inmóvil y con los ojos muy abiertos frente a él.

Me mostró una sonrisa grande y trató de levantarse.

-Oye, creo que sería mejor si me ayudas-dijo mientras seguía sonriéndome.

-¿Eh? Oh, sí, lo siento-. Le tendí mi mano y lo ayudé a levantarse.

El seguía con mis calzoncillos en la cabeza.

-¿Por qué me ves así, tengo algo en la cara?-comenzó a tocarse el rostro y llegó hasta la cabeza. -¿Uhm? ¿Qué es esto? -extendió su brazo y tomó los calzoncillos.

En cuanto los vió se sorprendió.

-¡¿Es Iron Man?! ¡Yo tengo unos iguales!

Yo seguía atónito y no supe qué decir así que sólo reí nerviosamente.

-Por cierto, soy Taehyung -dijo extendiéndome su mano.

Nos dimos un apretón y pude sentir sus largos dedos.

-Y yo soy Jungkook, espero que podamos llevarnos bien.

-¡Claro! Al menos ya tenemos algo en común -sonrió.

Amor de instituto -VKook- [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora