Chocolate → R. Lupin [Español]

27

❝El único amor en el que realmente creo es en el amor de una madre por sus hijos❞
—Karl Lagerfeld

—¿Se besaron? —preguntó Alice, una sonrisa en su rostro.

—Sí —se sonrojó Casey, ambas estaban sentadas en la cama de Casey, las cortinas corridas y un encantamiento silenciador puesto para bloquear a todo el mundo.

—¡Casey, eso es genial!

—No, no lo es. Quiero decir, ¿qué somos ahora? No puedo simplemente empezar a llamarme su novia... porque entonces parecería muy apresurada; pero tampoco puedo llamarlo mi amigo porque eso podría ofenderlo...

—Casey —interrumpió Alice—. Estás pensándotelo demasiado.

—Pero si no lo pienso demasiado, nada tiene sentido —gruñó.

—De acuerdo, lo simplificaré. Te gusta Remus. Le gustas a Remus. Ambos saben que se gustan el uno al otro. Ve y dile que sea tu novio...

—No. Nope. No-no. Nopiti no —Casey sacudió su cabeza furiosamente.

Alice suspiró.

—Eres muy difícil de dar consejos. ¿Cómo es que eres muy buena en ello pero tan mala para recibirlos?

Casey se encogió de hombros.

—Es complicado.

–

Casey se sentaba junto a James, Alice a su izquierda. Lily se sentaba junto a James y, para la sorpresa de todos, los dos estaban teniendo una conversación civilizada. Sobre tareas, pero era civilizada después de todo.

—Sirius —llamó Casey. Un soñador Sirius (que había estado mirando a Marlene como si fuera una Veela todo el día) gruñó en respuesta—. ¿Dónde está Remus?

—Um, detrás de ti —murmuró, saludando hacia donde Casey estaba sentada.

Ella levantó sus cejas y pudo ver a Remus caminando hacia ellos.

—Um —él frotó la parte posterior de su cuello—. ¿Podemos quizá, um, hablar?

Casey asintió, levantándose. Frunció el ceño mientras se alejaba, escuchando a James hacer un silbido a lo lobo cuando luego oyó dos sonidos de golpes y un "¡auch!"

—Entonces, eh, ¿de qué querías hablar? —preguntó Casey mientras caminaban por un corredor desierto.

—Yo... nosotros. Quería hablar sobre nosotros —tomó un breve respiro.

—De acuerdo.

—Yo... ¿sabes qué? Sirius me dijo que sea directo, así que, Casey, ¿quieres ser mi novia? —ella se detuvo en sus pasos, con una sonrisa en su rostro.

—¡Sí! —dijo mientras abrazaba a Remus. Él sonrió abiertamente y la abrazó también—. Espera, ¿seguiste un consejo de relaciones de Sirius?