Un Alma Querida a Manos Odiadas | BillDip [Book #1]

Aprendiendo del Pasado

Pov Bill

Ya estaba en mi dimensión en donde mis hermanos habian creado una mansión para que pudieramos tener a Dipper ya que estaba muerto.

Si no lo sabian, Dipper no esta muerto, lo que la estrella fugaz tiene en sus ensangrentadas manos es solo un clon que cree, la unica forma de que sepan que es un clon es haciendole preguntas, pero como no puede hablar, nunca se daran cuenta.

A veces me gusta ser un demonio sin compasión por los humanos.

-¡Bill! – Otras veces lo odio.

-¿¡Que quieres ahora Phil!? – Dije sin muchos animos.

Me encontraba viendo el sufrimiento de la familia Pines por la muerte de su sobrino a través de la esfera que tenia en uno de los cuartos de la mansión, que a decir verdad era como la mente de Stan solo que mas tipo lo años 20's y menos sucia, era tan hermoso ver a esos dos vejetes culpandose y lamentandose por no ser buenos con él, por no pasar mas tiempo con él, entre otras cosas, el como la mocosa de Shooting Star se sentía mal por haber tratado de manera tan malcriada a su hermano durante mucho tiempo, entre mas cosas que me gustaba ver de esta escena, pero entonces tiene que llegar el aguafiestas de Phil a apagar mi diversión.

Literalmente.

-Ya esta todo listo – Me voltee viendolo flotando en la puerta, yo solo me entusiasme y fui con él.

Nos dirigiamos a la cámara de Andromeda en donde hariamos la fusión de cambios.

¿A que me refiero con esto? Pues que lo cambiaremos de humano a demonio, el porque es muy simple.

Solo no pienso perderlo, como pasó al ultima vez.

No me entienden, pues es una larga historia.

Todo comenzó a mis 100.000 años de edad.

Cuando aun era primerizo en ser demonio.

Habia estado en varias dimensiones, entre ellas la de esa alma solitaria, incapaz de la vida.

Era una bella alma.

Era inocente.

Querida.

Grata.

Noble.

Amorosa.

Era muchas cosas.

En su momento de depresión pude haberla ayudado.

Pero no lo hice.

Constantemente la torturaba.

La aterrorizaba.

La fastidiaba.

Al igual que PineTree.

Su belleza era mi tormento.

Su amabilidad mi desagrado.

Su energía mi delirio.

Su terquedad... Mi perdición.

A veces pensaba que solo la queria por ser parte de mi circulo en ese momento.

Pero no era así.

Pude haberla dejado en paz.

Pero no lo hice.

Todo el tiempo trataba de convencerme de dejarla en paz.

Yo me negaba.

Hubo momentos en que aceptaba mis tratos con tal de que la dejara al menos unas horas tranquila.

Esos momentos los apreciaba, por un momento tomaba el control que yo queria tener sobre esa alma noble.