Parte 2 (entera)

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*Por alguna razón cuando publiqué la historia solo se publicó un trozo o algo así. Han pasado cosas muy raras con este capitulo. Había gente a la que solo le salía un poco de la historia y otas podian leerlo todo. No se lo que ha pasado. >.<*


Jisoo no miró atrás. Tenía demasiado miedo de lo que podría encontrarse si giraba la cabeza. Había visto la mirada que le había dedicado Jeonghan y no le gustó. No le gustó nada. Jeonghan le había mirado con asco.

Varios controles después, Jisoo se sentó a esperar el avión. La sala de espera era enorme, había asientos por todas partes y un montón de gente que se daba prisa en comprar alguna cosa antes de irse o ir al aseo antes de embarcar; él, cansado de ver familias felices con sus hijos emocionados por el viaje, dirigió su mirada a los enormes ventanales desde donde se veía a los aviones despegar. En unos minutos él estaría dentro de uno de esos estúpidos aviones volando a un país desconocido, lejos de su Jeonghan.

Jeonghan me tiene asco –esa frase apareció fugazmente por su cabeza haciéndole saltar las lágrimas de nuevo. Sacó el móvil con temor, esperaba tener algún mensaje del mayor, pero no fue así; tenía más de diez mensajes de su hermano y un par de WonWoo, pero ninguno de Jeonghan. En un ataque de rabia bloqueó su contacto. Él era un buen chico, nunca le había hecho nada malo a nadie, no se merecía el desprecio de nadie, ya tenía suficiente con el de sus padres– Él se lo pierde.

Con esos pensamientos se metió en todas sus redes sociales y, no contento con eliminar a Jeonghan de todas ellas, eliminó también sus cuentas. A excepción de su hermano y el novio de este, la poca gente que tenía en esas cuentas eran gente a la que no volvería o no quería volver a ver, en América no le irian a servir de nada. Allí nadie conocía a Hong Jisoo, ni lo iban a conocer.

En cuanto llamaron a los pasajeros de su vuelo él se apresuró a pasar por el último chequeo de papeles y entrar al avión.

No sabía si por suerte o por desgracia pero no se sentó nadie a su lado. Durante las casi catorce horas que duraba el viaje, Jisoo no hizo más que lamentarse por todo lo que había pasado esos últimos días en su vida hasta que, en algún momento, cayó dormido y se permitió soñar con una dulce y romántica despedida típica de uno de esos doramas que veía su madre. Justo antes de subir al avión se arrepentía y volvía corriendo a los brazos de Jeonghan, lugar donde todos los problemas eran olvidados y donde sólo podía imaginar una vida llena de sonrisas y alegría junto a sus seres queridos.
Fue tan feliz en lo que duró el sueño que cuando abrió los ojos de nuevo y se encontró con la cruda realidad, volvió a llorar, alertando a la azafata que le había despertado.

–Joven, ¿se encuentra bien? –Jisoo se secó las lágrimas y asintió a la azafata– Debería ponerse el cinturón, en breves momentos el avión procederá a aterrizar.

Con el corazón encogido, hizo lo que le indicaron y se dedicó a mirar el paisaje por la ventanilla. Mirase por donde mirase había agua. Ni siquiera sabía que Los Ángeles era una ciudad costera, de hecho, no sabía nada sobre Los Ángeles.

Una vez hubo desembarcaron, se encontró solo con sus maletas sin saber que hacer.
Salió del aeropuerto bastante perdido y buscó un taxi vacío.
Con vergüenza de usar su inglés, se conformó con darle al taxista el papel con la dirección de la casa, a la que llegaron en poco tiempo.

Jisoo no quería abrir la puerta, no quería saber que era lo que le esperaba. Quería volver a casa–Esta es mi nueva casa –Con el corazón encogido giró la llave y abrió la puerta del "pequeño piso" de la abuela de WonWoo.

Cuando escuchó a WonWoo llamarlo pequeño piso él se imaginó un piso como el de su hermano, con apenas lo necesario; un piso de soltero... pero eso parecía más bien un piso familiar. Solo la sala era como la mitad del piso de Mingyu.

Take My Hand [CheolSoo & Jihan]Where stories live. Discover now