Chocolate → R. Lupin [Español]

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❝Trato de sonreír y me dirijo hacia ti,
debiste de pasarme por alto, siempre lo haces,
pero tengo un plan❞
—Ellie Goulding

James, Sirius y Peter habían, una vez más, logrado incluir a Casey en un castigo con la profesora Ravenswood (su profesora de Defensa contra las Artes Oscuras). De alguna manera, Remus se las había arreglado para salir de ello, lo que le parecía muy injusto a Casey.

Pero por supuesto, los otros siempre le daban la oportunidad, algo que nunca harían con Casey. Sin embargo, ella decidió restarle importancia por esa vez.

Ellos en conjunto (James, Remus, Sirius y Peter) habían logrado hacerle una broma a Ravenswood colocando sapos escondidos en todos los papeles de su oficina y, de alguna manera, Casey también había sido llamada a detención por eso.

Casey apostaba que Filch le había dicho a la profesora que ella generalmente estaba envuelta en el asunto de las bromas, así que solo asumieron que fue la "mente maestra" detrás de ésta última.

En el momento, Casey se encontraba mirando hacia la pared con el ceño fruncido mientras los otros tres trataban de pasarse notas los unos a los otros. Ellos habían estado haciendo eso demasiado últimamente, así que Casey hizo lo que cualquiera habría: interceptó las notas.

     ¿Crees que sabe? —J

     Lo dudo —S

     De todas formas, ¿cómo es que es tan ciega? —J

     La verdad es que no lo sé. Es ridículamente obvio —S

     Lo sé —J

     Creo que deberíamos decírselo —S

     Creo que Lunático nos matará si lo hacemos —J

     Se lo voy a decir —S

    No, no lo harás —P

     Sí, sí lo haremos —S

     Claro que lo haremos —J

Casey frunció el entrecejo. ¿Decirle qué a quién? Ya habían estado actuando extraño los últimos meses y, siendo honestos, ella podía tolerarlo, mas se había convertido en una actitud regularmente confusa.

Y eso realmente no le gustaba.

—Ya está. Salgan —ladró Ravenswood. Casey suspiró y caminó fuera de la estancia con su mochila sobre su hombro mientras los chicos le sacaban la lengua infantilmente a la profesora cuando se dio la espalda.

—Así que, ¿qué van a hacer hoy en la noche, chicos?

James se removió nervioso y pasó una mano por su cabello, Peter chilló y Sirius frunció el ceño.

—Nosotros... James, dile qué vamos a hacer —susurró Peter.

—Bueno... La cosa es que... ¡Sirius quiere decírtelo!

—Yo... ¿es noche de chicos? —Sirius frunció las cejas, como si tratara de convencerse a sí mismo.

—¿Noche de chicos?

—¡Sí! —James pasó un brazo alrededor de Sirius—. La clásica noche de chicos.

—¿Y desde cuándo hacen ustedes una noche de chicos?

—Desde... ¿ahora?

—¿Y por qué ahora?

—Bueno, verás... Sirius ha estado actuando muy femenino últimamente —James mordió su labio.

—¡Oye!

—¿Femenino? —repitió Casey cruzando sus brazos sobre su pecho.

—¿Sí...?

Casey los escudriñó con la mirada deteniéndose en seco. Ellos tomaron unos cuantos pasos lejos de ella y se dieron la vuelta.

—Son todos unos pésimos mentirosos.

–

—¿A dónde van? —les preguntó a las tres figuras que trataban de escabullirse de la sala común pasando completamente inadvertidos.

—Yo... eh... —tartamudeó James.

—¡Ah! —chilló Peter, cayendo de espaldas sobre un sofá.

—¡Oh, C-Casey! ¡Qué agradable sorpresa! —Sirius trató de formar una sonrisita que se torció y lució más como una sonrisa de culpa.

—No para mí. Ustedes han estado actuando muy reservados últimamente —Casey elevó sus cejas, bajando el periódico que tenía en sus manos.

—¿Estabas leyendo?

—Sí. Ahora, ¿a dónde van? —entrecerró sus ojos hacia James, quien estaba prácticamente partiéndose el labio.

—Yo... eh... ¡Broma! Sí... —se aclaró la garganta—. Una broma, estamos haciendo una broma, ¿no es así, Colagusano? —James le dio un codazo al chico parado a su lado.

—¿Lo estamos? —James y Sirius lanzaban fuego por los ojos en dirección del muchacho, quien se encogió bajo sus miradas.

—No lo creo —los labios de Casey se curvaron en una sonrisa divertida.

—¡Ah, sí lo estamos! —exclamó Peter un poco alto.

—Mhm, ¿y por qué no fui incluida en esta broma?

—Oh, hum... Lunático nos dijo que no lo hagamos —James inclinó su cabeza hacia un costado, luciendo como un perrito perdido.

—¿Y por qué habría él de hacer eso?

—Po-porque... ¡Porque dijo que estábamos dando un mal ejemplo! —Sirius levantó un dedo como si quisiera probar su punto.

—Mhm, él nunca ha tenido un problema con eso antes —Casey inclinó su cabeza hacia un lado.

James miró el reloj de su muñeca, abriendo los ojos completamente y jalando a Sirius para que mirase también.

—¡Mierda! —exclamó Sirius, abriendo los ojos como James.

—Lo sentimos, Casey. Continuaremos esto más tarde, ¿de acuerdo? Nos tenemos que ir. ¡Adiós!

Y sin alguna otra palabra, Sirius y Peter fueron arrastrados por James, despidiéndose con la mano en su camino. Casey estaba confundida, todo lo que podía pensar era "¿Qué demonios acaba de pasar?"

–

Ellos volvieron a las 5am. James lucía nervioso, Peter parecía asustado y Sirius estaba pálido.

Ella no les dirigió la palabra.