Capítulo VII: Hechizo de conejo

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Hola a todos!!!

Muchas gracias por sus votos =D, ahora, les tengo una noticia: este fic ya va para el final, peeero, si ustedes quieren, puede haber una segunda temporada (que sería otra película de La princesa cisne, no necesariamente la segunda). 

Si a ustedes les agrada la idea, por favor hágamenlo saber para irme organizando.

En fin, espero les guste este capítulo, y si es así, voten y comenten por favor =).

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.

Capítulo VII: Hechizo de conejo.

Phill ya lo daba por hecho: había ganado. Con una sonrisa altanera, se fue, dejando solo al ciervo llorando desconsoladamente. Entró a su castillo de ilusión y allí estaba Robbie con una bandeja en la mano que sólo tenía un plato con unas cuantas moras.

-No me importa lo que hagan, mi ventaja más grande está hecha... pero para asegurarme... -tomó una mora del plato y se la comió, haciendo una mueca por lo agria que estaba. Miró a Robbie con cierto reproche, pero él sólo se encogió de hombros, era lo mejor que había por esos lugares. -Tengo que encargarme de mi hermanito...

Robbie miró a Phill y también se preguntaba lo mismo, tratando de formular un plan en su mente hasta que el pelirrojo chasqueó los dedos triunfante. -¡Ya sé! ¡El voto! ¡Haré que el imbécil de mi hermano haga el voto de amor eterno con la persona equivocada.

-¿Y cómo hará eso? -Preguntó Robbie. -Él ama a Dipper, no creo que le interese otra persona.

-Exacto, y tú, serás Dipper. -Dijo Phill con malicia señalando con su dedo índice al pelinegro.

-Espera, ¡¿Qué?! -Pero antes de seguir hablando, un rayo rojo tocó a Robbie, haciéndolo más bajo, ligeramente más delgado, el cabello le creció y se volvió castaño y algo ondulado, sus ojos se volvieron cafés y su acné desapareció. Tenía puesto una camisa y pantalones negros con bordados rojos. Phill miró con orgullo su ilusión.

-Si Bill hace el voto de amor eterno contigo, Dipper morirá, y luego me encargaré de mis queridos hermanos y seré rey del reino de Dipper y de Gravity Falls. Mato a dos pájaros de un tiro. -Para Phill era perfecto el plan. -¡Soy un genio! -El hechicero estaba tan feliz que con su magia creó ilusiones de una fiesta en el castillo donde él era el rey y todos debían obedecerlo.

Ya no le importaba casarse con Dipper, mejor que el ciervo muriera para él estar con las doncellas del reino y tener a Stan encerrado en una jaula pequeña alimentándolo como un loro, a Shermy siendo su bufón personal y luego el mismo Phill bailando sobre las tumbas de sus hermanos.

Luego, hizo aparecer en el cuello de Robbie, el collar de Dipper, el de Pino, para que Bill cayera con más facilidad en su trampa.

El hechizo de Robbie duraría hasta que las ilusiones de Dipper o el mismo ciervo murieran, así funcionaba. Cuando Bill declarara su amor por otro, Dipper moriría y Robbie presentaría su verdadera cara.

Bill entró al salón tan emocionado que había olvidado algo en el bosque... Will.

-¡Padre! ¿Has visto...?

-¡Bill! -Habló Stan con unas flores en sus manos, intentaba arreglar unas rosas pero había resultado algo desastroso. -Mira qué bonitas flores, son las mejores de...

-No pongas flores, papá. -Dijo Bill divertido. -A Dipper le dará hambre.

Stan alzó una ceja sin entender. Bill continuó su camino deteniendo todo a su paso pidiendo que la música y comida fuesen románticas, misteriosas, inocente y hermoso como el bosque donde viven los ciervos. -Por cierto, ¿Dónde está Will?

-¿Qué no estaba contigo? -Preguntó Stan valiéndole las órdenes de Bill y colocando flores en las mesas.

-Pensé que había regresado cuando vio un conejo, quiero que él sea mi testigo.

Eso detuvo en seco a Stan. -¿Testigo? -Preguntó emocionado sin poder creerlo. Bill sonrió altanero dando a entender que Stan escuchó bien. El rey comenzó a aplaudir de la emoción. -¿Quién es?

...

En otro lado, Dipper estaba encerrado en una torre mientras un ramo de flores caía desde una ventana a lo alto. -Lo siento, Dipper. Para que veas cómo me duele encerrarte, te dejo una cena. -Se burló Phill mientras el ciervo lo miraba desde abajo con resentimiento. -Tú sabes, la vida de un rey se basa en duras decisiones. -Dijo Phill para luego carcajearse. Dipper lo miró feo, y pateó las flores con sus patas traseras molestando al hechicero. -¡Hay! ¡Nunca hago nada bien! ¡Todo te molesta! ¡Eres peor que tu padre! Para que veas que te quiero, te haré un baile aquí en esta torre. Pero necesitas pareja y Bill está ocupado... entonces, ¿Qué tal su hermano? -Phill señaló una puerta a su lado, la cual se abrió y Will fue empujado por Robbie cayendo al lado de Dipper. El peli-azul se medio levantó indignado.

-¡Tú! ¡Bastardo!

-También es un placer verte, hermanito. -Dijo Phill con sarcasmo. "¿Son hermanos?" Se preguntó Dipper. -Siempre comportándote como idiota. Hoy te perdiste en el bosque.

Will miraba con rencor a Phill (cosa rara en él) y tocaba su pecho como si estuviese protegiendo algo.

-Bueno, yo me voy. Y deja de mirarme así, príncipe. -Señaló Phill enojado a Dipper. -Te portaste mal y por eso estás castigado. Ahora yo tengo el control.

-¿Dipper? -Preguntó Will mirando al ciervo de manera confundida.

-¡YO TENGO EL CONTROL! -Dijo Phill azotando la ventana por donde se asomaba y se fue.

Mientras, afuera Ford, Mabel y Gideon discutían un plan para entrar a salvar a su amigo.

En el calabozo, Will tocaba la cabeza de Dipper. -Déjame entender qué pasa. -Un rayo de luz emanó de la mano del hechicero para que éste pudiese ver los recuerdos del chico, y así, él pudo entender todo. Bajó su mano entristecido. -Lo siento, Dipper. -En ese momento, un bulto comenzó a agitarse en el pecho de Will, como queriendo salir. El peli-azul soltó un pequeño grito como cuando alguien recuerda algo importante y de su camisa dejó salir al conejo, el cual lo miraba con rencor. -Lo siento, pero si Phill te veía, seguro te mataba.

Dipper miró al conejo y luego a Dipper con una expresión confusa, la cual pudo interpretar el joven. -¡Oh! Él es un amigo. -El conejo comenzó a jalar la camisa de Will con sus dientes en señal de que no estaba de acuerdo con eso. -Lo encontré en el bosque y por el aura que emana, creo que está bajo un hechizo. -El conejo paró en seco. Will lo tomó entre sus manos. -Tengo en mi poder un poco de agua purificada, quizá eso pueda anular el hechizo, quizá el mago ya está muerto, el hechizo en este pequeño es débil. -Contó Will mirando con ternura al conejo. Luego miró nuevamente a Dipper y parecía triste. -Me entristece decirte que contigo no funcionará... Phill está vivo y su magia se alimenta de las ilusiones y la inocencia. Este lugar está repleto de eso.

Dipper hizo un gesto de que comprendía. Will sacó de su chaleco un pequeño frasco con agua. Comenzó a abrirlo. -Phill es mi medio hermano... quería ser rey pero su sangre no es real, mi padre lo dejaba vivir en el castillo pero cuando Phill quiso arrebatarle el reino a Bill, mi padre lo exilió... fue antes de que nacieras.

Will vertió el líquido en la cabeza del conejo, dejando ver una cortina de humo donde el hechicero trataba de apartarlo abanicando su mano y Dipper alejaba la cabeza. Cuando el humo se dispersó, había allí un chico sentado. Su ropa se veía desgastada, como si hacía años que se la hubiese puesto. Su cabello era castaño y sus ojos eran turquesas, pero eso no era lo que tenía sorprendidos a Will y a Dipper.

-Por fin... ya pensaba que moriría siendo un conejo.

-¿Dipper? -Preguntó Will sin entender pero la voz de ese chico era un poco más grave que la del príncipe.

El joven tosió un poco, apenas recordaba cómo usar su voz. -¿Dipper? No. Mi nombre es Gleeful.

El bosque de los ciervos (BillDip) (AU) (Terminado)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin