capítulo XVI

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-Abre la puerta lisbeth.- ordenó Andrew atrás de la puerta, lisbeth no contesto, aun estaba dormitada y no comprendía lo que estaba pasando, hasta que reaccionó de quien se trataba y se levanto, se colocó su camisón y camino hacia la puerta y abrió la puerta aún sosteniendola para que el no entrara y ella como obstaculo.

-que sucede.- pregunto lisbeth aún algo dormitada

-que no puedo ver a mi esposa?.- dijo andrew con un tono de ironía, era evidente su estado de ebriedad y de enfado.

-acabas de venir?.- le pregunto Lisbeth

-es que no sentí el tiempo, puedo pasar a mi habitacion?.- tratando de esquivar a Lisbeth y ella respondió tomando una postura más firme.

-esta No es tu habitación, es la mía y por favor vete a tu habitación que destilas alcohol.- respondió Lisbeth

-estoy en mi casa y yo me duermo donde yo quiera , y hoy quiero estar contigo.- apartando a Lisbeth y logrando entrar a la habitación, y dejandose caer en la cama

-entonces me voy yo.- dijo Lisbeth dejando la habitación y cerrando la puerta, no podía creer lo cínico que era Andrew, seguramente venía de estar con otra mujer y el insolente venía pidiendo dormir con ella, era inverosímil su comportamiento pero al menos no se comporto como la primera noche y no la obligó a nada.

Lisbeth al ver, que no podía entrar a su habitación a cambiarse, por obvias razones, decidio ir a despacho a leer en un poco, para esperar que amaneciera y por que necesitaba despejar su mente de lo decepcionada que estaba de Andrew.

Andrew despertó desorientado, no sabia donde estaba y como había llegado allí. Cuando logró abrir bien los ojos, pudo observar que se encontraba en su antigua habitación y que ahora era de Lisbeth desde su llegada, cuando el trato de ser generoso y cederle el cuarto principal y darle privacidad, al recordarla se dio cuenta que aun no sabia que hacía allí y aparte estaba solo, por que Lisbeth no estaba, así que llamo a la servidumbre para que le prepararán el baño y preguntar por el paradero de su esposa. Lo cual Rossy sólo se limitó a decir, que ella le había llevado una mudada de ropa a otra habitacion a Lisbeth y que ya había desayunado; al saber que su Esposa esta bien se sintió más tranquilo, aun que regreso el sentimiento de frustración al darse cuenta que Lisbeth no podía ni siquiera estar en la misma habitación con el.

Al bajar ya arreglado y limpio, pero aun con un malestar físico y moral, ordenó que le sirvieran algo de comer, cuando terminó decidió que hoy no iba a trabajar, que necesitaba descansar y aclarar unos puntos con Lisbeth pero aun no la había visto y en la casa no se encontraba, seguramente estaría en jardin con su jardinero, pensó algo disgustado Andrew. Camino hacia los jardines de enfrente de la casa, al no encontrarla camino hacia los jardines traseros y al no verla, se preocupo y se molesto a la vez, por que el ya había dado la orden a Lisbeth, que tenía que mantenerse en los alrededores de la finca y podía salir si el autorizaba y que fuera acompañada, pasó por su cabeza varias opciones de donde podría estar, entre estas que había escapado o que estuviera escondida con algún campesino, el estar pensando en tantas tonterías lo estaba volviendo loco.

-señor, buenos dias.- le dijo Frederick

-Buenos días, fred ! Has visto a mi esposa?.- le pregunto acercándose a él

-creo que esta en las caballerizas, señor.-

-Gracias.- le respondió y se dirigió Hasta las caballerizas tenia miedo de lo que podía encontrarse, al entrar solo vio a su esposa cepillando y acariciando a un caballo, Andrew el primer pensamiento que le vino a la mente, es que seguramente Lisbeth quería más a ese animal que a él, tal vez fue un pensamiento tonto pero estaba tan mal que hasta sentía celos por un caballo.

-no sabia que te gustaba los caballos.- dijo Andrew para quebrar el hielo

-ahora me vigilas tu mismo.- le respondió lisbeth sin verlo, y continuando con lo que hacía.

-solo quería hablar contigo, quería saber por qué amanecí en tu habitación.- dijo acercándose al caballo y acariciandolo el también

-ahora me vas a decir, que no te acuerdas que inrrumpiste en mi habitación en la madrugada y que no sabes que hiciste en toda la noche.- diciéndolo algo molesta

-solo preguntaba, pero contigo se me hace imposible hablar.- dijo Andrew

-y mi se me hace imposible vivir contigo.-

-le informo señorita, que ya esta casada conmigo así que tendrá que acostumbrarse.-

-Si crees, que algún día seremos un matrimonio, déjeme decirle mi Lord que esta demente.-

-ya lo somos, solo falta consumarlo. Y yo estoy más que dispuesto.-

- yo no deseo estar aquí, y mucho menos estar contigo.- y paro de hacer lo que hacía y lo vio desafiante, Andrew la tomo por los brazos y la acercó a él.

-si a mi se me da la gana te puedo tomar aquí mismo.- con su rostro rojo del enojo

-pues hazlo, igual te seguiré teniendo asco y desprecio, eres un hombre sin moral.- le dijo Lisbeth aún manteniendo le la mirada

-No me rete Lady Potland, que la única que va perder en este juego es usted.- aun sosteniendola

-ya perdí hace mucho.-

-no hace falta dramatizar todo esto.- le dijo Andrew soltandola pero aun se mantenía cerca de ella y tomó su rostro con su mano derecha y la acarició.
-yo no quiero estar así contigo, quiero un matrimonio de verdad-

-No me toques.- y alejo su rostro de la mano de Andrew
-me da asco todo lo que provenga de ti, yo no quiero ser como todas las mujerzuelas que has estado, por que no me dejas en paz.- cuando lo dijo casi a gritos, Andrew sólo se dio la media vuelta y se fue de las caballerizas dejandola sola y confundida, en verdad Lisbeth esperaba una reacción frenética de su esposo, pero este sólo se fue.

Dedicado a anialucia y maricelavm y tomando en cuenta sus sugerencias, tratare de actualizar más rápido y capítulos más largos.

El Amor Nace Entre EspinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora