La Historia De Mis Madres (Camren G!P)

Capitulo 25 (FINAL)

  #Antes de empezar el capitulo les quería dar gracias por todo su apoyo mientras subía esta novela, y también quería decirles que como no me gusta dejarlos insatisfechos, escribiré una historia de Insagram y también subiré el One Shot, que para aclara sera G!P (Aunque aun no se quien de las 2 sera) las estaré subiendo en estos días. Les vuelvo a repetir ¡MUCHAS GRACIAS Y LOS AMO DEMASIADO!

Ojala disfruten el ultimo capitulo, y déjenme en los comentarios (si gustan) el momento que mas le gusto de esta historia...Ahora sin mas, el capitulo ;)

Epilogo

¿Qué puedo decir? Han pasado tres meses desde que tengo mi nueva vida. Todo es maravilloso, ok, no, miento, no todo es maravilloso. La hija de Keana me molesta constantemente en el colegio. Los idiotas de antes siguen siendo idiotas. Mi madre y mamá a veces están en desacuerdo pero jamás pelean como lo hacían antes.

Justo esta tarde me estoy preparando para la fiesta por su aniversario número veinte. Todos están invitados, amigos y familiares; incluidos Jake y su familia. Aunque mi madre no quería.
Bajé las escaleras de dos en dos; ya se había vuelto una costumbre. Todos estaban en el patio trasero, era una barbacoa.
Cuando pasé por las puertas, lo primero que vi fue a Jake, sentado, esperándome. Me acerqué.

-Hola amor. –Lo saludé. Me sonrió

-Hola cariño. Tus madres dicen que tienen una sorpresa. –Me dijo. Lo miré ladeando mi cabeza.

-¿Una sorpresa? –Pregunté.

-Sí...

-Chicos. –Aparecieron el tío Harry y el tío Louis a nuestro lado.

-Chicos hay que reunirnos. Están a punto de anunciar la sorpresa. –Mencionó emocionada el tío Harry.

-Sí, Nicole, tus madres se andan con un misterio que nos tiene a todos pendientes. ¿Sabes qué es? –Susurró el tío Louis .

-No, me enteré cuando Jake me lo dijo. Ni idea de que sea. –Me encogí de hombros.

-Bueno, ya nos enteraremos, vamos. –el tío Harry nos arrastró a todos hacia la donde estaban mis madres en el centro del jardín. Mi madre sostenía una copa de vino en la mano, como mamá y todos los demás adultos ahí presentes.

-¡Ya díganlo! Nos estamos impacientando. –Animó el tío Louis. Todos lo apoyaron.

-Ya, ya, tranquilos todos. –mi madre hizo un gesto para tranquilizarlos.

-Bien, creo que ya es hora. –Dijo mamá- Estamos felices de que todos estén aquí con nosotros, en este día tan especial... -Comenzó a decir mamá- en verdad significa mucho.

-Sí, veinte años, casado con Camz. Eso hay que celebrarlo. –Agregó mi madre y todo rieron. Mamá frunció el ceño. Mi madre se acercó y besó su mejilla- Sabes que te amo. –Ella sonrió.

-Y pues la razón de todo este alboroto es... -Dijo mamá. Ella miró a mi madre que parecía algo ansiosa- ¿Por qué no lo dices tú ¿Amo la emoción con que lo dices. –Mi madre asintió con una amplia sonrisa en su cara. Miró a todos, en especial a mí y habló.

-¡Voy a ser madre de nuevo! –Me quedé en shock. Todos celebraron, aplaudieron, gritaron de emoción. Mi madre abrazó a mamá muy fuerte.

-Pensamos que no era posible por lo que dijo el doctor. –Volvió a hablar mi madre- Pero nunca dejamos de tratar, al parecer es de uno en un millón. –Se me llenaron los ojos de lágrimas y corrí a abrazarlas. Las abrasé fuerte.

-Me darán un hermanito. –Dije entre lágrimas.

-¿Estás feliz, princesa? –Preguntó mi madre.

-¿Qué si estoy feliz? Hasta la pregunta ofende madre ¡Soy la chica más feliz del mundo! ¡Las amo! –Las abrasé aún más fuerte. Me separé y las miré- Prometo ser la mejor hermana mayor del mundo entero. –Sequé mis lágrimas.

-Sabemos que lo serás, amor. –Mamá pasó su mano por mi cabello.

-Estamos felices de que tú estés feliz. –Reí.

-Y yo de que ustedes estén felices. –Ellas rieron.

-Es un círculo vicioso. –Habló mamá.

-El más sano del mundo. –Agregó mi madre.

Me alejé un poco, dejando que los demás las felicitaran. Me senté en la mesa junto a mi abuela .

-Pediste el deseo ¿No es cierto, querida? –Preguntó. Me volteé a verla con asombro.

-¿Cómo lo sabes? –Pregunté atónita.

-Ronda es una gran amiga de la familia Jauregui. Lo hemos hecho por generaciones. –Rodó los ojos de manera divertida.

-¿De verdad? –Asintió.

-Somos muy tercos en ese sentido. –Sonrió.

-Mi madre lo hizo. –Se encogió de hombros.

-No estoy segura. –Sonreí.

-Es genial ¿No? Siento que las conozco mejor que nunca. –Las miré, allí, tan felices.

-Y así es, conoces la historia de tus madres y fuiste parte de ella, aunque ellas nunca lo sabrán. –Me sonrió en señal de complicidad.

-Es nuestro secreto abuela, solo nuestro. –Ambas reímos.

Ese fue el comienzo de una nueva historia.

¿Quién dice que debe haber un final feliz? Las mejores historias son las que no tienen final. Y la de mis madres apenas comienza.
Así que es... ¿El fin?