Capítulo VIII

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Ese día hubo una fuerte tormenta. Alba salió en medio de la tempestad para ver cómo estaban los cultivos, todo lo que habían creado se estaba destruyendo por culpa del fuerte viento y de la lluvia. Jared la siguió e intentó que volviera dentro pero ella seguía intentando poner de nuevo las cosas en su sitio, aunque era imposible ya que el viento se lo llevaba de nuevo.

Los dos estaban de pie mientras seguía lloviendo aunque con menos intensidad, mirando los desperfectos que había causado la lluvia.

-Tendrías que descansar un rato Alba. -Dijo Jared poniendo su mano en la cintura de ella.

-Estoy bien.

Después de una pausa el chico volvió a preguntar:

-¿En qué piensas?

-En que podríamos ir a tu habitación.

-He oído ideas peores.

Cuando llegaron a la habitación del chico, éste la beso muy fuerte, presionándola contra la pared. Se metieron sigilosamente en la cama y ella se colocó encima de Jared, le quitó el jersey y saboreó las gotas de lluvia de la piel del chico por debajo de la clavícula mientras le susurraba: "Te quiero, Jared". Al oírlo decir, el cuerpo del chico se relajó. Él extendió los brazos y le quitó la camiseta. Alba se deslizó debajo de las mantas y se quitó los pantalones y los calcetines y después contempló el baile de la manta mientras Jared hacía lo mismo.

La cosa fue exactamente lo contrario de lo que Alba se imaginaba: lento, paciente, silencioso y ni especialmente doloroso. No gritaron. La verdad es que seguramente fue la vez que más tiempo pasaron sin hablar.

Cuando acabaron la chica posó su cabeza en el pecho de Jared y escuchaba los latidos del corazón del chico, mientras él la acariciaba.

-¿Te acuerdas que hace tiempo me dijiste que querías ver el mar?

Ella asintió. Entonces Jared continuó hablando:

-¿Y si nos mudamos?

Alba se separó de él para mirarle a la cara, estaba desconcertada.

-Podemos ir a la ciudad antes para llevar todo lo necesario y empezar una nueva vida junto al mar.

-¿Y los animales?

-Los llevamos en el remolque.

A Alba le pareció una idea fantástica. Siempre había querido ver el mar y además estará con Jared, el amor de su vida. ¿Qué más podía pedir?

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