Capítulo 7: Final

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Tiempo después...
Valka estaba sola en su casa, cuando de repente escucha que alguien abre la puerta principal, se asomó para ver quién era; no era nada más ni nada menos que su hijo Hipo que no había visto hace mucho tiempo, meses en realidad.
-Hipo- lo llamó acomodándose el delantal que traía puesto
-Aún las tengo- dijo Hipo refiriéndose a las llaves de la casa- Y, ¿qué hay de cenar?

Valka abrazó a su hijo, agradecida porque sabía que ya había sido perdonada.

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Hipo estaba parado en su lugar favorito, observando la playa. Cuando ve que una joven rubia se le acercó.
-Sabía que te encontraría aquí- comenzó a decir Astrid- Sólo vine a despedirme. Es que me voy...-
-Astrid, tú no tienes que darme explicaciones de lo que haces- dijo Hipo sin mirarla a los ojos.
-No, pero sí tengo- dijo la rubia dolida-  Sé que me equivoque y quiero pedirte perdón. Yo te quiero.
-¿Cómo poder creerte?- la encaró, ahora si viéndola a los ojos
-A mi no me importa que me creas. Es así y punto- respondió Astrid un poco enojada o así se veía
-No sé si creerte-
-Mira, sé que me equivoque y lo siento. Pero te amo- dijo la rubia al borde del llanto- Por favor, creeme

El castaño la miró por unos segundos y luego giró su cara para no verla. Astrid captó la indirecta y se fue sin decir una palabra.

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Después de lo ocurrido con la hermosa parejita rota, Astrid se fue por un mes a Europa para poder visitar a sus padres y después volvió a trabajar con el señor Estoico.

Hipo y su padre, los cuales estaban en la oficina del segundo, no habían vuelto a hablar sobre el tema del plan. Hasta ese día.
-Hipo, ¿seguro que quieres hacer esto?- preguntó un Estoico nervioso
-Sí papá- respondió su hijo seguro y feliz
-Bueno- dijo su padre orgulloso, agarró el teléfono y marcó un número- Quiero ver a Astrid Hofferson en mi oficina ahora- colgó- Bueno, es toda tuya

Estoico se paró, agarró su chaqueta y salió por la puerta, de reojo miró a su hijo y se dijo a si mismo que sería abuelo pronto.

Hipo, al ver que su padre ya se había ido, se paró de su silla y se sentó en donde estaba sentado su padre anteriormente. Se dio vuelta dando la espalda y dejando ver el respaldo de la silla, esperó a que Astrid abriera para poder darle la sorpresa. De un momento a otro, escuchó la puerta abrirse y una sonrisa de su cara salió involuntariamente.
-¿Quería verme, señor Estoico?- preguntó Astrid sin saber quién estaba en realidad detrás de esa silla
-Sí- respondió Hipo girándose- Pero no soy el señor Estoico

La rubia se sorprendió demasiado por ver a su ex novio en esa silla y no a su jefe, por lo cual, comenzó a ponerse un poquito nerviosa, esta bien, muy nerviosa. El castaño se paró y empezó a acercarse peligrosamente a la mujer que amaba, llegando a estar muy cerca de ella.
-¿Y si comenzamos de nuevo?- preguntó Hipo casi rozando los labios de Astrid

Ella sólo atinó a asentir tímidamente. Hipo agachó su cabeza y la besó apasionadamente.

Talvez sus padres habían tomado la decisión más infantil de la historia para hacer madurar a su hijo. Pero lograron que dos jóvenes se quedarán juntos, eso es lo que cuenta.

Fin

Nota de autora: Lo prometido es deuda, aquí está!! El último capítulo de esta historia :"(
Pero no se preocupen, aún falta el epílogo :v

Contratada (hiccstrid)Where stories live. Discover now