Capítulo 19

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Capítulo 19

Cuando entré en la casa la tristeza se intensificó. ¿Qué tenía a mi mamátan triste como para llorar de ese modo en que yo lo sentía?

Corrí escaleras arriba, mis abuelos no estaban en la casa por lo que pude deducir.
Me paré frente a la puerta de la habitación de mamá y escuché los sollozos, me recosté contra este apretando mis puños. Me sentía débil de nuevo. tomé lo último que quedaba de la barra de chocolate y lo comí; la comida me mantenía fuerte pero no por mucho.
Decidí tocar al fin.

-Mila... -No la oí moverse- Abre la puerta, linda, vamos. -Oí que se arrastraba, unos pasos y abrió. Estaba sumida en llanto, había algo en su cara, un moretón, un moretón de color rojo, llegando a violeta que se podía apreciar en su mejilla izquierdo, mi furia se encendió; quien quiera que le haya hecho esto me las pagará. Nadie toca a Camila Cabello.

-¡Camila! ¿Qué te pasó? ¿Quién demonios te hizo esto? ¡Lo mataré! -Me acerqué a ella y tomé su cara entre mis manos.

-No...Nicole, soy muy torpe, me caí en el baño. -Lo miré a fondo, no me creería esa patraña.

-No me digas esa mierda ¿Quién te hizo esto? -Volví a preguntar. Ella se separó de mí y se sentó en el borde de la cama.

-Nicole, fue mi culpa. -Me senté a su lado.

-¿Y por qué llorabas entonces? -Secó sus lágrimas.

-Me duele. -Me enfureció que mamá quisiera esconder que la habían atacado. ¿Acaso cree que me quedaré con esto? Oh no, buscaré al bastardo que le hizo esto y le daré una buena paliza. Mejor aún, llamaré a mi madre.

-Llamaré a Lauren. -Ella se levantó y me tomó por los hombros.

-¡No! Prométeme que no lo harás, nunca más le hables a Lauren. -Exigió sacudiéndome. Estaba asustada, podía sentirlo, como su tristeza, creo que estos últimos días he desarrollado un lazo especial con ella.

-¿Por qué? -Pregunté.

-No puedes, solo no lo hagas, no te le acerques, no la mires, ni siquiera respires en su dirección. Es peligrosa. -Susurró. Parecía traumada. Lauren no pudo haberle hecho esto, no podría, no sería capaz.

-¿Quién te golpeó, Camila? -Volví a preguntar en tono más serio.

-No puedo decirlo. -Se acurrucó en la cama, abrazando su almohada. Me acerqué a ella y la tomé por los hombros, la hice enderezarse y tomé su cara entre mis manos, haciéndola mirarme a los ojos.

-Escucha Camila, nadie puede hacerte daño, nadie nunca lo hará si yo estoy cerca. Ahora, dime, ¿quién mierda te hizo esto? Y Mila, no me mientas. -Sus lágrimas comenzaron a salir de nuevo, las sequé con mi dedo pulgar.

-Tengo miedo. -Sollozó.

-No lo tengas, eres una chica fuerte y puedes con esto y mucho más ¿Me entiendes? Tú eres grandiosa y en el futuro seguirás siendo grandiosa, incluso más. No dejarás que nadie te pisoteé, ni te haga sentir inferior, porque esas personas que te hacen sentir mal solo están alimentando su pequeña autoestima con tu dolor, y no hay que darles el gusto. -Me miró a los ojos profundamente- Dímelo.

-Keana, fue ella. -Dijo y estalló en llanto, la furia me invadió, quería ir allá ir matarla, matarla en serio, pero me quedé, me quedé con mamá abrazándola y acariciando su cabello.

-Está bien, llora, no significa que seas débil, significa que has sido fuerte por demasiado tiempo. -Me quedé y la abrasé, la abrasé como nunca, como nunca he abrazado a mi madmá en mi vida, ella me necesitaba y aunque me quejara todo el tiempo ella había estado todo el tiempo conmigo, siempre se preocupaba, no podía haber deseado una mamá mejor a pesar de todo.

Keana Marie, acabas de firmar tu sentencia, tal vez hayas disfrutado de hacer sufrir a Camila pero ahora me toca hacerte sufrir.

-Voy a matar a Keana. -Susurré. Ella se separó.

-No, no lo hagas, esta es mi pelea, debo ser yo quien la ponga en su lugar. -Sonreí.

-¿Segura? ¿No quieres que te dé una ayudita? -Pregunté suplicante. Sonrió.

-No, no, tú tienes razón, no le daré el gusto de que crea que soy débil. -La abrasé.

-Serás una buena mamá. -Ella rió.

-¿A qué viene eso? -Preguntó. Yo no la soltaba.

-A que tu hija estará muy orgullosa de ti. -Besé su mejilla.

-¿Crees que tenga una hija? Sería genial, tener una pequeña vida dentro de mí. -Tocó su abdomen y a mí me dieron ganas de llorar.

-Sí, tal vez lo sea. Te aseguro que ella te amará por sobre todas las cosas, y te hará sentir muy orgullosa algún día. -Sonreí a medias y mis lágrimas salieron.

-Nicole, no sé por qué pero eres tan especial para mí, eres una pequeña muy extraña y graciosa, siento que tengo un lazo especial contigo. -Sonreí.

-Yo igual, yo igual lo siento.

La Historia De Mis Madres (Camren G!P)Where stories live. Discover now