Escribiendo Amor,Dibujando Odio || Karmagisa

Karma

Suspiré.

Podría ser una trampa. Lo sabia y aún así...

Mire al chico a mi lado. Su sombrero cubría sus ojos, dándole un aspecto sospechoso y su saco sobre mi me hacía parecer algo más que una persona desconocida.

Recordé sus palabras, preguntándome por qué no solo aclare todo desde el inicio.

"-Es muy peligroso para una señorita como usted — dijo, fijándose en la alta costura y la fina tela del destrozado vestido — vaya sola por los sucios callejones londinenses.
—Pero...—no me dejó terminar la frase
—Permitame cumplir con mi deber de caballero, se lo suplico."

Aún con la sospecha de que podía significar algo más acepte su oferta, después de su, cabe resaltar, molesta insistencia.

Me acomode Su abrigo, que casi a la fuerza me había prestado, y agradecí amargamente que fuera capaz de cubrir mis brazos y parte de mis piernas.

El silencio llenaba el aire con su paz hasta que el pelirrojo interrumpió la calma con su potente voz.

—Entonces — Titubeo — ¿Realmente no me conoce?
—No veo por que debería— dije, arisco.
—Por nada en particular —dijo, riendo— ¿Puedo preguntarle algo?
—¿No lo acaba de hacer?
—¿Por que esta?...ya sabe...¿así?— Preguntó, ignorando mi sarcástica respuesta
—Siguiente.
—De acuerdo....¿Le gusta leer?

Gire con incredulidad. ¿Que clase de pregunta es esa?

Su rostro indicaba que esperaba mi respuesta.

—Por supuesto—respondí.

En realidad, decir que me gustaba era poco. Después de comer era lo que más disfrutaba. El hecho de entrar a un mundo completamente diferente, más esperanzador y fantástico, con misterios inimaginables hacía que a mí piel erizar de emoción. Tan solo unas páginas alegraban mi día, llenándome de  sentimientos inimaginables.

—Entonces... ¿No conoce al joven Karma Akabane? — dijo sonriendo pícaramente.

Bufé.

Tendrías que vivir en una cueva para no saber del “maravilloso Karma Akabane” Atractivo, prodigioso y absurdamente rico. El grandioso Karma Akabane, escritor de las novelas románticas más famosas del momento que hacían incluso suspirar con deseo y esperanza a la reina de Inglaterra. 

Su obra maestra había sido demasiado azúcar tóxico y lenguaje petulante como para no querer saber más de el.

Sin ver su fotografía sabía lo que vería. El "Atractivo" hijo de un rico duque y una hermosa Condesa que tenía la vida arreglada desde el día en que fue concebido.

Un parásito vestido en seda.

—¡Claro que lo conozco! Un escritor mediocre, cursi e iluso. Sin haber visto una foto suya no me cabe la menor duda de que es un niño de mirada creída e ignorante que no sabría ni como levantarse solo de su cama —Espeté, sin verle, de repente lleno de odio.
—¿C-como puede decir eso?—dijo con su voz temblando, dejando ver un poco de furia.

Oh, Genial. Me encontré con un fan.

—Bueno supongo que conoce su mas grande éxito— hablé
—Claro— replicó orgulloso-"Mirame, Hijo de luz lunar" Una maravillosa historia de desamor. Entre aquel que no podía amar y aquella forzada a hacerlo,una novela llena de...
—Si,si, que si lo amo pero no es para mí, que si es mi vecino, que si sus orbes grises me miraron, que si Harry me adoptó Blah— lo interrumpí. Su mirada demostraba que quería lanzarme por las escaleras.
—¿Que le hace pensar eso?
—Bueno—Empecé a explicar— a lo largo de la obra los jóvenes son egoístas e idiotas. ¿De verdad cree que es tan fácil que un joven pobre y explotado consiga amar una noble, hija de su explotador? y, en dado caso,¿Que esta se enamore de él? o ¿ Que es tan sencillo romper un compromiso y conseguir la libertad con solo escaparse?, ¿Que no los encontrarían? Y que si no los encontraran ¿vivirían felices?
—Pero...ellos se aman-replicó —Ellos...
—Podrán amarse demasiado- contesté
—Pero el amor no pone comida sobre la mesa. No te da la vida que un joven príncipe sí. El amor no puede proteger ni salvar; Ni te va a dar un techo o un trabajo. Todo el amor del mundo jamás se podría comparar contra la estabilidad del dinero.
—¡Por supuesto que no! Es mejor ser pobre y amado que rico y despreciado— Espetó con orgullo herido.