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Yungguk se levantaba del suelo esbozando una sonrisa vacilante. Su cuerpo estaba cubierto de heridas y parte de su Kagune se encontraba tirado en el piso. Namjoon se apoyó de la pared para levantarse y se llevó a la boca un pedazo del kagune creyendo que en cada mordida sus dientes caerían.

El pelinegro se agarra del brazo donde su Kagune salía, podía sentir que su cuerpo ardía al haberle sido quitado una parte de él. Caminó balanceándose, giró a ver como sus aliados eran golpeados por los dos guls del clan de Jaebum que pelean del otro lado de la habitación.

- Están casi al límite - dijo sin borrar su sonrisa. - Le has enseñado bien.

- Fue Jaebum - contestó. - Tus neófitos no son la gran cosa para ellos. Lo puedes ver por ti mismo, al final todo lo que creaste caerá sin poderse evitar.

El gritó fúnebre de parte de uno de los de Namjoon le hizo soltar una carcajada.

- Creo que los subestimas demasiado, Namjoon. Ellos tienen un poder increíble que puede acabar con todos.

- Lo sé - contestó seguro - Pero eso no quiere decir que los míos no tengan también su poder y pueda contra los tuyos. No te confíes.

- Siempre me había gustado la confianza que tenías en ti mismo y la puesta en los demás. Veías lo que muchos no lograban percatarse, a pesar de ser un niño rebelde apoyabas hasta la muerte a todos los que decías con orgullo que eran tus amigos y golpeabas a los que trataban de herirlos o despreciarlos. - se recargo del muro - Parecía ser que nada te paraba, nada.

Namjoon pasó saliva recordando cada momento de su juventud a lado de Jaebum y Youngjae. Parecía que podía ver cada una de las imágenes en donde peleaban cubriéndose las espaldas entre los tres, otras en dónde simplemente reían haciéndose bromas o hablaban de trivialidades que para ellos eran los temas más importantes.

Tuvo que carraspear para que su voz pudiera salir.

- Aún soy así.

Negó levemente - Demostraste lo contrario, Namjoon, demostraste que eras la misma basura desleal que los demás guls.- su sonrisa era de melancolía y evidente dolor. - ¿Sabes cuanto sufrí al verlo tirado sin vida?

- No fui yo.

- ¿Sabes lo mucho que me dolió al verte ir sin dar una explicación? - ignoró la respuesta de Namjoon - ¿Sabes cuánto desee que regresaras al otro día para aclarar las cosas? ¿Sabes cuánto rogaba porque no hicieras que te odiara?

- ¡No tuve la maldita culpa! - gritó.

Las lágrimas de Yungguk bajaban revolviendose con la sangre de su rostro.

- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué entonces no volviste?!

- ¡Tenía miedo! - confesó con lágrimas que amenazaban con salir. - Quería explicarte todo, pero tu rostro al ver el cuerpo de Youngjae me hizo temer del que no fuera hacer perdonado y ¡No! No por ser yo el culpable, sino por no dar todo de mí y defender a Youngjae al igual que lo hice con Jaebum.

- ¡Hubieras regresado aún así! ¡Mierda, anhelaba verte por la puerta y que dijeras que no tuviste nada que ver! - refutó.

-Lo hice, se lo dije a Him chan. Tú nunca quisiste escucharme.

-¿Cuándo fue eso?- Dio una pequeña risa pensando que el cinismo de Namjoon era demasiado -Meses después...- se contestó la pregunta que él mismo había formulado. Bajo su rostro y suspiro pesadamente soltando un pequeño sollozo haciendo sentir la peor mierda a Namjoon. -¿Qué fue exactamente lo que paso?

El rubio se sorprendió al escuchar la pregunta que pensó que jamás se la haría Yungguk. Sus lágrimas ya no aguantaron.

- Era un nuevo distrito al que queríamos entrar - comenzó con sus lágrimas bajando - Youngjae estaba emocionado, ya había pasado mucho tiempo en el que no peleabamos con nadie. Cuando nosotros llegamos la masacre ya estaba empezando por parte de otros guls. Jaebum pidió que nos fuéramos, que era mejor salir de ahí. Sabes que no podemos hacer mucha bulla por los del clan de Won Sik. - Yungguk asintió - No quisimos, estábamos dispuestos ha entrar a la batalla y así fue. Nos encontramos en el camino con un multitud de gente muerta, todo era un caos. Peleamos contra ellos, no sabíamos e inclusive hoy, no sé de dónde sean. Eran malditamente poderosos, más que cualquiera de nosotros, los tres nos cubrimos las espaldas como siempre lo hacíamos.

GUL」YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora