Capitulo 20

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-Mierda... -Exclamo Saga cuando sonó su despertardor- Tengo demasiado sueño... -Bostezo y apago el reloj-

-Buenos días -Bese sus labios y ella abrió ligeramente los ojos-

-Buenos días -Sonrió- ¿Me despertarás así todos los días?

-Todos y cada uno de ellos -Volví a besarla-

A regañadientes, Saga salio de la cama para dirigirse hasta su armario mientras yo la observaba con toda mi atención.

Tras vestirnos y desayunar algo, salimos de su edificio.

-¿Nos vemos luego? -Pregunte mientras rodeaba su cintura y la acercaba a mi-

-Claro... -Sonrió y me besó-

Saga corrió hasta su coche y yo me quede parado observando como se alejaba.
Cuando perdí de vista su pequeño Audi negro, fui hasta mi moto y comencé a conducir., había decidido ir a visitar a mi madre.

De camino, pare en una floristería para comprar un ramo de rosas amarillas, sus favoritas. Cuando llegue, pare la moto en la puerta y entre.
Ir a aquel lugar siempre hacia que un nudo se formara en mi garganta.

Caminando entre las miles de lapidas me abrí paso hasta la de mi madre y mi estomago se revolvió al leer su nombre en el frío trozo de mármol.

-Hola mamá... -Dije al acercarme a la lapida- Siento haber tardado tanto en volver por aquí... -Me senté en el suelo junto a ella- Te he traído rosas... -Las deje sobre la lapida suavemente- Aún recuerdo que las amarillas eran tus favoritas... -Sonrei amargamente-

Me mantuve en silencio durante algunos minutos mientras cientos de imágenes golpeaban en mi cabeza.

-He conocido a alguien ¿Sabes?
-Sonreí débilmente- Se llama Saga, y no te asustes, ella no es como Yuliana... -Un nudo volvió a formarse en mi garganta- Algún día la traeré para que la conozcas, seguro que te habría encantado, en cierto modo me recuerda a ti, porque tampoco es capaz de estar callada mas de un minuto... Seguro que os habríais llevado muy bien.

Agache la cabeza mientras soltaba todo el aire que había en mis pulmones.

-No la conozco de mucho, pero siento como si estuviera hecha para mi ¿Sabes a lo que me refiero? Con ella siento que puedo volver a ser el chico que era antes de que ocurriese todo...

Mis ojos se aguaron debido a los recuerdos.

-¿Porque no estabas aquí para evitar que me convirtiera en quien soy ahora? -Una jodida lágrima resbalo por mi mejilla-

Estaba empezando a arrepentirme de ser quien era.

-¿Porque no estabas? -Comencé a llorar sin importarme quien pudiera verme- Ella me gusta de verdad mamá, y se que yo a ella, pero aun así, tengo miedo de que se aleje de mi cuando conozca toda la verdad... Y lo peor de todo es que no se cuanto tiempo podré mantenerla al margen de toda mi mierda -Suspire- Me siento mal por mentirle, ella no se lo merece, no te imaginas cómo es, se que no se merece a alguien como yo, pero no tengo las fuerzas para alejarme de ella asi como tampoco las tengo para confesarle todo...

Las lágrimas resbalaban por mis mejillas sin descanso.

-Creo que estoy empezando a quererla... Y tengo miedo de llegar a hacerlo y que entonces se vaya, porque te juro que no seré capaz de soportarlo -Limpie una lágrima que resbalaba por mi mejilla- Es que si la conocieras me entenderías, ella es increíble... -Un enorme nudo volvió a formarse en mi garganta- Ojala estuvieras aquí para ayudarme...

Solté todo el aire que había en mis pulmones.

-No te imaginas como necesito que estes aquí... -Confesé- No hay ni un solo día en el que no te eche de menos, diez años sin tenerte junto a mi son demasiados y los días sin ti cada vez pesan más.

Comencé a llorar amargamente y no se el tiempo que estuve así. Cuando fui capaz de contenerme, limpie las lágrimas de mi cara y me levanté del suelo.

-Bueno mamá... Supongo que tengo que irme, ya sabes que nunca me ha gustado demasiado este lugar -Bese el frío trozo de mármol- Prometo volver pronto.

Camine pesadamente entre las lapidas hasta salir del cementerio. Estaba destrozado, siempre que venía a visitarla acababa así.

Subi a mi moto y conduje hasta el centro de la ciudad hasta llegar a la puerta de mi antigua casa.

Parando la moto, y sin bajarme de ella, me quede observando la vieja fachada, la casa estaba a punto de derrumbarse, y es que desde lo que ocurrió en su interior, nunca mas volvió a ser alquilada.

Tras varios minutos observando aquella deteriorada casa, mi teléfono comenzó a sonar. Era Tay.

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-¿Que? -Dije sin ganas-

-¿Donde estas? -Le escuche decir-

-Por ahí... ¿Ocurre algo? -Comence a preocuparme ya que Tay no solía llamarme porque si-

-No, solo llamaba para saber algo de ti, después de todo hace dos días que no te vemos.

-¿Estais en el almacén? -Pregunte-

-Si.

-Bien, voy para allá -Dije antes de colgar-

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Die in her arms /Justin Bieber/Terminada/Editada Where stories live. Discover now