CAPITULO 4 -Papá

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Kevin

-Pasa por acá Melissa, esta es nuestra nueva casa, toma asiento y ponte cómoda. Mamá debe de estar en el despacho.

Ella sin pensarlo mucho se sienta en el sofá, cruzando las piernas y extiende ambos brazos al espaldar. Como si estuviera cansada del viaje y me lo imagino un viaje por mas corto que sea agota a mas de uno.

-¡¡Wuao!! ¡Tú sí que sabes ponerte cómoda hermana, yo también lo sé hacer, mira!

Me lance al sofá del frente recostándome a un costado. Y al mirarla ella estaba sonreída, mirando hacia los alrededores de la casa. Subiendo la mirada al techo. Viendo cada detalle de la nueva casa.

-La casa es asombrosa aunque un poco más pequeña que la anterior. Esta parece una casa de relajación. Me encanta este nuevo ambiente.

Claro la entiendo, así diga que es asombrosa por ser mas pequeña y eso le un toque diferente y todas esas cosa,  pues se que no le gusta mucho, solo trata de mostrar un poco de apoyo o simplemente lo dice por amabilidad. 

Melissa por un instante se queda observándome y es cuando noto que ando metido en mis pensamientos sobre esta nueva casa, aun hay cosas que no me gusta o no logro entender de este ambiente. ¿Como pudimos haber dejado tanto en Londres para venir aquí?

-¡Oye hermano! Te noto algo cambiado, como si estuvieras más hombre creo que este lugar te hace bien. -ríe un poco. -o tal vez más maduro. Aunque no te veo desde hace un par de meses. -espeta ella

Cuando decidimos venir a Leed, Melissa ya no vivía en casa no se encontraba en la ciudad, tenia semana que había salido por cosas de trabajo y no llegó a tiempo para despedirse de nosotros pero prometió que al solo llegar se vendría a pasar un par de días con nosotros

-Jajaja Que exagerada no lo creo. Sigo estando igual o en tal caso siendo el mismo de siempre. -respondo con seguridad ya que en este lugar lo menos que hago es entrenar.

-Lo digo en serio Kevin. Ya no te puedo cargar ni en juegos.

-Sí, es cierto. Ahora yo soy quien te puede cargar a ti venga.

Mi hermana Melissa es la mayor de los dos, se independizo desde que se fue a estudiar para ser detective. Ya hoy tiene 30 años. Y se conserva muy bien. A pesar de la diferencia de edad nos la llevamos bastante bien.

Ella es de estatura mediana. Se alimenta muy bien y va al gimnasio. Es muy divertida. Suele darnos sorpresas de cumpleaños, navidad, o entradas a otros eventos como conciertos y teatros.

Hay quienes dicen que físicamente nos parecemos mucho pero en realidad ella se parece a mamá y yo a papá. Solo que en nuestra forma de ser ambos nos parecemos a papá.

-Oye ¿Por qué mejor no me cuentas de las investigaciones que has hecho? ¡Ya que eres la mejor detective de Londres!. -la verdad es que me siento muy orgullo de ella realmente es muy buena en lo que hace.

Melissa terminando de tomar un trago de vino que le había servido levanta su dedo índice moviéndolo de un lado a otro. Negando hablar de eso.

-Bueno no me gustaría hablar mucho de esto porque no quisiera que se caiga todo lo que he armado del caso.

Así es ella. Suele tener todo bajo custodia. Desde hace un tiempo esta averiguando sobre un caso de incendio que ocurrió en el hospital central de Londres.

Papá quien ha estado averiguando durante años. Le han mandado a cerrar el caso por no haberlo resuelto y por los años que han pasado desde entonces. Pero mi hermana moviendo unos de sus contacto logro abrirlo y quiere darle la sorpresa a papá de resolverlo. Se encuentra muy confiada de que si podrá.

Vida AjenaWhere stories live. Discover now