Holaa!! ;))
Como sabreis, la ropa y todo eso en unos links en los comentarios!! ;)) acabo de empezarla, por lo que falta un poco para que empice lo interesante, pero estaría genial que lo comentaseis!! ;))
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Llevaba unos cinco minutos con la boca abierta y el corazón saliéndose de esta. Aún no lo asimilaba, IBA A TRABAJAR PARA MIS ÍDOLOS!!!! Iba a verlos todos los puñeteros días y... venga yá! Iba a ser una de sus estilistas, ¿iba a verlos en canconcillos? Ya está, tenía que hacer el testamento, porque de esa viva, no salía!
Nuestros padres se fueron a tomar una copa por lo que Scott y yo salimos al jardín trasero. Yo aún no había articulado ni una sola palabra, y sentía que pronto empezarían los gritos.
- Oye____, abra que celebrarlo con una gran fiesta ¿no?- Yo seguía sin decir nada.- Ya sabes, eso de que por fin conocerás a One Direction, que trabajaras para ellos, que los veras tod...- No pudo acabar porque yo ya empecé a gritar y a llorar como una loca.
- _____! ¿Que pasa? ¿Estas bien?- Mi padre salió al jardín donde encontrábamos seguido por mi madre, y los padres de Scott. Todo empezaron a reírse al darse cuenta del porqué de los gritos. Después de unos cuantos minutos conseguí tranquilizarme.
- Si vale, ai que hacer una fiesta ya! ¿En mi casa o en una disco?
- Esa es mi chica! Mejor en una disco, así no tendremos que gastar más dinero en contratar a alguien para que limpie la mierda al día siguiente.- Es que éramos demasiado vagos para limpiarlo nosotros mismos... y además no es nada agradable estar en un sitio con olor a alcohol estando de resaca.
- Bien pensado! Oh y ya sé a donde iremos...- Puse un poco de tensión.- ¿A donde vamos cuando hay una gran, GRAN celebración?
- ¿Al Zero? ¿Enserio? Aí diós que ahora soy yo el que se muere! ¿Sabes las tías que hay ahí? Enserio _____ te quiero!- Los dos reímos mientras me abrazaba, y comenzamos a planearlo todo para la noche siguiente. Sería martes, pero el miércoles era fiesta, por lo que había fiesta asegurada en Zero, una de las mejores discos de todo el país. Hacían las mejores fiestas que uno se pueda imaginar, las más grandes.
(...)
Cuando mi alarma sonó se notaban las poquísimas horas de sueño que tenía, con tanta emoción no pude conciliar el sueño hasta las 4 de la mañana. Pero la verdad es que no me importaba en absoluto, era la persona más jodidamente feliz de la historia. Salté de la cama y me fui directa al bañó, después de una larga ducha, salí envuelta en una toalla y me adentré en el vestidor. El buen tiempo acompañaba a mi buen humor por lo que me decidí por falda. Llevaba, una camisa croped top de mangas cortas y ajustaba al cuerpo con dibujos étnicos en colores naranja y marrón bastante vistoso, una falda larga blanca pero transparente desde un poco más arriba de las rodillas, y lo acompañaba con unas sandalias de tacón alto marrones.
Y a eso siguió lo de siempre, bajar a la cocina, fruta, café y volvér a subir por esas enormes y malditas escaleras a darme los últimos toques en mi habitación. Me puse un collar pequeño de un búho, una pulsera con unos corazones, pendientes y una corona de hojas secas que en realidad era de algún tipo de metal. Metí mis cosas en una mochila también un poco étnica y maquillé un poco mis ojos. Salí de casa corriendo y me metí en mi coche en dirección a la casa de Scott. Después de un largo camino por fín llegamos al instituto.
Como siempre muchas miradas, muchas sonrisas vergonzosas... ¿cuando se darían estos cuenta de que yo también era humana? Pero la verdad es que los paparazzis que me seguían no ayudaban a que yo diera esa imagen. Estaba empezando a cabrearme cuando me acorde de mi trabajo a lo que sonreí como una boba. Scott lo notó y apretó un poco mi mano, ya que se suponía que aún no debía decir nada. Agarré su manó con fuerza mientras caminábamos por los pasillos.
