Capítulo 12: La canción de Evan

40.3K 3.3K 615
                                    

Al entrar a la mansión, dejé que Evan corriera a su habitación como un loco diciendo que quería ir a ver la televisión, y me dirigí directo a la cocina en busca de Letty. Necesitaba hablar con alguien de lo que acababa de pasar o sino explotaría.

Para mi suerte, ella estaba ahí. Para mi desgracia, Theo la acompañaba, se encontraba sentado en unas sillas de la barra, comiendo directo de la caja de cereal.

—¡Hola, Scarlett! —me saludó Letty alegremente, sin encararme, ya que estaba ocupada cocinando.

—Hola, Letty, buenos días —la saludé de vuelta, dirigiéndome hacia Theo y tomando asiento junto a él— Hola, ogro. ¿Sí sabes que el cereal se acompaña con leche, no?

Él giró un poco la cabeza hacia mi dirección y me dedicó una radiante sonrisa que provocó que mi corazón diera un salto mortal de la emoción.

Y del remordimiento.

—Buenos días, intrusa —respondió—. Llámame raro pero odio el cereal con leche, lo prefiero así. Dime, ¿cómo estuvo tu noche?, ¿dormiste bien? —me preguntó, moviendo su mano sobre la barra hasta que se encontró con la mía.

La Scarlett embobada dentro de mí estuvo a punto de desmayarse al ver a Theodore de buen humor y bastante dispuesto a tocarme.

—Sí, como un bebé —contesté, hipnotizada con la vista de nuestras manos juntas, de nuevo—. ¿Qué hay de ti?

—Como un bebé —repitió, dándole un apretón a mi mano y ensanchando su sonrisa.

Mi cuerpo, dominado por una fuerza misteriosa, no pudo resistirse al impulso de querer hacer algo más que tocarlo, empezó a acercarse a su rostro. No me pregunten qué pretendía hacer porque no tenía idea por qué estaba entrando a la boca del lobo de esta manera justo frente a Letty, pero... como les dije, estaba siendo dominada por una fuerza misteriosa.

Una fuerza misteriosa que fue detenida por Letty, quien se volvió hacia nosotros antes de que pudiera cometer alguna estupidez. Logré apartarme en el momento justo, gracias a Dios.

No obstante, ella se nos quedó mirando de una manera extraña.

—¿Cómo estuvo el desayuno con Luke, Scarlett? —inquirió ella.

Tragué saliva con fuerza, observando la sonrisa de Theo desvanecerse.

—Cierto, Letty me dijo que hicieron un picnic con Evan —terció, devolviendo su atención a la caja de cereal.

Genial.

—La comida estaba deliciosa, gracias, Letty. —Le sonreí en un intento de esconder mi nerviosismo—. Evan se divirtió mucho.

—Bueno, si ya no tienes ningún otro picnic al que asistir, quisiera salir contigo hoy. Hay un lugar a donde quiero ir —me dijo Theo, haciendo que Letty nos mirara con una expresión de emoción que provocó un fuerte rubor en mis mejillas.

Nos miraba como si le acabáramos de decir que nos casaríamos o algo así.

—Uh... tendría que preguntar si Evan puede quedarse solo un momento —le contesté, sintiéndome cohibida al tener a Letty presenciado lo que fuese que estaba ocurriendo.

—Puede quedarse con Luke, a él no le importará —me aseguró, llevándose un gran puñado de cereal a la boca.

—¿A mí no me importará qué? —La repentina voz de Luke me sobresaltó.

—Cuidar un rato de Evan mientras Scarlett y yo salimos —le contestó su primo con la boca llena. Se veía gracioso haciendo un gesto tan infantil, y si esto no fuese tan incómodo, me hubiera reído de él.

Your eyes ©Where stories live. Discover now