Deja de llamarme.

Capítulo uno.

Capítulo uno.

Suena mi teléfono móvil, al ver el nombre me entró una sensación de miedo, era él. Lo sé porque era un número desconocido. Nunca me llama de el mismo numero dos veces, o eso creo. Todas las noches recibo una llamada de él, y siempre es igual de cínico aunque por raro que parezca, no me canso de recibir esa llamada. Cada vez que llama me recorre un miedo peor que el día anterior, ¿Cómo podría aburrirme con semejante persona?

Eran las 21:16 cuando contesté la llamada y me quedé en silencio. Él también estaba en silencio, ninguno de los dos hablaba y su respiración lenta y pausada sonaba como un eco en mi oído. Unos segundos más tarde se canso de tanto silencio y decidió ser quien inicie la conversación.

—¿Por qué no me hablas, cariño? —Su voz, tan cínica y calmada pronunciaron aquellas palabras con un desdén de picardía.

—Idiota. —susurré. Las manos me sudaban y el teléfono casi se me caía.

—Eh, no. Un poco mas de cariño, amorcito. Sabes que no me gusta que me insulten, pero bueno... ¿Sabes? Deberías conseguir trabajo. Todo ese dinero que te dejaron tus padres se te acabará pronto. —Era verdad, no me quedaba mas de 1 semana para sobrevivir con lo que me quedaba.- Tranquila, no mataré a tus compañeros de trabajo. -soltó una carcajada y... colgó.

"Trabajo" —repetí en mi mente.

Cuando desperté al día siguiente, seguí sus ordenes y salí a buscar trabajo. Caminé por la ciudad admirando el paisaje como si fuera primera vez que paseara por esas calles, la primera vez en tres meses. Casualmente, pasé por una librería donde observé en la ventana un anuncio que citaba...

"Se busca fotógrafa profesional, información en Av. Detraffic, C.C Paradise, local 456."

Justamente algo muy bueno para mi persona. Mi currículum esta muy completo referente al ámbito laboral, manejo 3 idiomas, me gradué de fotógrafa profesional, he trabajado en varias compañías, aprendo rápido, me defiendo muy bien en asuntos administrativos y me gradué de la mejor secundaria de Portland. Gracias a todo esto me dirigí al C.C Paradise para pedir empleo.

Al entrar al local, noté que era una pequeña tienda encargada de ofrecer sesiones fotográficas. La chica de la vitrina me recibió con una sonrisa y me preguntó si era la Señora Morrys, yo reí y le informe que venia por el trabajo, con ello ella se disculpó y me condujo a una pequeña oficina donde estaba una señora no muy mayor la cual me recibió tal como lo hizo la chica de afuera. Me senté después de entregarle mi currículum y con una mirada de asombro la mujer pronunció:

—¿Tres idiomas? ¿Sabes qué? —Ella se paró de la silla, extendió los brazos y dijo—: ¡Estas contratada!, comienzas mañana.

¿Se sorprendió solo con que manejaba tres idiomas? Eso fue... raro, pero no le tome importancia. La mujer muy amable me informó sobre mi horario, mi salario y en que consistía mi trabajo. Salí contenta de mi nuevo empleo para dirigirme a casa. Mientras bajaba las escaleras del centro comercial recibí un mensaje, lo abrí y este contenía algo que me dejo petrificada.


"Felicidades por tu nuevo trabajo, cariño. Te observo... de cerca." Era él, no podia dudarlo.



N/A:

Creo que son capítulos muy cortos pero a partir del trece, los haré más largos.