Capítulo 1. Los comienzos

11.1K 496 65
                                    

*Narradora*

Era una noche fría de diciembre, ese tipo de noches en los que no quieres salir de casa y sólo deseas quedarte encerrado en tu habitación jugando a la consola, con la música a todo volumen, sin que te molesten hasta el día siguiente.

Elisabeth Jackson era de ese tipo de personas, pero en su caso ella leía libros de fantasía, revistas de moda o veía la televisión.
Estaba cansada de esos días de invierno, odiaba tener que quedarase en casa por mal tiempo, pero así es la vida, por lo menos no la molestaría nadie, ya que ni sus padres, ni su hermano mayor estaban en casa.

Después de estar casi tres horas, leyendo "Harry Potter y la Piedra Filosofal", libro que se había leído como 6 veces, como era una potterhead, fan incondicional de la saga pues... se lo leería unas cuantas veces más.

Después de un rato, le entró hambre, ya eran las 10 de la noche y decidió bajar a la cocina para prepararse la cena (o por lo menos intentarlo, ya que era una cocinera espantosa). Lo intentó con una tortilla, pero al darle la vuelta se quedó pegada en el techo y optó por un plan B, se preparó lo que todos nos preparamos cuando no hay muchas ganas de cocinar, un bocadillo.
Al terminar su "cena" lavó la vajilla y se subió de nuevo a la habitación para seguir con la lectura.
Una hora mas tarde se cansó de leer y decidió que ya era hora de descansar, así que apagó las luces y se metió en la cama.

Media hora después, escuchó un ruido que venía de la planta baja de la casa, seguramente sería su hermano Charles o su madre que habían acabado de trabajar, así que se dio la vuelta e ignoró el ruido.

Unos minutos después, volvió a escuchar otra vez el ruido pero amplificado, lo que le dio que pensar, se quedó sentada en la cama, escuchando inmóvil esos ruidos que ya no parecían normales, sonaba ruido de lucha, como si se estuviera produciendo una pelea en la planta baja.

De repente sonó un ruido como de cristales rompiéndose, Elisabeth se sobresaltó y ya no esperó mas, saltó de la cama y fue a investigar que pasaba.
Salió de su habitación con mucho sigilo y se asomó a la escalera, no podía ver nada, estaba todo en penumbra.
Empezó a bajar muy despacio los peldaños, sin hacer el más mínimo ruido, pero al bajar el cuarto escalón algo la dejó petrificada, un cuerpo yacía inmóvil al final de la escalera, intentó vislumbrar de quién se trataba, pero no podía verlo bien desde esa altura y con tan poca luz, con paso tembloroso decidió bajar unos peldaños más, cuando estuvo a la altura adecuada, casi se cayó al suelo del miedo, la silueta que había al final de la escalera era la de su hermano Charles. Tenía el rostro ensangrentado y lleno de cortes. En su pecho justo en el corazón tenía una daga clavada, en cuyo mango había un signo grabado.

Era una imagen espantosa, Elisabeth no sabía que hacer si gritar para pedir ayuda, llamar a la policía... estaba totalmente petrificada en el sitio, pero dejó de pensar en eso inmediatamente, ya que oyó pasos detrás de ella y justo cuando se estaba girando para ver de quién se trataba, notó como una fría mano la rodeaba el cuello y empezaba a cerrarse firmemente sobre él.
No podía respirar, la mano que se cernía sobre su cuello empezaba a cerrarse cada vez más, lo único que se la ocurrió fue pegarle patadas y puñetazos para intentar zafarse, gritó desesperadamente pidiendo ayuda pero su agresor le tapó la boca con la otra mano.
Cada vez se encontraba peor, notaba que le faltaba oxígeno se estaba empezando a desmayar, ese era el final, ya no había salvación...

Mientras luchaba en sus últimos segundos, una figura apareció por detrás del agresor y con un movimiento rápido le dejó sin conocimiento, dejando a la pobre Elisabeth fuera del alcance de la muerte por muy poco.

El recién llegado se acercó a ella justo a tiempo para recogerla antes de que cayera por las escaleras. En ese instante la chica perdió el conocimiento y se desmayó en los brazos de aquella misteriosa figura.

La Reina de las BrujasWhere stories live. Discover now