Capítulo 38

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—¿Cómo debería empezar esto? —Preguntaba Luh en voz alta a su compañera, revisando su cámara en la mitad de una de las aceras de San Francisco.

—¿Y cómo se supone que debería saberlo? —Suspiró cansada, mientras cogía fuertemente de la mano a Denisse. —Tú eres el Youtuber aquí

—Vale —Rió —Entonces, ¿queréis aparecer? —Propuso, viendo como segundos después Lauren negaba con la cabeza.

—No quiero que empiecen a pensar cosas que no son verdad, ¿cómo era que le decían?... —Dijo pensativa.

—Salseo —Una risilla salió de sus labios al pensar como se lo tomarían sus suscriptores —Venga, no habrá problema, pero si quieres tener más seguridad, procura que Den no salga

—Entonces apareceré en otro momento, no creo que sea conveniente ahora —Luh solo asintió hacia la petición de su amiga —Bueno, nosotras dos iremos a comprar todo para la fiesta —Lauren miró unos segundos a Den, la cual le dedico una pequeña sonrisa.

—Faltan tres semanas —Aclaró —¿No es un poco rápido?

—Hay que ser precavidos —Volvió su vista hacia la de Luh —Nos vemos más tarde

Lutfi comenzó a agitar su mano es señal de despedida, logrando que la pequeña copiara la acción. Bajo su mirada nuevamente a su cámara cuando ambas chicas ya no se encontraban a su vista, empezando a revisar nuevamente si todo estaba bien para empezar a grabar.

Al ver que todo se encontraba bien como para empezar la grabación, decidió caminar hacía un parque que no se encontraba muy lejos de su temporal departamento. Comenzó a dirigirse al dichoso parque, aún pensando en lo sucedido la noche anterior, pues la vergüenza que sintió todavía estaba presente. Al estar cada vez más cerca de su objetivo, notó como un montón de parejas pasaban por allí, sin duda el mundo no quería estar a su favor.

Se sentó en una de las bancas color marrón que estaban desocupadas, cogiendo firmemente la cámara con su mano derecha, empezando a grabar todo el paisaje que le rodeaba, sin duda era un lugar bien cuidado.

—¡Hey , hola peña! ¿Qué tal estáis? —Saludó a la cámara con una sonrisita en sus labios, una risa nerviosa salió de él —Hace mucho que no hago esto... —Susurró.

Cerró la cámara unos instantes, pausando la grabación; su mente estaba completamente en otro lugar, posiblemente en las parejas cogidas de la mano que deambulaban por allí. Dejo salir un suspiro y se acomodó en la banca de madera, quizá sólo necesitaba descansar un rato de aquellos pensamientos. Fue siguiendo con la mirada a cada una de las parejas, hasta que se detuvo con una en particular.

—Se parece Mah... —Aquellas palabras salieron casi inconscientes de su boca.

Realmente no pensaba superarla tan rápido y la verdad ya esperaba que, en algún momento, aquel nombre volviera a aparecer en su mente. ¿Cómo reaccionaria si supiera que estoy con Gona?, pensó. Entre Mah, Gona y él, el Gonuh nunca había superado la línea de ser una broma, incluso aquella vez en la que ambos casi se besaban en un vídeo solo para ocasionar "salseo", ella no había pensado nada malo, ¿qué pensaría de él ahora?

(...)

—Se ve que estás emocionado, no cualquiera se levantaría temprano ir a solo sacar un boleto de avión —Gona escuchaba bostezar a Rosa a través del teléfono, mientras él solo reía.

—Estoy emocionado, eso es todo —Sin dejar de sonreír, comenzó a caminar por todo el aeropuerto, quizás por los nervios.

—Eres un niño —Reclamó la chica —Vamos, cuelga y ve a comprar esos estúpidos boletos —Decía intentando contener su risa.

—Adiós —Al escuchar las anteriores palabras de su amiga, se despidió, marcando segundos después otro número en su móvil.

—¿Hola? —Aquella voz hizo femenina logró que Gona sonriera inconscientemente.

—Hola —Dijo animado, aún con una sonrisa de oreja a oreja —¿Cómo te encuentras?

—Tio, dejemos las formalidades —Reía mientras Gona sólo lograba avergonzarse Entonces, en cualquier momento partes, ¿cierto?

—S-Sí...

—¡Ya quiero verte! —Dijo felizmente la chica. —¡Nos vemos en un par de horas!

Gona no dejaba de temblar de la emoción, ¿realmente era tan estúpido para hacer lo que planeaba?. Minutos después, terminó la llamada con aquella chica, decidiéndose a dar una última vuelta al aeropuerto. La valija con ruedas que cogía con su mano derecha estaba casi llena, al igual que la mochila que llevaba colgada en sus hombros. Se detuvo unos segundos frente a la ventanilla donde podía ver los aviones despegar, sentándose en uno de los tantos asientos que había disponibles.

—Vale, ahora los papeles —Dijo Gona para si mismo en voz baja, quitándose la mochila que anteriormente tenía puesta y comenzando a buscar los distintos documentos que había esparcidos en esta. Su mirada repentinamente se clavó en sus boletos de avión, tanto en el de ida como en el de vuelta. —Un maldito mes... —Susurró.

De repente, su móvil comenzó a sonar, logrando que rápidamente Gona lo cogiera y atendiera la llamada.

—Gona... —Habló Luh antes de que el nombrado pudiese decir algo.

—¿Luh, sucede algo? —Gona, al escuchar el tono decaído que tenía su novio, se preocupó. —Recuerda que puedes contármelo todo

—L-Lo sé... —Suspiró para luego reír levemente —Digamos que, joder, es más difícil de lo que pensé...

—Tranquilo, puedes tomarte tu tiempo —Intentó animarlo con eso, pero en realidad no disponía de tiempo suficiente, aún si lo deseara gastar con Luh.

—Vale, sé que puede sonar extraño ya que solo ha pasado un mes... —Se detuvo unos segundos, dejando a Gona completamente nervioso —Tio, quiero abrazarte, tenerte a mi lado ahora mismo

—Luh... —Pronunció sorprendido, escuchando como su pareja intentaba continuar sin comenzar a deprimirse.

—Incluso cuando vuelva a España, ¿qué podría cambiar? Todos nos mirarían raro, nos criticarían —Gona decidió aguardar en silencio para que este continuase —Quiero verte, no sólo como mi pareja, sino como mi amigo, m-me haces falta...

Aquellas últimas palabras dejaron a Gona con el corazón en la boca, sintiendo sus latidos acelerarse y su cara sonrojada, ¿cómo Luh podía llegar ser tan lindo?. Pensó unos segundos sus palabras, realmente no era muy bueno en estas cosas.

—Luh, escucha —Dudó unos segundos —Realmente no hace falta que los suscriptores sepan sobre nosotros, al menos no por ahora, sabes que te seguiré queriendo de la misma manera de la que lo haría en público. Seguirás siendo mi osito más bonito, aún si solo tú lo sabes. —Las palabras de Gona lograron que en ambos apareciera un sonrojo sobre las mejillas, cumpliendo el cometido de que Luh sonriera de oreja a oreja.

—Gona, yo- —Lutfi planeaba seguir aquella cursi conversación, al menos hasta que escuchó una melodía por parte de la línea de su novio.

—Mierda, la alarma —Se quejó Gonzalo, guardando los papeles inservibles, en aquel momento, dentro de su mochila; luego la cerró y se la volvió a colocar en la espalda —Luh, debo irme, pídele explicaciones a Lauren —Titubeó unos segundos —... Te amo

Gona cortó la llamada, dejando a Luh con sus palabras en la boca, aún sentado en aquél parque, llegando a las siete de la tarde.

Uncover [Gonuh]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora