Capitulo 8

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  Capítulo 8

-¿Cómo debería empezar? –Preguntó mientras pasaba su mano derecha por su cabello alborotandolo, llevándolo hacia atrás.

-No lo sé. –Musité llevando mi mano derecha a mi barbilla en pose pensativa.

Y luego recordé, mamá había contado la historia, la primera vez que Lauren le pareció atractiva fue en la fiesta de de la hermanas Peterson, Gemelas. Caitlin estudia en Est High y Jane en Noth High por problemas de conducta de Jane –Los cuales, en mi época, aun conserva. Está en la cárcel, tú me dirás- ya que están de punta a punta –relativamente- y su casa está en un punto intermedio hacen –O hacían- una fiesta anual, algo como una tregua entre las comunidades de estudiantes; por lo que la tía Normani obligó a mamá esa noche a ir a la jodida fiesta y terminó gustándole Lauren. « ¡Bravo Nicole! Eres genial». Me felicite-. Invítala a la fiesta. La de las Peterson, por lo que sé es mañana. –Miré la fecha en una cartelera que yacía debajo del gran reloj de la heladería, no me había equivocado, soy extraordinaria.

-¿Y aceptará? –preguntó no muy segura.

-La convenceré. –Me encogí de hombros.

-Está bien. –Dijo. Yo sonreí.

-Bien, invítala mañana, en el almuerzo. –Aconsejé.

-¿Estás segura de que no voy a terminar con una ensalada de pollo en la cabeza? –Yo reí. Probablemente.

-Que no, pesada. Me iré ahora. –Giré y volví para volver con las chicas - Ah. Otra cosa. –Me volví de nuevo para mirarla-. En el futuro, no digas lo siento si no estás dispuesta a hacer nada para cambiarlo, porque es más bien un no me importa. –Ella asintió algo avergonzada y yo volví a mi sitio. Me senté junto a Mamá y más allá estaba la tía Ally, en frente Normani sobre Dinah .

-¿Qué hablabas con Jauregui? –Preguntó Ally.

-Nada, cosas. –Dije sin darle importancia.

-Uh cosas. –Dinah movió las cejas rítmicamente. Mamá no dijo nada, estaba con la cabeza abajo, bebiendo de su batido.

-¿Qué? ¿Ella y yo? No. Imposible. –Les dije. Mamá seguía sin decir nada-. No es que sea una tonta. No, creo que la subestiman pero nunca podría pasar. No es mi tipo ni lo será. –Dejé en claro.

-Dinah no era mi tipo. –Insinuó Normani, apretando la mejilla de la chica rubia.

-Bueno, eso no puedo negarlo, pero si a esas estamos; Lauren es menos el tipo de Camila que mío. –La miré. Ella me miró sin expresión. Volvió su mirada al batido.

-Ella no me gusta. –Solo dijo eso.

-Vamos, ni a mí, pero a que es linda –Le sonreí ella se encorvó más.

-¡Aja! –Ally me acusó con un dedo.

-Eso no significa nada, puedo decir que eres linda, lo cual es cierto; pero no por eso me gustas ¿O sí? –Ella frunció el ceño.

-Vale, me has ganado. –Ella volvió a su helado de fresa.

-Entonces ¿No es linda, Camila? –Mamá volvió a verme.

-Eso supongo. –Se encogió de hombros.

-Ahí está, no es tan mala. Te ha comprado un licuado y ha llegado aquí muy avergonzada por lo que te hizo. –Le recordé.

-Sí. Ya, es un ángel de persona. ¿Podríamos dejar de hablar de Jauregui? Me pone de nervios. –Se expresó con un gruñido.

-¿Por qué te pone de nervios? Es solo una chica –Pregunté levantando una ceja.

-Ah... no es solo ella. –Se escudó con su batido.

-¿Todos los chicos de esa mesa te ponen de nervios? –Pregunté una vez más con la ceja levantada- ¿Es qué Troy también te pone de nervios, o Keana?

-Espero que no. –Saltó Ally pasando la mirada de Camila a Troy.

-¡No! –exclamó exasperada.

-Más te vale. –Comentó Ally.

-Entonces no veo razón para que te ponga de los nervios si no te gusta, a menos que eso sea. –Me crucé de brazos. Ella sorbió hasta la última gota de ese batido.

-Es intimidante ¿De acuerdo? –Dejó el vaso sobre la mesa. Bajó la mirada mientras revisaba sus uñas, tratando de evadir mi mirada.

-Te apoyo, aunque yo lo soy más. –repliqué.

-No, de eso no hay duda. –Hizo un mohín, yo reí. Ella no sabía que yo era la hija de Jauregui; si le hubiera dicho algo como eso me hubiera dicho que estoy loca pero, definitivamente, hubiera llamado a la policía si se me hubiera ocurrido decirle que soy su futura hija CON Jauregui. Ahora entiendo por qué el matrimonio no funcionó; no fue un engaño, no fue la economía; fueron las diferencias entre esas dos personas que lograron crear su propia salvación en un intento de estar juntos, sin conseguir la gloria. Un desastre total.

-Vamos a casa, tengo un montón de tarea que hacer. –Dijo mamá- ¿te quedas, Ally? –La miró. Ella tenía la mirada perdida en la sonrisa encantadora del tío Troy, a quien yo había cachado varias veces mirándola.

-Sí. Me quedo un rato. –Suspiró mordiendo su labio inferior.

-Dios te ayude, Allyson. –Mamá dio unas palmaditas en su hombro y se levantó, me levanté con ella y le di espacio para pasar.

Nos dirigimos a la salida pero antes de salir Lauren se giró a vernos y dijo-: ¡Adiós, Camila! Te veo mañana. –Para después guiñarle un ojo. Yo no cabía en mí de mi felicidad. Todo estaba yendo de fábula, muy pronto volvería a casa con mi, algo cambiada, vida.

-¿Y a esta que mosco le picó? –Susurró mamá, saliendo junto a mí por la puerta después de solo sonreírle nerviosamente.

-El mosco de la sinceridad y la gentileza.

-Pues, ya era hora. –Dijo. Yo reí.

-¿Si te invitara a salir que dirías? –Pregunté como quien no quiere la cosa.

-Nada, porque estoy segura de que ella no lo haría. –La dejé soñar por un rato. Hasta mañana a la hora del almuerzo.

-Ya, pero en el remoto caso, hipotéticamente hablando... -Ella miró el pavimento con inexpresivo semblante.

-Nicole, las personas como ella no deberían estar con personas como yo. Por mucho que quisiéramos, lo cual no es nuestro caso, no funcionaría. –Pues sí. Y que lo diga, lo suyo no funcionó.  

La Historia De Mis Madres (Camren G!P)Where stories live. Discover now