1/30. Labios Sellados

507 38 4
                                    

Un bulto es arrastrado en medio de la noche, hasta el borde de un risco.

La noche es silenciosa y libre de miradas curiosas que atestigüen lo que acontecia es ese momento. Aquella noche, se cerraba una etapa turbia, y se gestaba otra mucho peor.

Ambos amantes empujaron el bulto por el borde hasta dejarlo caer.

Piedras filosas y punteagudas; aguas turbias y embrabecidas, recibían aquél cuerpo vacío.

***

Doce meses y medio atrás...

- Señorita Ritz, aguardo su respuesta - dijo el profesor Deep a la joven Amber que había estado cruzando miradas con Brandon Woodley desde el comienzo de la clase. Obviamente, el profesor era un experto en interrumpir en flirteos a distancia.

- Disculpe, no lo escuché ¿Podría repetirme la pregunta?- agregó Amber apenada y observando por el rabillo de su ojo como una mueca se dibujaba en los labios de Brandon.

- Olvidelo señorita Ritz, tendrá tiempo de responder a mis preguntas en el trabajo práctico que preparará para la próxima clase - concluyó el profesor Deep.

Amber hizo un movimiento de labios para protestar pero aquella provocación le podría augurar algo peor. Era evidente que el profesor Deep no gustaba ni un poco de ella, en parte porque era becada y en parte porque no confiaba en la joven; veía algo de arribista en ella y estaba seguro de que no se equivocaba al respecto.

Después de terminadas las clases Amber siguió camino a la biblioteca para adelantar su trabajo de economía y con la esperanza de que aquellas miradas tuvieran algún sentido y no hubiesen sido parte de su desesperada imaginación.

...

- Eres Amber ¿Verdad? - preguntó el joven castaño a la joven sentada frente a sus apuntes en la rectangular mesa de roble de la biblioteca.

La joven se limitó a asentir. Apenas y llevaba poco más de un semestre en Stanford y aquel joven de amplia sonrisa, no le había dirigido palabra en todo ese tiempo.

Claude su mejor amigo, había apodado a aquel joven como el ramero. Conocido por su fama de mujeriego incansable. Se dice que muchas de las mujeres que pasaron por la vida del joven, estuvieron con él, con la tonta esperanza de cambiarlo. Eso nunca sucede. Las personas no cambian. Fingen ser lo que no son para su propio beneficio. Pero así y todo, conociendo aquél historial, Amber decidió seguir adelante. No era que una catástrofe natural se iba a desatar sólo por cruzar unas simples palabras. Pero bien es sabido, que toda tempestad, nace de la misma calma.

- Soy Brandon. Brandon Woodley - dijo el joven.

- Se perfectamente quién eres - dijo la joven con una mueca confiada en sus labios. Amber era perfectamente consciente de su atractivo, y sabía a ciencia cierta, que cuando un chico se acercaba a ella, era siempre por segundas intenciones.

-¿Y quién crees que soy?- agregó el joven con una mueca en sus presumidos labios.

- El novio de América - bromeó Amber a lo que ambos jóvenes rieron y alguien en el otro extremo de la mesa chistó para que se callaran.

El joven invitó a Amber a tomar un café en cercanías de la Universidad. Ella aceptó sin más. La realidad, era que Amber estudiaba gracias a la beca que había obtenido por sus logros académicos en la escuela secundaria; y sus padres le enviaban dinero, que sólo le servía para costearse necesidades básicas, así que, cualquier oferta que implicara que otro invitara, era bien aprovechada por la joven.

ACORRALADA [ Finalizada ]Where stories live. Discover now