Capitulo 9 - La gran Sorpresa

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Capítulo 9

  

La gran Sorpresa

 Los días siguientes a mi conversación con el gobernador, fueron muy difíciles para mí, pues aún no estaba preparado para desenmascarar públicamente a mis asesinos. Así qué reunido con mis amigos estuvimos dando vueltas a todas las posibles soluciones.

Una era huir y esperar un mejor momento para enfrentarme a ellos, pero resultaba altamente vergonzoso el hacerlo, por lo que la rechazamos de inmediato. 

Otra era matarlos directamente e invocar de la justicia del gobernador que pidiera a España uno de los múltiples retratos que se tenían míos, en mis propiedades españolas, donde se confirmaría que yo era el legítimo duque.

Así pensamos muchas alternativas a cual más descabellada, hasta que Fred comentó Porqué no volvemos a utilizar un mensaje en la botella - 

Todos nos quedamos callados sin saber que quería decir hasta que explicó su plan. 

- Si funcionó con el jefe maya, que es un hombre inteligente ¿ qué motivo hay para que no funcione con la familia Calatrava ?, lo único necesario es prepararlo bien y obrar con cautela.- continuo diciendo.

- Lo que necesitamos es que Francís reconozca ante el gobernador, algún documento o carta escrita por el duque de su puño y letra, una vez conseguido esto lo demás será más fácil. - 

- Por consiguiente lo primero será preparar un escrito que de forma creíble tenga en su poder el gobernador y nadie mejor que Ud. mismo para entregársela, después de que hayamos pensado bien su contenido y por supuesto que Ud. la escriba , la firme y se la entregue.-continuó diciendo Fred,

Pensamos muchas posibles justificaciones para que yo pudiese entregarle tal carta al gobernador, ninguna resultaba convincente, hasta que se nos ocurrió una misiva que yo mismo hubiese escrito en España, dirigida a  mis familiares más directos, antes de embarcar en el bergantín que nos debía de llevar a la Habana, por si algo salía mal en un viaje tan peligroso. 

Esa carta llegaría a las Américas por un camino distinto al del bergantín y sólo sería entregada a sus destinatarios en el caso de que a mi me hubiese ocurrido algo irremediable, si no fuese así el portador me la debía devolver a mi personalmente.

Como yo mismo (como Don Carlos Martín), resultaba haberme hecho  muy buen amigo del Marqués de la Ensenada, gobernador de Santo Domingo, y a su vez lo era del duque de Calatrava ¿ Quien mejor que yo para ser el portador de tan importante misiva ?. De común acuerdo a todos nos pareció una gran idea hacerlo de esta manera. 

La carta la pensamos entre todos y en ella yo demostraba mi cariño a Francís y a mis primos, con lo que estos se sentirían orgullosos de reconocer su autoría y mostrarla a todo el mundo. 

Ahora había que pensar un motivo por el cual yo se la entregara al gobernador, para que este hiciese de intermediario, cuando Don Carlos ( es decir yo mismo ) iba a asistir a la fiesta en honor del duque de Calatrava, y lo natural sería entregársela a él en persona. Para ello pensamos varias soluciones, hasta que Nou dio con una idea perfecta. 

El día anterior a la llegada del supuesto duque, mi sobrino,  yo simularía tener un grave accidente montando a caballo, dándome un tremendo golpe en la cabeza, que me obligaría a vendarla en casi su totalidad, con lo cual, mataríamos dos pájaros de un tiro, uno el no poder asistir a la famosa fiesta y otro camuflar totalmente mi rostro para la segunda parte de la encerrona que estábamos preparando a mi asesino. 

Era seguro que el gobernador pasaría a visitarme inmediatamente de conocer mi accidente y yo le podría hacer entrega de la carta, tan cuidadosa y celosamente guardada, para que él sin dilación se la hiciese llegar al duque. 

Mensaje en una BotellaWhere stories live. Discover now