Amor y odio (Gray Fullbuster x reader) [ACABADA]

cap 5

-__, despierta- Al oír esa voz, vagamente, abrí los ojos de poco a poco.

Mire mejor a esa sombra oscura. -¿Gray? ¿qué ha pasado?- No recordaba nada, como si todo lo que ha pasado haya sido uno de esos sueños que se van perdiendo por el tiempo.

-Estábamos en una misión, y cuando me  di cuenta estabas dormida- Me acordé de todo, de mama y de las lágrimas de Gray, al igual de que dormimos demasiado cerca, a lo que me sonroje.

Me levante y salimos del tren, para llegar a la estación. -Hace demasiado calor- Me queje después de salir de esa estación. -¿Cómo puede vivir la gente así aquí?-

-Yo no tengo calor- Miré a Gray y, como normalmente, su ropa desapareció. -Gray, tu ropa- Se miro y tuvo la misma reacción de siempre, sorprendida. -En serio mama te ha enseñado.....- Suspire un poco indignada. Nunca entendí que tan interesante era el hábito de quitarse la ropa, aunque sea pleno invierno, e ir caminando en paños menores.

-__- Le miré. -¿Por qué mientras dormías estabas llorando?- Me sorprendí.

-¿No te acuerdas, de que vimos a mama?- Negó con la cabeza, un poco extrañado. -No me digas que era un sueño- Y mire un poco avergonzada y extrañada al frente. Fijándome en cada parte de esa hermosa ciudad, que parece el desierto en temperatura.

Tenía árboles de todo tipo de clases y colores, casas de distintos tamaños gente feliz paseando por las calles la mayoría familias, y lo que más ne gustaba, el ambiente. Un ambiente tranquilizador, que me hacía olvidar los problemas que tuviese en ese momento, que te despreocupaba y te daba la bienvenida con los brazos abiertos.

Pero sabía perfectamente que esta paz no duraría mucho.

Después de tanto caminar llegamos al hotel, era hermoso. Parecía un castillo en los que se quedaban nuestros superiores. Tenía un montón de brillo y cada vez que lo miraba, más me enamoraba de él. Era como estar en un sitio para la gente rica, y eso me hacia sentir un poco importante.

Entramos y la recepción estaba muy bien cuidada, con las paredes de piedra, personas desde magos hasta pesqueros o extranjeros como nosotros yendo de un lado a otro. Pero eso sí, con una imborrable sonrisa.

Nos acercamos a una chica, que trabajaba en ese alojamiento al parecer. -Buenos días, ¿necesitan algo?- Asentí.

-Somos del gremio Fairy Tail, nuestro maestro nos cogió una habitación- La informe de manera educada.

-¡Ah sí! su habitación es la 502, sus compañeros ya llegaron hace rato- Mire a Gray y él a mi, preguntándonos si sabíamos quienes eran, y subimos y bajamos los hombros indicando que ninguno lo sabía.

Cogí la llave y le di las gracias, para luego desaparecer por las escaleras.

Cuando por fin llegamos a la habitación me tire al suelo, estaba por besarle pero preferí no poner mis morros en un sitio lleno de bacterias, infectado.

Entramos, ya que abrí la puerta obviamente, y me quedé perpleja, alucinada, en shock. -¿¡Qué hacéis aquí?!- Gritamos los dos a la vez. Llamando la atención de estas personas.