4. Aquel triste día

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"Haces agitarse mi corazón,
doblarse y romperse,
pero no puedo darme la vuelta,
Y me está volviendo loco,
Tú me vuelves loco..."


Demás está aclarar que luego de aquel día recibí un castigo bastante duro por parte de mi padre. Lo que no era una sorpresa, después de todo, yo mismo me lo había buscado al olvidar por completo lo que me había pedido que hiciera, pero aún así saber lo que me ocurriría no sirvió de nada para menguar mi sufrimiento.

¡Estuve castigado por una semana! ¿Pueden creerlo? Una semana entera sin poder salir a ningún lado, ni ver televisión y, mucho menos, estar con Matt.

Podrán pensar que es poca cosa, que una semana pasa frente a ti en un abrir y cerrar de ojos, pero imaginen el calvario que significa para un niño de siete años tener que encontrarse encerrado en su casa lejos de su mejor amigo, ¡y en vacaciones! Fue un verdadero castigo, aunque después de pasar por esa experiencia de aburrimiento olímpico puedo decir que nunca más olvidé avisar a mi padre donde me encontraba cuando se hacía tarde para mi regreso. Eso es algo que debo reconocer a mi padre, quien quizás lo hubiera hecho a modo de oficial de custodia, pero si que había logrado enseñarme algo con ese pequeño castigo.

Aunque debo admitir que no fueron del todo malos esos días de reclusión que soporté durante el castigo, pues mi padre —fiel a su naturaleza firme pero amable— se mantuvo en caso conmigo tanto tiempo como le permitía su trabajo. Quizás no era mucho, porque ser uno de los pocos abogados de confianza que había en nuestra pequeña ciudad no era algo de lo que te pudieras zafar así como así, pero las ocasiones en las que estuvo en nuestro hogar fueron de los pocos momentos alegres que tuve esa semana. Eso y las pequeñas notas que Matt dejaba cada noche bajo el tapete de entrada de mi hogar y que yo respondía diligente con otra nota escondida en dicho lugar.

Por supuesto que con Matt habíamos encontrado el modo de seguir en contacto, ni siquiera un castigo podía separarnos por tanto tiempo —por más merecido que fuera—. Aunque tiempo después me di cuenta de que si habían cosas que nos alejarían más de lo que nunca podría haber imaginado.

Pero cada cosa tiene su tiempo, y al igual que en una canción, no podemos pasar al estribillo sin antes haber cantado el verso principal —por más que el primero sea siempre el más fácil de recordar—, pues sin este último ni siquiera él tendría sentido.

Como podrán imaginar los días pasaron, aunque más lento de lo que deseaba si me permiten decir, y finalmente llego el tan ansiado día en el que por fin pude reencontrarme cara a cara con mi querido amigo. Más que claro está que no tardamos en recuperar el tiempo perdido durante los siguientes días, que no tardaron en convertirse en semanas.

En aquel entonces estaba tan feliz de volver a estar junto a Matt que nada me importaba, después de haber pasado una semana lejos de él quería disfrutar cada segundo del verano que me quedara a su lado. Quizás fuera un poco exagerado, pero tengan en cuenta que cuando somos niños tenemos una visión un poco distorsionada del paso del tiempo. Nunca es suficiente. Claro que esto es algo que se aplica en toda la vida, pero los niños tienden a exagerar un poco esas pequeñas verdades, es parte de la infancia.

Esas primeras semanas del verano fueron muy bellas, grandes recuerdos que atesoro en mi mente con mucho aprecio, pero que cuando se apresuraron en pasar hasta que nos encontramos en la mitad de las vacaciones parecieron estrellarse contra un muro irrompible llamado realidad. Es curioso como la vida y la felicidad tienen esa peculiar cualidad que las hace tan bellas y a la vez tan frágiles; como cuando tocas una guitarra, pasando tus dedos entre las cuerdas como si fueran parte de ti creando una melodía perfecta que hace eco en tu cabeza como si fueran voces, pero entonces una cuerda se rompe y todo se arruina con ese ruido fatal. Eso fue algo que aprendí aquel día, toda melodía tiene ese riesgo de arruinarse... y la vida también.

Wild | Saga Blue Neighbourhood [#1]Where stories live. Discover now