La Historia De Mis Madres (Camren G!P)

Capítulo 17

  Capítulo 17

Mamá y yo caminábamos a la escuela, toda la noche me la pasé hablando de lo buena que era Lauren, traté de convencerla pero ella sigue pensando que es una maldita bipolar.

El motor de un auto sonó desde lejos y se fue acercando, se detuvo a nuestro lado.

-Hola bonita. –Dijo Austin Mahone desde su deportivo rojo- Puedo llevarlas si gustan. –Tragué grueso. ¿Este tipo no se cansaba? Miré a mamá, se encogió de hombros y sonrió.

-Claro, gracias Austin. –Este se bajó y abrió le abrió la puerta a mamá, esta entró en el auto con una expresión de timidez, luego se volvió hacia mí y me sonrió, le di una sonrisa a medias, debía admitir que era muy guapo, me pregunto porque jamás lo había visto por la ciudad, tal vez entró a la universidad y se mudó. ¡Dios! Que sonrisa... ¡Espera! No, no me puede gustar, este chico en mi época debe tener al menos treinta y cinco años. Sácatelo de la cabeza, Allegra.

-No caminarás ¿O sí? –Me preguntó.

-Pues... si tú no quieres llevarme. –Me giré pero él tomó mi muñeca.

-No, sí quiero llevarte, entra. –Abrió la puerta de atrás para mí, le sonreí.

-Gracias, Austin. –Asintió.

-Cuando gustes... eh. –Recordé que en ningún momento nos presentamos, con todo esto del asunto de mamá y Lauren no tuve tiempo.

-Nicole. –Le dije.

-Hermoso. –Susurró antes de que entrara al auto. Suspiré ¿Por qué me pasa esto a mí? Solo yo vengo al pasado y me enamoro de un chico veinte años mayor que yo.
Todo el camino él me miraba por el espejo retrovisor y yo a él, en instantes recordaba que no debía hacerlo pero era imposible no verlo.

Cuando llegamos mamá se despidió de él con un beso gentil en la mejilla y salió del auto yo estaba a punto de salir cuando él me llamó-: Nicole... -Pronunció y yo me paralicé.

-Ah... ¿sí? –Él me miraba por el retrovisor.

-¿Tienes algo que hacer esta noche? –Cerré los ojos fuertemente, no quería decirle que no, no quería en serio, pero debía.

-Austin yo...

-Mira, todo lo que Jauregui dijo era cierto pero ya no soy el mismo, jamás lo seré, yo nunca... -Lo detuve, por mucho que no quisiera.

-Austin, no es eso, yo... simplemente no puedo salir contigo, no debo y no preguntes por qué. –Él mordió su labio.

-¿Es por Camila? –Preguntó. Negué con la cabeza.

-No, no es por ella, y sabes, ella y Lauren... están en algo... y yo también. –Mentí.

-Oh, hay otro chico. –Sonaba decepcionado.

-Así es. –Volví a mentir.

-Bueno, si... no funciona, llámame, Camila tiene mi número. –Le sonreí a través del retrovisor.

-Claro, adiós. –Al fin bajé del auto.

Mi cabeza parecía un gigantesco garabato, debía concentrarme en el asunto de mis madres pero vino Mahone y se metió en mi cabeza. Tal vez no sea tan malo, tal vez cuando vuelva a mi época, crezca un poco y yo tenga cincuenta y él setenta, quizá, podría haber una oportunidad entre nosotros ya que la diferencia de edades no se vería tan mal, aunque probablemente deberá estar casado para ese entonces. Era decepcionante y triste a la vez.
Entré al instituto y lo primero que vi fue a Troy con las manos en la cintura de Ally acorralándola contra los casilleros.

-Hey, hey, cuidado con esas manos Ogletree . –Ellos se separaron y Ally se ruborizó hasta más no poder- ¿Han visto a Mila? –Pregunté.

-Creo que está en el baño. –Dijo Ally, asentí y los apunté con un dedo.

-No hagan travesuras, los vigilo. –Hice la seña de 'Te estoy vigilando' apuntando a mis ojos luego a ella con mis dedos índice y corazón, ellos rieron. Caminé hasta el baño pero escuché susurros, oí la voz de Lauren, me alegré, estaban charlando.

-Vamos Camz, admite que te gusto. –Dijo ella, me acerqué un poco a la puerta entre abierta y logré ver su reflejo en el espejo. Lauren estaba detrás de ella, mamá se miraba en el espejo y peinaba su cabello con sus dedos, sus gafas descansaban a un lado del lavabo.

-Debes dejar de meterte en el baño cuando estoy yo en el. –Lauren se acercó puso sus manos en su cintura, pude ver como mamá se estremeció.

-Ponte las gafas. –Ordenó.

-¿Qué? –Preguntó confundida, mi madre tomó las gafas y se las puso a mamá sin dejar de mirar su reflejo en el espejo.

-¿Sabes? Eres una de esas nerd sexys, que esconden un cuerpo de diosa debajo de esa ropa holgada, y unos bellos ojos debajo de esas gafas, y una actitud de diablilla debajo de esa mascara de niña angelical. –Dijo en el oído de mamá, su voz fue casi un susurro que pude escuchar.

Mamá mantenía sus ojos cerrados, los abrió lentamente luego de un minuto.

-¿Qué pretendes con esto Jauregui? –se volvió a mirarlo.

-Que te des cuenta. –Dijo obvia.

-¿De qué eres una idiota? Pero si eso yo ya lo sabía. –Lauren soltó una sonora carcajada.

-Pero por supuesto que lo soy, soy la clase de idiota que te gusta. –Mamá soltó su mano contra su cara dándole una sonora cachetada.

-Cretina. –La otra chica se rió.

-Eres una gatita fuerte. –Dijo sobando el lugar donde ella la había golpeado.

-No soy una de tus putas –Le dijo, la ira se reflejaba en su semblante.

-Claro que no lo eres –Su expresión se tornó seria-. Yo jamás le he rogado a ninguna chica, nunca, ni siquiera a las que tienen fama de difíciles, pero te estoy rogando a ti. –Ella la miró y se cruzó de brazos.

-Demonios, Lauren ¿qué fue lo que te hice? –Sonaba cansada.

-Tú dímelo.