Epílogo

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Perdóname Taehyung, perdóname por no poder cumplir la promesa. Te prometí que sonreiría. Te aseguré que yo tenía el valor suficiente para levantar la vista del suelo. Te prometí buscar un nuevo motivo por el que seguir respirando, aunque este fuese egoísta. Me suplicaste que siguiera sonriendo, pero no puedo. No puedo mantener mi promesa, porque sé que si alzo la mirada me encontraré con tu hermoso rostro rodeado de la escena más melancólica que jamás he vivido.

He perdido la capacidad de ver los colores, he perdido cada uno de los sentimientos que tú me dejaste y, lo peor de todo, es que me he perdido a mí mismo. Estoy perdido Taehyung y no encuentro la salida. Corro hasta la saciedad, pero no la encuentro.

Estoy atrapado en este mar de recuerdos que me ahoga sin remordimientos. Me he caído del barco y ahora mi cuerpo se desvanece en lo más profundo del mar. Me duele la sola existencia y tengo miedo de seguir latiendo sin un motivo, pero no te pediré que vuelvas. No te arraigaré al cruel presente que fue sufrimiento en tu vida. No podré pedirte que me ames más, ni que me sonrías, ni que me digas que era lo más bonito en tu vida. No puedo pedírselo al viento, porque no sería lo mismo.

Cuando era niño, una vez le pregunté a mi padre si una persona podía quedarse sin lágrimas que llorar, sin lágrimas que precipitasen cada uno de sus recuerdos, que con el viento danzando, se los llevase lejos. Aun después de tantos años, sigo sin respuesta y, la verdad, es que ya no sé si quiero saberla.

Tu madre llora en silencio y compartimos el deseo de que se desvanezca esta pesadilla, pero no había nada más real que el dolor de verte sin vida. El dolor de saber que tus labios no se volverán a curvar en una sonrisa, ni si quiera una mueca, que tus ojos no se abrirán dando paso a la estrella más bonita del firmamento, que tu mano no acariciará una vez más mi mejilla para asegurarme de que esto no era más que un horrible sueño.

Dime al menos que eres feliz, que ahora por fin puedes ser libre. Solo así podré seguir adelante.

Todos se acercan uno por uno para darte el último adiós, pero yo sé que eso no tiene sentido para mí, porque siempre seguirás en mí. Te llevaré conmigo irremediablemente, allá donde vaya, no importa el lugar. Siempre que mi corazón siga bombeando, te sentiré cerca.

Mis labios se curvaron con tristeza al admirar tu foto y percatarme de aquel hecho. ¿Quién lo diría? Youngsoo-noona, he encontrado a tu pequeño niño.





Hasta que mi corazón deje de latir, tú seguirás en mí. Lo siento Kim Taehyung, pero no voy a olvidarte. No puedo. Te has llevado mi amor y, por ende, mi corazón.





- ¡Jimin! ¡Espera! –la voz de Minjung me hizo darme la vuelta.

Ella se acercó hasta mí y extendió su mano, temblorosa:

- ¿Qué es?

- Es para ti –tras decir eso se despidió una vez más como lo había hecho antes, dándome las gracias por todo.

Abrí la palma de mi mano y vi el pequeño papel arrugado que me había entregado. Toda la agonía que había estado conteniendo durante el funeral se me agolpó bruscamente en los ojos y se deslizó por mis mejillas.





Hagámoslo de nuevo, enamorémonos otra vez. Te estaré esperando, siempre.



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