Nothing Compares To You (Loki&Darcy)

Capítulo 30 - Amantes

Por la tarde, Jane, había terminado su trabajo en el club y Steve la dejó en su casa. Se sentía un poco mal, a él le preocupaba que ella no comiera tanto, pero no lo hacía porque se sentía asqueada, tenía ganas de vomitar a cada rato pero no pasaba nada, se negaba a asistir al médico a pesar de las insistencias de Steve. Tenía sospechas hace unos días, poco después de que Darcy se fuera a Washington. Acudió a una farmacia a comprar lo que necesitaba para sacarse la duda, un test de embarazo, no iba a llamar al médico hasta ver los resultados.

-Espero que no, por favor, que no sea... que no sea –Susurraba Jane con los ojos cerrados sentada en el excusado y con las manos entrelazadas, rezando –En esos momentos tocaron el timbre y ella apresurada se puso de pie y abrió -¡Steve!

-¿Sorprendida? Te dije que vendría más tarde –Le da un pequeño beso antes de entrar.

-Amm bueno es que creí que cuando te referías a más tarde sería... más tarde.

-Por eso estoy aquí... ¿Estás bien? Te noto nerviosa.

-¿Nerviosa? ¡No, para nada! –Haciéndose la que reía.

-Bueno, si estás bien podemos jugar a algo, traje mis juegos favoritos –Mostrándole los Cds.

-Okey, ahí está la consola, prepara todo yo... dejé la rizadora encendida.

-¿Quieres rizarte el cabello ahora?

-Siempre quise saber cómo me quedaba... permiso –Sale disparada y cierra la puerta rápidamente, se mira al espejo para tomar una postura de tranquilidad y mira el test, sin embargo, se distrae con un extraño bicho, era una cucaracha rara, pequeña pero asquerosa, miro por doquier y no encontró nada con qué matarla, sólo se le ocurrió una cosa bastante riesgosa, quitarse uno de sus zapatos, y lo hizo. Al segundo golpe el test cayó al excusado -¡Ay no! –Suelta un bufido –Menos mal que compré dos –Luego de una "pelea" con un bicho, regresó con Steve.

-Pareces cansada... si quieres dormir y prefieres que me vaya...

-No, no, quédate, no me molestas, vamos a jugar.

Una vez que Loki regresó al hotel se encontró con Darcy, estaba recostada en el sofá leyendo...

-¿Te fue bien con Saphire? –Le pregunta él.

-Sí, es un tipo amable, confianzudo, pero amable.

-Cuando volvió al edificio habló conmigo.

-¿De qué?

-De ti.

-¿Eh, de mí? –Preguntó asustada y sorprendida -¡No le hice nada, lo juro!

-No, no, no es nada malo... quería saber que éramos.

-¿Qué éramos... nosotros dos? –Señalándose a sí misma y luego a él.

-Sí, si éramos pareja y eso.

-¿Y qué le dijo?

-Qué no.

-Oh –Se limitó a decir ella asintiendo y retomando la lectura.

-¿Estuve mal?

-No.

-De todos modos no me creyó, dice que tiene sospechas que algo pasa entre los dos... por cómo nos miramos.

-¿Y? –Mirándolo -¿Le insistió en que no éramos nada? –Él asiente –Entonces no somos nada... ¿Verdad?

-¿A qué te refieres?
-Todo lo que estamos haciendo... lo hacemos porque somos unos necesitados... no somos nada.

-Yo no soy un necesitado, quizás tú lo seas.