F I N A L

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25


Cuando un ángel rompe la mayoría de reglas pierde muchos privilegios y es castigado a la muerte.

Muchos de ellos aceptaron el morir, pero solo uno acepto perder lo que más amaba, solo uno logró decir que había perdido el orgullo de ser llamado ángel.

Porque, ¿Qué es un ángel cuando no se tiene alas ni divinos poderes?

Kim TaeHyung, el único ángel que por amor sacrifico sus alas.





{***}


—Señor, ¿Cree que hizo bien con hacer eso? —Pregunto una voz.

—Su castigo permanece, él ya no es más un ángel. Él no pertenece al cielo.

Tristemente miraba NamJoon desde el cielo a TaeHyung, quien parecía estar confundido y perdido.

—Él ahora es un humano.

No señor, me refiero a...

—Sus memorias fueron drenadas, él no recordará lo que un día fue, solamente he dejado borrosos recuerdos de lo que tuvo con ese joven.

NamJoon sonrió levemente. A gusto con lo que había hecho.

—Su única lucha será volver a encontrarlo, porque si, —se detuvo un instante a pensarlo y sonrío. —no le he matado, pero tampoco se la he dejado tan fácil. Jeon Jeongguk tampoco recuerda quién es y quien fue, Kim TaeHyung.






{***}


TaeHyung despertó, su cabeza y espalda dolían.

—No debí tomar tanto anoche. —Se dijo a sí mismo mientras recordaba dicha fiesta a la que asistió el día anterior.

Levantándose perezosamente, TaeHyung camino a su baño para hacer todas sus cosas y apresurarse para llegar a la escuela a tiempo.

Con 18 años, TaeHyung se denominaba como la persona más lenta y estúpida en el mundo, lo sabía y no temía de que se lo dijesen.


—¡TaeHyung, me largo ya! —Grito su compañero de piso. —¡No pienso llegar tarde por tú culpa! ¡Además debo de pasar por Jimin!

—¡YoonGi Hyung, compra jugo para mí, te lo pago en la escuela!

Min YoonGi era su compañero de piso desde que él tenía sentido de razón. Un chico de no una muy gran estatura, cabellos levemente grises y una piel muy blanca.

Al acomodarse el último zapato, TaeHyung salió corriendo fuera del edificio, no sin antes cerrar con llave. Era tarde, para ser exactos 8:35am, y el joven iniciaba la escuela a las 8:45am.

Los últimos días de noviembre eran hermosos a los ojos de TaeHyung, ya que las hojas de los árboles de cerezos caían una tras una haciendo ver hermoso el parque central de Seúl.



—Viviremos juntos y seremos felices.

—Comeremos cosas que tú nunca has probado, así como el kimchi.

—Y por las noches saldremos y reiremos.


TaeHyung se detuvo en seco al volver a recordar todo eso, ¿Por qué siempre que caminaba por ese parque ese chico llegaba a su mente?

¿Por qué sentía la necesidad de quedarse ahí todos los días y esperar a que ese chico llegara de la nada?


—¡Cuidado!


TaeHyung no tuvo tiempo de voltear y mirar quien le gritaba cuando ya se encontraba en el suelo derribado por un joven en bicicleta.


—Oh Dios mío... ¿Estás muerto? —TaeHyung escucho una pequeña voz hablar, pero el aún estaba muy adolorido como para abrir sus ojos y mirar de quién se trataba. —Lo lamento tanto.. Yo no quise..


—Cállate. —Murmuró TaeHyung abriendo despacio sus ojos y viendo al causante de su casi muerte.

Un pequeño joven de cabello negro, ojos saltones del mismo color que este, alto y no tan feo a los ojos de nadie había sido quien casi lo mata, TaeHyung iba a reclamar y gritarle en insultos, pero la belleza y ternura que el chico emanaba no se lo permitió.

—Por favor, no llames a la polícia. —Susurro el menor levantando su bicicleta y observando cómo el mayor se levantaba del suelo. —Te lo ruego..


TaeHyung sonrió.

¿Por qué siento conocerlo de algún lado?

—No llamaré a la polícia, pequeño. —Dijo el mayor. —Con una simple condición.

—¡Claro! —Dijo asintiendo eufóricamente. —Lo que quieras, lo que pidas.

—Ven conmigo a tomar un café.

Jeongguk se quedó en silencio, había casi matado a ese chico y lo único que este le pedía ¿era ir a tomar un café?


El menor se iba a negar, pero había algo en ese chico que no se lo permitía.

—Con mucho gusto. —Asintió y sonrío.

Ambos chicos empezaron a caminar a cierta cafetería que estaba a dos calles del parque.

—Por cierto, soy Kim TaeHyung. —Sonrío el mayor dándole la mano.

—Soy Jeon Jeongguk. —Sonrío ampliamente el menor sosteniendo la mano.


Ese día ambos chicos no fueron a la escuela, y sus salidas se empezaron a hacer más frecuentes.

TaeHyung sentía cierta conexión especial con Jeongguk, sentía que de alguna manera debía de cuidarlo y protegerlo. Mientras que Jeongguk sentía cierta paz y confianza en TaeHyung.



NamJoon quien observaba todo desde el cielo, sonrío.


Se feliz, TaeHyung.










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Y hasta aquí llego mi pequeña historia, sé que el final no es tan lindo y toda esa wea pero es porque soy una kk escribiendo finales. ☹️

También sé que quedó cortito, pero bueno. Ojalá que les haya gustado el fic.

Gracias por el apoyo que le dieron, y díganme, ¿Les gustó cómo quedo esto? ✨💕

My angel «VKook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora