Capítulo diez.

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Capítulo diez

Fui a la cocina en encuentro de Darren y lo encontré con las manos en la cabeza, estaba nervioso.

—Ya, no me digas. Algo tramas pero no me digas —y solté un risita. Todo lo que dije, era en juego, sin embargo, Darren se alteró...


—Yo no escondo nada sobre ti, eso nunca. ¿Me crees capaz? —me miraba atónito y alterado.

—Si te pones así, hay mucho que pensar. Respira —le di un beso en la mejilla y salí a la piscina un rato. Su actitud da mucho que pensar, y me pone nerviosa todo esto. No recuerdo nada.

Antes de ir a la piscina, pasé por la habitacion a ponerme el bañador, uno bonito que conseguí en el closet, era color azul, estilo navy, mi figura resaltaba y mi piel se veía más clara de lo normal. Amarré mi cabello en una cola y cuando todo estaba listo fui a la parte inferior de la casa para relajarme un poco. Al pasar por la sala con rumbo a la parte de atrás logre ver de reojo como Darren maldecía y le pegaba a la mesa. Era muy impulsivo. Esto no estaba bien.


Plash.

Una pequeña ola de agua salio de la piscina cuando me lancé. Y a los momento...

Plash. Otra ola.

Voltee y era el único ser que vivía en esta casa conmigo. Mi misterioso novio.

—Disculpame —pronuncio esa palabra con un tono de voz... irresistible.— No quise...—

—Ya, todo esta bien. No hay de que preocuparse —le regale mi mejor sonrisa y me hundi en el agua para nadar hasta un extremo de la piscina, al llegar a mi meta me di vuelta y no vi a Darren. ¿Habrá salido de la piscina?


Nade hacia la escalera de salida para ir a buscarlo pero por obra y gracia del espíritu santo, apareció detrás de mi dándome un susto tremendo.

—¡Bu! —solo un sonido tan inocente para tan gigante susto. Mi gritó resonó en toda la casa, mis manos se posaron en mi pecho y al darme cuenta de la pequeña broma, traté de respirar normalmente.

—¿Te caíste cuando eras pequeño? ¿Que clase de problemas mentales tienes? No hagas eso, por el amor de Dios. —mi corazón latia como una docena de caballos galopando y Darren reía a mas no poder.

—Lo s...—carcajeó— Lo sien...—volvio a reir— Lo siento. ¿Me disculpas?

—No —me cruce de brazos.

—Okey. —salio de la piscina y me dejo sola. ¿Estará molesto? Qué hombre tan bipolar. Salí de la piscina yo también y fui tras el. Lo busqué en la cocina y nada, en su cuarto y nada, en mi cuarto y nada, en el baño tampoco. Fui a la sala sin esperanzas de encontrarlo, encendí la televisión y estire los pies.

"¡Taylor!" —Oí que me llamaba Darren.

—Dime —grité.

—Ven a mi cuarto, por favor.

Caminé en dirección a su habitación un poco rápido por la curiosidad. Abrí la puerta y no estaba él, no a simple vista. Entre un poco mas y bueno, tampoco noté a nadie hasta que unas manos se posaron en mi cintura y escuche como susurraban "Me encantas". Todo mi cuerpo tembló y no precisamente del miedo. Ese hombre ha descubierto mi debilidad, que ni yo sabía. Me di vuelta y le sonreí pero mi sonrisa se desvaneció al darme cuenta de que no podía responderle "Tu también" seria una mentira. Era un hombre muy guapo pero no me encantaba.

—Yo, no puedo decir lo mismo Darren. No recuerdo nada, y no siento que me encantes, es decir, si me gustas —mis mejillas se tornaron carmin al decir esto.—, no se que decir es que... lo sien—

—Shh, ya. No pasa nada, haré que recuerdes amarme. ¿Sabes qué? Te llevare a la ciudad, te llevare al cine. —Yo sonreí y corrí a mi habitación para alistarme.

Eran las 7:06pm cuando salimos de la casa, fuimos al garaje y este contenía un hermoso auto color plateado. No me había percatado hasta ahora que esta casa tenia un garaje y menos que tenia tan espectacular carro. Nos montamos y partimos a la ciudad, la verdad estaba cerquisima de la casa, llegamos en menos de quince minutos. Nos bajamos en un centro comercial gigante, y nos dirigimos al cine. Yo iba observando todo, porque era nuevo para mi. Darren sonreía conmigo porque... porque no se.

Un gran anuncio de "Cinesland" informaba que ya nos encontrábamos en el cine y decidimos ver «Cuando te encuentre» Era una película romántica, me llamo la atención. Ya a punto de entrar a la sala, una linda chica me toma del brazo.

—¿Taylor? ¿Taylor eres tú? ¿Donde te has metido? 

—¿Quién eres? ¿Como sabes mi nombre? —pregunte atónita.

—¿No sabes quien soy? Por Dios, trabajamos juntas. No te hagas la desentendida. ¿Por que no has ido al trabajo? —En ese momento la morena se percato de mi compañia.— Claro como estas con... él —señalo a Darren— No tienes amigas. —pero luego soltó una risa inocente. Solo estaba jugando.

—En serio, ¿Quién eres? —repeti mi pregunta.

—Lo siento, Taylor sufrió un golpe en la cabeza y no recuerda nada. Mucho gusto, soy Darren, su novio. —El le extendió la mano a esa chica y ella se la acepto un poco aturdida.

—¡Ay! Taylor lo siento, discúlpame. No sabia, soy Cristina. Trabajo contigo en una tienda de fotografía. Y, ¿si el es tu novio, qué pasa con Dylan? No puedo creer que aceptaras la cita, saliendo con Darren. Oh cierto, no recuerdas nada. ¡Espera! ¿Desde cuando son novios? Ya va no respondas. Mejor dime... ¿Qué paso con Dylan?- tantas preguntas me marearon.

—Nada no paso nada, ya comenzó la función nos debemos ir. —Darren tomo mi mano y me guió hasta la sala. ¿Que fue eso allá afuera? Rayos, necesito mis recuerdos de vuelta.




N/A:
Gracias por todos los leídos y votos.

Deja de llamarme.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang