3.-Desorden

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Después de haber recibido una rara bienvenida de parte de dos de mis seis compañeros, me dieron un recorrido por toda la casa y me explicaron cómo era la dinámica.

La casa tenía dos pisos, cada uno con dos habitaciones, en el primer piso además estaba el comedor, la sala, un baño,un pequeño cuarto de lavado y un balcón con vista a la calle. En la entrada había un pequeño pasillo para poner nuestras mochilas para el instituto y cambiarnos de zapatos cada vez que saliéramos y entráramos. Además me explicaron que había cosas que eran para todos, como las cucharas, los vasos y los platos, pero que si queríamos que los demás no tocaran algo nuestro, teníamos que ponerle una etiqueta y decirles a los demás específicamente que esa cosa era nuestra y que sólo nosotros la podíamos tocar o comer.
En cuanto a los objetos de higiene personal como cepillos, jabones, perfumes, cremas, etc... teníamos que organizarlos en una pequeña cesta para guardarlos en el baño y que cada quién usara el que le correspondía.
Cada quién lavaba su propia ropa y limpiaba su propia habitación al menos dos veces a la semana. La limpieza general se hacía dos veces por semana y todos teníamos que ayudar, la basura se sacaba cada dos días y nos turnaríamos para hacerlo

En el pasillo de la entrada había una pequeña pizarra con dos indicaciones más y una foto de todos los que vivían en la casa.

Me pareció tierno ver esa foto y, al mismo tiempo, sentí que de alguna manera había tomado la decisión correcta al haber venido a estudiar a Seoul, estaba realmente emocionado por saber qué era lo que pasaría más adelante y por conocer a los demás

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Me pareció tierno ver esa foto y, al mismo tiempo, sentí que de alguna manera había tomado la decisión correcta al haber venido a estudiar a Seoul, estaba realmente emocionado por saber qué era lo que pasaría más adelante y por conocer a los demás.

Una vez recibí la llave de la casa, llevé mis maletas a la habitación que me designaron mis compañeros. Era una habitación compartida en la planta baja, ya que en la casa sólo había una habitación sola y ya estaba ocupada por alguien más, según me habían dicho, su nombre era Namjoon, pero todavía no había tenido la oportunidad de conocerlo.

A pesar de que por fuera la casa parecía ser de espacio reducido, las habitaciones eran bastante amplias, había una litera en una esquina, dos escritorios del lado de la pared de la puerta y frente a la litera se encontraba el closet, que tenía una división para dos personas. El escritorio de mi compañero de habitación se veía bastante organizado y muy limpio, en ese aspecto parecía que nos íbamos a llevar bien. Abrí el closet y, como lo esperaba, también la ropa estaba acomodada pulcramente y el olor a limpio llegaba hasta mi naríz.

Después de observar detenidamente las cosas de mi hasta ahora desconocido compañero, comencé a acomodar las mías en su lugar.
Al momento de sacar mi ropa interior, recordé la vergonzosa escena que había pasado al llegar al instituto y eso me hizo esbozar una sonrisa, también de alguna manera me hizo sentir que todo estaría bien.
Pero todo eso se esfumó cuando comencé a atar cabos.

Un momento...¡¿La misma persona que tuvo mis calzoncillos en su cabeza, es la misma persona con la que voy a vivir y que además es totalmente guapo?!
Parecía imposible que no me hubiera dado cuenta de eso en todo este tiempo, pero así es mi mente.
Al recordar el rostro de Taehyung me quedé atontado, el simple hecho de dibujar en mi mente su cara guiñando un ojo hacia mí me hacía sentir nervioso, al grado en el que mis manos comenzaron a temblar.

—Ouh, lo siento—. Dijo una voz gruesa del otro lado de la puerta de la habitación.

Estaba tan inmerso en mis pensamientos que ni siquiera me había percatado de que yo seguía agachado guardando mi ropa interior en los cajones de abajo del clóset, y mucho menos me había dado cuenta de que la puerta me había golpeado suavemente en la rodilla.

—¿Estás bien? Creí que no había nadie en la habitación, lo siento—. Volvió a decir esa misma voz, la cual le pertenecía a un chico moreno realmente alto y de cabello castaño.

—Ah, no, perdóname a mí, me quedé pensando y no me dí cuenta de que bloqueaba la entrada—. Me levanté rápidamente y le hice una reverencia.

—Oh, no te preocupes, a veces me pasa también. Debes ser el nuevo, ¿no? Mi nombre es Namjoon, supongo que los demás ya te dijeron que seremos compañeros de cuarto

—Ah, sí, es un placer conocer....—. Mis palabras se vieron interrumpidas, estaba tan nervioso por conocer a mi compañero que, de nuevo, no me dí cuenta de que en la parte inferior del cuerpo sólo traía unos calzoncillos y unas calcetas (muy coloridas, por cierto).

Me quedé viéndolo con la boca abierta.

—Oh, lo siento por esto—se cubrió con un libro que llevaba en la mano—suelo caminar así por toda la casa porque ya todos nos tenemos bastante confianza. ¿Tienes problema con eso?

—Oh, no, no. No tengo ningún problema—dije mientras sonreía nerviosamente.

—Muy bien, ammm...¿Me repites tu nombre?

—¡Oh! Lo había olvidado por completo, lo siento. Me llamo Jeon Jungkook

—Bueno, Jeon Jungkook, espero que esta casa sea de tu agrado y te sientas cómodo aquí—. Me sonrió y pude notar dos pequeños hoyuelos en sus mejillas.

—¡Si, muchas gracias!—.
Parece que en ésta casa siempre pasan cosas interesantes.

Namjoon entró a la habitación a dejar su libro en el escritorio y después salió. No supe qué pasó después ya que la noche cayó y antes de que me diera cuenta, me quedé dormido.

Amor de instituto -VKook- [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora