Capítulo Siete

490 71 7
                                    

Poco a poco me fui despertando, más por costumbre que por deseo. Parpadeé extrañado al no reconocer el lugar en el que me encontraba hasta que caí en la cuenta de algo muy importante. Unos cálidos brazos me rodeaban y sentí un pequeño suspiro en mi cuello. Sonreí cual idiota enamorado, porque eso es lo que era.

En mi mente se produjo de manera automática un pequeño resumen de todo lo que me había pasado y la felicidad me llenó por completo. Me giré lentamente hasta visualizar al dueño de mi regocijo, encontrándome con aquel hombre que tanto había extrañado.

No obstante, me percaté de que Taehyung tenía un leve tono rojizo en sus pómulos y sus exhalaciones eran irregulares. Pequeñas gotas de sudor hacían que varios mechones adornaran su rostro de forma alarmante. Mi preocupación se disparó con rapidez y me incorporé para librarme de su agarre y poder observarlo con detenimiento.

Llevé mi mano hasta su húmeda mejilla y me percaté de la alta temperatura, por lo que la llevé a su frente y, en efecto, tenía fiebre:

- Taehyung –lo llamé con suavidad al tocar su hombro.

Un quejido casi inaudible salió de sus labios:

- Tae, despierta –lo volví a mover.

- Jimin... -se quejó.

- Taehyung, por favor, despierta.

Elevé el tono en mi último ruego y sus ojos comenzaron a abrirse como si fuera el esfuerzo más grande del mundo. Notó mi cara de preocupación y buscó mi mano con el ceño fruncido:

- ¿Pasa algo? –parpadeé perplejo.

- Taehyung, tienes fiebre y estás sudando –dije con un tono de evidencia.

Dirigió su propia mano a la frente y suspiró cansado:

- No te preocupes –se sentó en la cama-. Ahora vengo –se levantó dándome un beso en la mejilla y lo vi desaparecer cuando atravesó la puerta que daba al oscuro pasillo debido a la hora.

No terminé de entender la reacción de Taehyung. Parecía no darle importancia, como si no le preocupara, como si... Estuviera acostumbrado.

Aun no habíamos aclarado la conversación de ayer, aunque no me quejaba de la dirección que acabó tomando el asunto. Sin embargo, no iba a dejar pasar el hecho de que había dejado el grupo y yo seguía sin una explicación.

Volví a acostarme en la cama con un gran suspiro y dirigí mi vista hacia la ventana. El sol todavía no resplandecía en su totalidad. Los rayos empezaban a teñir el nevado pueblo, atacando el manto blanco que lo cubría. La tranquilidad del lugar era algo que seguía sorprendiéndome ya que en Seúl el panorama era muy distinto. Si no fuera por el trabajo, no me importaría vivir aquí:

- Ya estoy –interrumpió sonriente el hilo de mis pensamientos.

Se acercó hasta la cama y se acostó de nuevo a mi lado, como si no hubiera pasado nada, como si nunca le hubiera dado fiebre, no había rastro de ella:

- Taehyung –dije en tono serio.

Hundió su rostro en la almohada, ocultándose unos segundos:

- ¿Me vas a decir qué pasó?

- Nada –me volvió a mirar de forma inocente-. Un poco de fiebre, eso es todo.

- ¿Y ya está? –alcé una ceja.

- Siento haberte preocupado, Jiminie –sonrió.

- Pero y...

Su dedo índice acarició mi labio inferior impidiendo salir cualquier palabra que no quisiera escuchar. Me miró a los ojos, suplicante y yo lo había notado. En un asentimiento silencioso le di paso a sus labios que se posaron sobre los míos con una dulzura desbordarte, un cariño que me invadía y avivaba mi amor aún más si era posible.

Última llamada [VMin] {10/10}Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz