CAPÍTULO 33

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Me desperté a causa del sonido de unas hoyas. Levanté mi cabeza y miré hacia la cocina. Aroa era la que estaba haciendo ese insoportable sonido.

-¿Qué haces? -le dije con la voz somnolienta.

-Busco mis aros -me contestó -¿Los has visto?

-¡Quiero dormir Aroa! -la regañé y volví mi cabeza a la almohada.

-Lamento arruinar tu sueño, pero es hora de que te levantes, vamos a llegar tarde a la Universidad -dijo ella. Gruñí por lo bajo y me senté en el sillón, mientras restregaba mis ojos para poder mirar bien, me puse de pie y comencé a caminar hacia el baño -Oye, ¿Qué tienes?

-¿Por qué? -le pregunté deteniendo mi paso.

-- Porque estas así como... renovado, como nuevo. Tienes una mirada distinta y pareces hasta contento -me dijo.

'Natalie'

Pensé en ella al instante. Estaba como nuevo por lo que había pasado con Natalie. Me sentía extrañamente renovado, como si hubiese dormido unos tres días seguidos.

-Estoy haciendo yoga -le dije a Aroa mientras entraba al baño.

-¿En que momento? -preguntó ella y pasó por mi lado hasta la habitación.

Entré al baño y lavé mi cara y mis dientes. Escuché como tocaban la puerta de baño.

-¿Si? -dije mirando hacia la puerta. Mi prima la abrió y se asomó.

-Me voy primito, Natalie ya esta abajo esperándome -me dijo.

Me paré bien derecho y la miré fijo. Ella estaba abajo...

-Está bien, te veo luego -le dije.

Ella me sonrió y salió de allí dejándome bastante alterado. Natalie estaba abajo, en su coche yendo hacia la Universidad. De seguro va a contarle contentísima a Aroa lo que pasó esta madrugada.

Sonreí y terminé de arreglarme para salir de casa y subirme a mi linda moto. El día estaba espectacular, un sol radiante y un cielo azul. Me puse mis gafas y prendí marcha hacia la Universidad.

Llegué mis amigos ya estaban en el lugar de siempre. Me bajé de Betty y miré el coche de Natalie. Ellas ya estaban adentro...

-¿Qué tal hermanos? -les pregunté contento mientras me acercaba a ellos y los abrazaba a cada uno por separado.

Sergio se alejó de mí y me miró con desconfianza.

-¿Quién eres? ¿Dónde está Óski? -me preguntó mirándome de arriba a bajo.

-Soy yo, soy yo ¿Acaso no puedo abrazar a mis hermanos? -les dije.

-No, este no es Óski -le dijo Sanders a Sergio. Reí divertido.

-Vamos, hay que entrar, se nos hace tarde -dije y comencé a caminar. Detuve mis pasos y me giré a verlos. Sonreí por lo bajo -¿Podéis moveros?

-No, este de verdad no es Óski. ¡Tengo miedo Baker! ¡Tal vez una nave espacial rapto al verdadero Óski y nos dejó a este que da abrazos y quiere llegar temprano a clases!

Baker me miró fijo analizándome. Hasta que una sonrisa de idea atravesó su rostro.

-Yo sé qué es lo que le pasa -dijo Sanders. Sergio lo miró.

-¿Qué le pasa? -le preguntó Dias.

-¿Acaso no te has dado cuenta Sergio? Mira su cara, mira su aura, su rostro, su cara de relajación y renovación. Óscar tuvo sexo anoche, por eso está así -le dijo él.

NADA ES LO QUE PARECEWhere stories live. Discover now